Although A16’s El Pepe cocktail recipe looks innocent in a glass, it’s delightfully complex. Built on a similar structure as a Margarita.
Se dice de él que es el Hopper gaditano o el Antonio López del colacao. En realidad, es Pepe Baena Nieto , un pintor de Cádiz a quien no asusta la realidad.
Fernando Alonso ha despertado la pasión de varios de los talentos que año a año sueñan con llegar a la Fórmula 1 y uno de los casos más recientes es el de Pepe Martí, quien inició su carrera en 2016 en los kartings. En esa categoría ganó el Campeonato Júnior de España en 2019 y […]
El famosos meme de Internet Pepe The Frog ha sido eliminado por un reclamo de derechos de autor, en las ultimas horas de Steam.Fue informado por usuarios de Reddit .Este meme se identifica con casos de racismo y xenofobia contra otros grupos.Su origen esta en el libro Boys`Club en 2005 y en 2008 se empezó a popularizar como un meme para transmitir cualquier emoción que Matt Furie comenzó a publicarlo en su blog ,sin embargo 4chan fue el sitio donde se convierto en unos de los memes mas famosos de Internet. En 2016 luego de que Donald Trump publicara un tweet sobre el mismo como Pepe empezo a ser cuestionada por grupos xenofobos y fascistas debido a esto la Pepe the Frod y el fascismo apareció en varios medios de comunicación perdiendo el uso del meme El autor de Pepe The Frog lleva muchos tiempo tratando de recurrir los derechos de Copyright sobre su imagen.empezando por Amazon y Reddit.Luego llegaria Valve que estuvo tratando de adquirir la imagen de Pepe para un videojuego de Steam sin consentimiento de su autor,siendo un usuario quien comunico que Pepe the frog estaba siendo vendido mayormente por grupos de odio.La reclamación de derechos de autor se iniciaron para que la imagen sea retirado mientras que varias personas lanzan comentarios negativos hacia el creador
El mexicano Pepe Soho ganó en Japón el Mundial de Fotografía 2017 con la imagen Believe.
Imagen: El Mundo / Pepe Espaliú en 'Carrying', Madrid, 1992-12-01 La poética de Pepe Espaliú. El artista cordobés tuvo una trayectoria sólida aunque corta. Su vida, que se vio detenida a causa del Sida (enfermedad de la que cada 1 de diciembre se celebra el Día Mundial), estuvo impregnada de obras de carácter político y poético. El IVAM de Valencia recupera su figura y le dedica una retrospectiva, 'Círculo íntimo', con 75 piezas que remiten a su mundo y al carácter circular de la vida. Espaliú renace de nuevo. Saioa Camarzana | El Cultural, El Mundo, 2016-12-01 http://www.elcultural.com/noticias/arte/La-poetica-de-Pepe-Espaliu/10152 Durante los años 80 y 90 fue uno de los artistas más significativos de España. Supo integrar aspectos políticos y críticos en su obra. Usó el arte como terapia y a pesar de su corta trayectoria sus piezas son potentes, evocan situaciones y dan pie a la imaginación, a la sugerencia. A pesar de que murió hace ya 24 años, el artista Pepe Espaliú (Córdoba, 1955 - Íbidem, 1993) sigue vivo con la retrospectiva ‘Círculo íntimo: el mundo de Pepe Espaliú’ que le dedica en sus salas el IVAM de Valencia. A través de 75 obras escogidas por José Miguel G. Cortés, comisario de la exposición y director del centro, la muestra pone énfasis en el aspecto poético de su arte. El círculo al que hace referencia el título de la muestra remite a su mundo, al carácter circular de la vida; a nacer, vivir y renacer. Ese sentido de dar vueltas, de recomenzar, de lo íntimo del ser humano. De la vida y la muerte. De la experiencia humana y su circularidad. "Es uno de los artistas que mejor ha sabido integrar el planteamiento crítico con el carácter poético, sugerente y evocador sin caer en lo panfletario", explica el comisario. Esta revisión retrospectiva parte desde una sala en la que se muestran a varios artistas que influyeron en su trayectoria como prólogo de una exposición que "habla de aspectos como la muerte, la vinculación personal con la obra y el arte como terapia". Bourgeois, Gina Pane y Mappelthorpe son los que dan la bienvenida al personal mundo de Espaliú junto a algunas de sus frases poéticas que nos envuelven con su valentía. "En la primera sala están las máscaras, los rostros, los óvalos, los caparazones de tortuga. En ella habla de una identidad mutilada y cuestionada, de una presencia que está ausente, donde lo que no está llama más la atención que lo que está", explica el director del museo. En la siguiente sala de la pinacoteca el tema central es la circularidad en torno a la idea del nido. Se dispone la escultura realizada con muletas pero destaca ‘El nido’, un vídeo que grabó en Arnhem (Holanda) desnudándose en una plataforma creada en lo alto de un árbol simulando la forma de un nido de pájaros gigante a modo de cobijo. Desde lo alto "se despoja de su ropa para encontrarse desnudo al final. Se trata de ir a los elementos primordiales de la existencia y dejar lo más banal para encontrarse consigo mismo". Aunque quizá la pieza más conmovedora llega en el ecuador de la exposición. Hablamos de ‘Carrying’, una metáfora en forma de arte que habla del aislamiento y enfermedad. La primera obra "atraviesa la pared, es un objeto que sirve para dos cosas. Por un lado para transportar a los nobles y, por el otro, para hacer lo mismo con los enfermos". Pero, el fin es radicalmente distinto en ambos casos. En el primero se usa para no mezclar a la gente de diferente estatus social y, el segundo, para evitar el contagio en la sociedad. El fin es "hablar de aislamiento". Cuando Espaliú vivía en Nueva York se hizo las pruebas del Sida y estas dictaminaron que estaba infectado. Su primera respuesta, dice el director del IVAM, fue "huir a México para olvidarse del asunto". Pero pronto se dio cuenta de que esa no era respuesta así que decide volver a la capital estadounidense y "plantea el ‘Carrying’". Entró en contacto con otros enfermos y para 1992, con motivo del Festival de Cine de San Sebastián, planteó una ‘performance’ que hablara de la enfermedad que padecía. La llamó también ‘Carrying’ y el vídeo grabado aquel día se muestra en ‘Círculo íntimo’. Él mismo lo explica en una voz en off. Sus amigos, en parejas, lo transportaban como en la ‘sillita de la reina’ por el centro de San Sebastián. En aquel momento se creía que esta enfermedad se contagiaba con tan solo un contacto con el enfermo y, por tanto, su objetivo fue hacer entender que el Sida es un asunto de la sociedad en su conjunto. Unos meses más tarde, el 1 de diciembre de 1992, repetiría la actuación por las calles de Madrid pero en este caso asistieron a la cita personalidades como Carmen Romero, Pedro Almodóvar y Marisa Paredes. Pero a Cortés le resulta más interesante la primera, la de San Sebastián, porque "es más auténtica, está rodeado de amigos y enfermos, la producción es más deficiente, está en blanco y negro pero resulta más íntima y personal". Una "metáfora de la contaminación y de cómo impedirlo. Habla de una sociedad que no es la suya porque lo discriminan por su enfermedad", señala Cortés. Ninguneado en algunas ocasiones por padecer Sida, la última sala está protagonizada por su conjunto de jaulas que hablan del aislamiento. Una de esas piezas está formada por un conjunto de tres piezas que contienen una bella contradicción. Se trata de "la jaula como aislamiento pero las abre por debajo y los elementos que las forman se convierten en meros hilos de hierro que dan pie a escapar". Aquí, Espaliú nos está intentando decir que hay posibilidad de escapar, de crear un mundo mejor, de llegar a un entendimiento. Esta idea la madura en ‘Luisa II’, una escultura formada por dos jaulas que en lugar de caerse se unen la una a la otra "ofreciendo una referencia al amor, de que a pesar de todo se puede construir el amor y es posible entenderse con el prójimo". También es preciso señalar la valentía del artista de confesar públicamente que su condición de homosexual y que padece Sida. Lo hace a través del diario El País con un escrito orgulloso, en el que cuenta su batalla, una lucha en la que no piensa sucumbir ni al dolor ni al miedo. Y esa lucha la lleva a cabo a través de su práctica artística porque "su trabajo le permite vivir con una actitud valiente. Ese hombre al que llevan en la Sillita de la reina está agotado, demacrado, falto de fuerzas y capacidades pero el arte le permite estar en la calle", concluye Cortés. Se trata, por tanto, de una manera de exponer y plantear lo personal y lo político. El arte, de hecho, "tiene que estar en este mundo, no puede aislarse porque un artista no vive en una torre de cristal sino que está en un mundo y es consciente de sus problemas y debilidades". Ahí reside la magia del arte de Espaliú, en unas obras que no son únicas, que no tienen tan solo una lectura y que invitan a la reflexión y dan pie a un conjunto de realidades sociales donde lo que importa es la manera en que se hace, con imágenes ricas y polivalentes". Sus obras de carácter poético resaltan con ese final en el que se siente enjaulado. Una sociedad que no siente suya por el ninguneo recibido por su enfermedad. Por el desconocimiento y el estigma. Estamos, pues, ante un homenaje a la lucha contra una enfermedad de la que hoy se celebra su día mundial en forma de exposición.
Una fiesta en ibiza y la canción “Where’s Your Head At” de Basement Jaxx originó el proyecto de…
An authentic Italian pasta dish!
Czech photographer Dita Pepe uses self-portrait photography to explore ideas of how personal identity can seem to change dramatically in relationship to the other people in our lives, and the surrounding circumstances.
LA ERMITA IV: ANÉCDOTAS. HISTORIA DEL ASOCIACIONISMO EN ISLA MAYOR (6) Cuando entré como presidente en La Sociedad Cooperativa "La Ermita" no tenía ni la más minima idea del tiempo que iba a estar en ese cargo. Ni siquiera me había planteado el tema. Era mi primer cargo asociativo y tenía claro que había sido elegido: no por ser el adecuado, sino por ser el que "estaba a mano" Me considero un "creador de nuevas ideas" y una vez logrado mi objetivo mi interés por ese tema o trabajo desaparece. Y una vez abandonado, cuando salgo por la puerta dejo dentro todo cuanto aquello pudo haber supuesto para mi. Nunca sentí nostalgia por ninguno de mis cargos, sin embargo, antes de dejar la cooperativa ya notaba el fallo, -por primera y única vez en la vida-, de no haber llevado un diario para, algún día, poder escribir un libro sobre la historia de esta lucha fraticida, injustificada y estéril, y profundizar en la "peculiar" idiosincrasia de nuestra gente. Los hombres y mujeres de Las Marismas, somos de un barro especial y bastante complicados de encasillar. Entre todos los miles de libros que he leído sólo recuerdo haberme sentido identificado con los personajes marismeños que descarna James A. Michener, en su libro, La Bahía de Chesapeake, cuando lo lei hace 35 ó 40 años. Me hubiese gustado releerlo ahora, pero se lo presté a alguién. Otro ejemplo de nuestra "especial" condición me lo recuerda las palabras de Angel Cavanagh, nuestro jefe en Paraguay. Cuando ya estábamos algunos meses por el Chaco, en nuestro proyecto arrocero, me comentó: -Pepe, que amigos más extraños te has traído contigo. Inmediatamente le respondí: - Cómo esperas que sean corrientes unas personas que dejan su pueblo, su familia y sus costumbres para venir al centro de esta selva a hacer para ti un proyecto de arroz. Si fueran normales y corrientes estarían en su casa con su familia. Pues esa es nuestra gente de Las Marismas, los aventureros que dejaron una vida conocida para integrarse en un proyecto de transformación en medio de la nada y con los redaños suficientes para enfrentarse a cualquier adversidad. Ellos, sus hijos y ahora sus nietos son los que han dejado este legado; ejemplo de la conversión de una árida marisma en un vergel. Somos gente difícil de manipular y de conformar solo con palabras. Hemos heredado la vocación aventurera, la tenacidad en la lucha, la constancia en el trabajo y si no hemos desarrollado más este pueblo de Isla Mayor no es por falta de capacidad empresarial sino por la nefasta circunstancia de estar aislados. Somos el apéndice de Europa; el final de un camino. Entre nosotros y África, LA NADA, o sea el Parque Nacional de Doñana. La espada de UN Damocles que hace tiempo sueña con cortar el cordón umbilical en las estribaciones de Colinas y enviar a todos nuestros descendientes a las cafeterías de la costa o a las fábricas alemanas. Algunas anécdotas desagradables que me obligaron a tomar decisiones drásticas. La lucha por un matro cuadrado de tierra o por u metro cúbico de agua. Parcelación de "La Ermita" Parcelación de "Cantarita" Cuando se realizaron las primeras divisiones para delimitar las distintas parcelas de "La Ermita"- "Cantarita" se colocaban los hitos donde tenían que realizarse los distintos almorrones medianeros de las parcelas. Entre todas ellas, había una parcela que, al parecer, se había cambiado por la grava, que teníamos que utilizar tanto para las obras como para engravar los caminos y que no había sido ocupada y sembrada. Cuando se revendió a un agricultor para sembrarla se revisó su superficie y el perito detectó que le faltan algunas áreas de terreno. Para localizar el fallo midió las dos parcelas colindantes y en una de ellas había un exceso de cabida igual a la superficie que a ésta le faltaba. No se cómo se realizaron esas divisiones, a nivel campo, por lo que no podía sospechar de ninguna manipulación consciente pero el fallo era tan evidente que bastaba con correr el almorrón lindero los metros suficientes para que cada parcela tuviera la superficie que cada uno había comprado y que estaba pagando. Tras comunicarle a los implicados el acuerdo del Consejo Rector, de rectificar el error, di la orden de poner la linde en su justo lugar. Sin embargo el agricultor que pensaba que le habíamos quitado la tierra (le concedo el beneficio de la duda) demandó judicialmente a la cooperativa para recuperar el terreno. El abogado, del demandante, al que poco le importaba el tema, más allá su propia minuta, llevó a juicio a la Cooperativa y ganó por un pequeño matiz que nunca más se me olvidará. El Juez nos obligó a devolverle el terreno porque él tenía "la posesión" y ahora había que iniciar otro juicio por la "propiedad". Menos mal que mi abogada no me permitió ir a hablar con "Su Señoría" porque, aquella charla, podía haber terminado con algo más que una amonestación. No entendía, por más que me lo explicaran, que un tema tan claro y evidente nos diera tanta lata. Primero por la cabezonería del agricultor, que no tiene un pelo de tonto, pero que no admitía la evidencia de las mediciones y las superficies que tenía cada parcela y la que debería de tener, según los contratos de compra y la superficie que cada uno estaba pagando. Segundo no aprobaba que un abogado, que sí conoce la diferencia entre Posesión y Propiedad metiera, al agricultor demandante en un gasto doble, pues el primer pleito lo iban a ganar pero el segundo, estaba bastante claro que lo iban a perder. Tercero la "aparente ineficacia" del Juez para resolver de una vez algo que todos sabíamos que tenía que ser así o, en caso contrario, se cometería una grave injusticia. Allí empecé a ver la justicia como algo más amarrado a la burocracia que a la verdadera justicia. Pero también entendí las limitaciones de los Jueces a la hora de tomar decisiones que no les agradaban, pero que aplicar "la justicia" sin ajustarse a Derecho, podía ser perjudicial para la misma, porque la legalidad pasaría por encima de esa "justicia visceral". Pues se tuvo que ir al Juicio por la Propiedad, que ganó el demandante que le faltaba terreno, que estaba en la parcela de al lado, pero el agricultor demandado no se cría lo que le estábamos demostrando y desde luego no tengo ni idea de las "milongas" que le contaría su abogado, cuando aquella irrelevante disputa se debía de haber arreglado a las buenas y en el seno de la Cooperativa. Pero no penséis que esas disputas eran de esa época y específicas de nuestra gente. Ya en los códices de Hammurabi deben tener recogidas muchas disputas por la tierra y por el agua. En España, los enfrentamientos por robo de agua, están documentados desde hace más de mil años en las Memorias del Tribunal de la Aguas de Valencia. Estas disputas territoriales o de distribución de agua han sido la causa de muchas peleas y asesinatos. Todavía, en la actualidad, algunas lindes se mueven "solas" con el paso de los años. Para evitar conflictos, siempre he sido partidario de colocar unos hitos divisorios, de hormigón armado y bien clavados en la tierra, de forma que no existan sospechas de traslado, pues éste es un problema innato en algunos agricultores, por suerte cada día es más inusual. También el tema del agua es un asunto “visceral” que parece empujar a algunos agricultores a cometer actos malévolos que, bien mirados, son pura y llanamente, robos descarados. Las dos primeras válvulas de la acequia nº 6, donde se "paraban casualmente" trozos de maderas semiflotantes. La primera parcela que compró mi padre, al llegar a Las Marismas, tenía la ventaja de ser la primera válvula que tomaba agua de una de las acequias secundarias, la nº 6. A continuación de la nuestra, había una docena de válvulas. Pues durante muchísimos años hemos tenido que mirar cada mañana para ver si se había parado algún objeto semi-flotante en la abertura, evitando la entrada de agua. Otras veces la paleta de regulación de entrada “se caía sola” evitando totalmente la entrada de agua con lo que el resto se repartía el agua que nos pertenecía a nosotros. También la de vecino de enfrente, que tenía la toma a la misma altura, sufría el mismo tipo de accidentes. No era ni siquiera denunciable, ya que bien podía ser una casualidad, pero era prácticamente imposible que la casualidad se repitiera tantas veces, de forma continua y especialmente en los momentos que más necesario era mantener un caudal suficiente para controlar la salinidad. La iniquidad y la falta de solidaridad, en los momentos difíciles, son defectos humanos que afloran bastante cuando el agricultor ve peligrar su cosecha. Dios me libre de meter a todos en el mismo saco, pero aunque; “no creo en las meigas, mais haberlas, haylas”. Tanto es así que en las Comunidades de Regantes existe un órgano interno, El Jurado de Riegos, que se encarga de vigilar el cumplimiento de las normas establecidas y de castigar, generalmente con una sanción económica, la multitud de disputas que se generan cada año en las comunidades (me atrevería a decir de casi todo el mundo). Pues si en situaciones normales y con agua buena a los Jurados de Riego nunca les faltaba el trabajo, cuando el agua escaseaba el problema se agravaba. Recuerdo los años en que los dirigentes de la Comunidad de Mínima decidieron no reparar las bombas al final de cada campaña, como era habitual, sino solamente arreglarlas cuando se averiaran. Pues uno de esos años, se averiaron dos o tres a la vez y el agua a repartir se tuvo que rebajar a la mitad. Por lo menos en mi parcela de Veta la Mora, esa escasez de caudal, causó una merma en la cosecha de dos mil kilos por ha. A la incompetencia del mísero Sindicato de Riegos, que quería ahorrarse unas pesetas, provocando con su miopía la escasez de agua, se le unía la indudable mala gestión en el reparto, competencia del perito de esa Comunidad. Yo, que en aquel tiempo estaba en todos sitios, menos donde debía estar, cuando observé que mi parcela llevaba un mes sin desaguar, y como consecuencia de ello la parte más alejada de la entrada de agua se estaba salinizando, mi enfrentamiento con el técnico responsable de la distribución fue bastante duro, especialmente porque no creía en su objetividad y buen hacer, ya que otras parcelas, incluidas las mías de otro lugar y de la misma comunidad, si desaguaban. Para facilitar la comprensión de este proceso de salinización solamente tenéis que pensar en el funcionamiento de las salinas. En esas balsas introducen agua salada y la evaporación va produciendo la concentración de sales hasta que una vez sin agua pueden extraer la sal pura. Pues el agua que entra en nuestras tablas de arroz siempre lleva un poco de sal, -y algunas veces hasta dos y tres grs/litro-. Si el agua que entra, en lugar de pasar a través de la parcela y salir por el otro extremo, se queda en su interior, -ya que la que entra solo repone la evaporación-, en la parte donde entra el agua “fresca” la salinidad será la misma del canal de riego, pero en cuanto te vas alejando de la entrada el nivel de salinidad va aumentando paulatinamente hasta convertirse en un veneno mortal para la planta. Cuando eso ocurre “por fuerzas mayores” e irremediables es muy duro, pero si es el resultado de una mala gestión sientes una sensación de impotencia, al ver enfermar lentamente tu parcela por la falta de agua y su mala calidad. En la Comunidad de La Ermita esa sensación de impotencia que nos causaba ver morirse la plantación por causa del agua salada, provocada por “la mala baba” de algunos empecinados era mucho más indignante que cuando era provocada por causas externas e incontrolables. Ya de partida y sin que hubiesen existido impedimentos externos y mal intencionados, regábamos con una salinidad medio gramo superior a otras comunidades que tomaban el agua directamente del río. Los agricultores sabemos que en esos casos, en los que el agua ya entra salada, nuestra única defensa en darle la máxima circulación posible a fin de que la evaporación no aumente la concentración de la sal. El estrés sufrido por los comuneros de La Ermita, los primeros años de riego, lo volcaban sobre los hombros de Rafael Ángel Grau, mi querido amigo y técnico responsable de la infraestructura y de la distribución del agua. Rafael Angel Grau, dando el bibi a su hijo pequeño (creo) Rafael, hoy ya licenciado y trabajando en EEUU. Pero él tenía una virtud que en aquellos momentos se convertía en su problema. Cuando alguien le pedía algo más de agua para llenar o para solucionar un problema puntual intentaba resolverlo por todos los medios, pero si el demandante pedía algún beneficio en detrimento de los demás era totalmente inflexible. Esta estricta equidad le acarreó muchos enemigos, ya que los problemas eran graves y las soluciones muy limitadas, por lo que se fue formando un grupo para removerlo de su puesto y suplantarlo por otro, me imagino que más moldeable. No los pude convencer de que Rafael Ángel era un hombre de una ética intachable y que difícilmente encontraríamos otro mejor, al margen de que yo no estaba dispuesto a prescindir de una persona de plena confianza y rectitud absoluta. Ante la insistente petición del Sindicato de Riegos tuve que convocar una Asamblea General Extraordinaria para elevar a votación el despido de nuestro técnico. Me parece recordar un ambiente muy tenso. Allí disfrutábamos de algunos lenguaraces que se habían explayado los días anteriores, vertiendo el veneno corrosivo de las “medias verdades”, por lo que no tenía claro cuál iba a ser el resultado de la votación. En cambio para mí, el tema era cristalino. No iba a consentir que lo despidieran por no dejarse avasallar y no querer plegarse a las presiones de algunos así que, sobre la marcha, tomé una decisión de la que me alegraré el resto de mi vida. Puse en marcha el proceso de la votación y no recuerdo si fue secreta, por mi forma de ser, la pediría a mano lazada para terminar antes. Pero añadí un pequeño detalle a su petición de expulsar al Rafael Ángel. Les dije –vais a tener suerte con esta votación pues lleva incluido un regalo: si se despide al perito yo entro en el mismo lote. Aunque es cierto que a mí nunca me importó conservar ninguno de los cargos que he ejercido en mi larga vida sindical o cooperativa y por lo tanto no existía ningún sacrificio por mi parte, el vuelco a la situación fue radical: La moción fue rechazada y nunca más plantearon ninguna objeción a su trabajo. En aquel mismo momento nombramos una comisión encabezada por los principales detractores para que revisasen con el perito cada una de las válvulas de la cooperativa para comprobar que la dotación correspondía a las hectáreas que regaba. Los vigilantes, encargados de dar a cada regante el agua que le pertenecía, llevan una libreta donde tienen anotados los puntos que deben dar a cada válvula en función de la dotación que le pertenecía. Una de las primeras que fueron a revisar fue la de mi cuñado y la mía. Cómo disfruté ese día cuando me dijeron que tras la nueva modulación del caudal, -después de construir un pequeño canal en el interior de mi parcela para poder efectuar una medición más exacta-, tuvieron que darme más agua, aumentando un punto en mi válvula pues estaba regando con menos dotación de la que me pertenecía. Qué satisfacciónes te da la vida, cuando por detalles tan nimios, provocados por situaciones tan míseras, muestran la mediocridad e iniquidad de algunos de tus detractores. Pero lo malo de esto es que ese tipo de gente no se cansa, aparte de cultivar y atesorar cuanto pueden, tienen pocos alicientes más en su vida diaria, que vayan más allá de la critica destructiva o, por lo menos, mal intencionada. Me recuerdan la fábula de conejo y el alacrán: Tras negarse el conejo a llevar en su espalda al alacrán para pasar el río, por miedo a su picadura, el alacrán logró convencerlo que le ayudara y no temiese. Mas cuando ya iban por la mitad del cauce el alacrán comentó, -lo siento pero no lo puedo evitar-. Picó al conejo y los dos se ahogaron. Comunicación del canal de toma de La Ermita con el Brazo de Los Jerónimos. Esta es la última casa de bombas construida en "la Ermita", tras la ampliación de la alcantarilla bajo el canal del Sur de Minima. Con ella aumenta la calidad y cantidad de agua de que dispone la Ermita y desaparecen aquellos graves problemas que tuvimos desde el inicio, fruto del egoismo, la intransigencia y los intereses creados. Subasta de la parcela de un socio; agricultor y amigo. Como ya os he contado en los capítulos anteriores, la Cooperativa de “La Ermita” quedó reducida a una pequeña parte de la Comunidad de Regantes de "La Ermita-Cantarita" y no era otra cosa que una sociedad de garantía recíproca donde la cooperativa avalaba los créditos de cada cooperativista, respaldados a su vez por la propia parcela del socio. Las tierras de la operación “B” (unas 750 has.) eran las únicas que estaban escrituradas a nombre de La Ermita y los agricultores éramos adjudicatarios de la parcela que nos había tocado en el sorteo general realizado al inicio de la compra. Esta operación de escriturar a nombre de cooperativa fue obligatoria para poder acceder el préstamo de BCA. Más tarde aprobamos en Asamblea General, que la cooperativa avalaría, además, una cantidad complementaria (ya que para pedir los préstamos bancarios, el cooperativista que solamente tenía su parcela en Ermita no disponía del aval de su tierra, al estar escriturada a nombre de la coop.) La cantidad máxima avalada por hectárea, podría variar según los años, el valor de la ha. y el capital amortizado, pero que en total nunca podía sobrepasar un porcentaje del valor de mercado, de la parcela. Creo recordar que esa cantidad fue fijada en 500.000 Ptas./ha. y que no se cambió nunca. Cuando un cooperativista no pagaba el préstamo del BCA, a su vencimiento, o el crédito pedido a nivel particular a los bancos, -avalado por cooperativa-, o los gastos de Agua y mantenimiento de la cooperativa y comunidad, ésta tenía que realizar esos pagos por cuenta del socio. Si ese socio ya había dispuesto del máximo de su capacidad de aval, la cooperativa no podía realizar ninguna operación de ampliación de préstamo para liquidar lo pendiente y tenía que hacerse cargo del pago y reclamárselo al socio. Esto no solía acarrear más complicaciones que las de intentar y conseguir operaciones de crédito, más o menos apoyadas a título personal, que permitiesen un crédito puente hasta la cosecha, momento en el que el socio podía liquidar su deuda. Pero llegó un caso muy complicado por razones que no debo detallar, por ser innecesarias en este contexto y porque podrían levantar susceptibilidades en su familia, ajena a todo el problema. Solo comentaré el problema moral que me planteaba, -como presidente-, puesto que era un buen amigo. Con este amigo había aprendido a distinguir la música moderna de calidad entre la enorme cantidad de grupos ruidosos que teníamos en el mercado en los ´70 y ´80. Habíamos pasado muy buenos ratos escuchando a Pink Floyd, con su inolvidable Wish You Were Here. The Temptations, Los Beatles, Tubular Bells de Mike Oldfield, el magnífico Eye in the sky de Alan Parsons Project, o de la cantante todo terreno; Ella Jane Fitzgerald y de tantos otros que harían una larga e innecesaria lista que solo pretende poner de manifiesto que había pasado cientos de horas con este amigo, en su casa, tomando un whisky relajados y aprendiendo de él a discernir entre música moderna y algarabía. Sin embargo, algún tiempo después se separó de su mujer e hijos, iniciando una nueva vida en la que mezclaba la agricultura con su nuevo negocio de clubs, que no siendo indecoroso, sí conlleva una serie de implicaciones que pueden crear confusión mental si uno no sabe discernir el negocio de los efímeros placeres de la vida. Junto con su familia, perdió el control de sus gastos y esto le llevó a incumplir sus compromisos de pago, lo que ocurre a veces en cualquier familia, con cualquier negocio. El problema se agravó al esconder la cabeza como el avestruz. La amistad no podía encubrir los impagados a la Comunidad ni a los bancos, a los que hubo que liquidar sus créditos, y tras algunas reuniones con su “gobernanta”, -pues él nunca acudió a ninguna de nuestras peticiones para buscar y encontrar un arreglo-, no tuvimos otra solución que solicitar al juez la autorización para subastar su parcela y con ese dinero liquidar todas sus deudas pagadas por la cooperativa, los intereses generados por los impagados, más los gastos de mora que la cooperativa había liquidado en su nombre. Cuando el juez nos autorizó a subastar la parcela, pasé a su despacho y le pregunté qué podía hacer la cooperativa con el dinero que sobrase de la liquidación puesto que pensaba que tenía unos hijos que lo necesitaban y dárselo a él podía ser, incluso, contraproducente. El juez contestó que ese tema era otra causa distinta y que llegado el momento tendríamos que plantear cómo se hacía ese reparto. Hasta aquí llegó mi gestión de este caso, que evidentemente ha sido uno de los peores y más “amargos tragos” de mi vida. En Junio del 93 presenté mi dimisión irrevocable por problemas personales, -que en aquel momento no podía contar-, ya que me veía obligado a vender mi parcela y todo mi patrimonio para pagar las deudas que me había generado la odisea inmobiliaria que tal vez, en otro momento contaré. Pero aquí no terminaron los amargos tragos de aquel caso. Pasado algún tiempo recibí una citación del juzgado, como Presidente de la Ermita, imputado por no haber devuelto la cantidad sobrante de la liquidación de la parcela. Mi enfado fue tan enorme que le retiré mi amistad al abogado que presentó la querella y que había sido nuestro abogado personal durante muchos años. Él conocía la historia, mis intenciones de devolver el dinero, preferentemente a los hijos, y las instrucciones que había dejado a la Junta Rectora,- que se encargó de la disolución de la cooperativa, que ya había cumplido con su finalidad de apoyar a los pequeños agricultores que difícilmente hubiesen podido hacer frente a los gravísimos problemas económicos que tuvimos-. El abogado de la parte demandante intentó justificarse ante mí diciendo que no tenía otro remedio que empezar por el Presidente que había cuando se inició el proceso de expropiación y que tenía que acudir. Él sabía de sobra que yo iba a ser su “testigo de descargo” pero a mi me había implicado en un caso en el que ya no tenía nada que decir. Entonces fui a ver a los responsables de la coop. y les advertí que habían “metido la pata” y que la tierra no era de La Ermita, aunque estuviese escriturada a su nombre, y por lo tanto el dinero sobrante no lo podían emplear en gastos generales de la coop. sino que tenían que devolverlo a su dueño. Me imagino que llegaron a un arreglo pues ya no me molestaron más por ese tema. Ni sé si ese dinero fue a parar a las manos apropiadas ni, francamente, ése era ya mi problema. Moraleja: En mi pueblo, el más tonto, en sus ratos libres, construye relojes de precisión. El episodio del cierre del canal de riego. Consecuencia de la rebelión de los pequeños agricultores a aceptar el recorte de la superficie de siembra. Después de la campaña de 1983, que fue el primer año que Las Marismas no regaron por falta de agua en los embalses de regulación General, se repiten los graves problemas en el ´87 y ´88 que se riega toda la superficie pero salvamos parte de la cosecha por las lluvias de primeros de otoño. La nefasta Política Hidráulica llevada a cabo por la Junta de Andalucía, con el beneplácito de la CHG, del IRYDA y de los bedeles que también creo repartían concesiones (si eran del partido) nos iban a llevar al límite de nuestras posibilidades de subsistencia. La problemática del ´82 y del ´83 me había llevado a realizar un trabajo sobre la problemática de los riegos en la Cuenca del Guadalquivir y su posible solución, mediante la construcción del Lago Tarssis. En el estudio dejaba patente que la Cuenca, en esas fechas, tenía ya un déficit de 500 Hm3. No solo no me hicieron ningún caso en el recorte de nuevas ampliaciones, sino que a primeros de los ´90 ese déficit se elevó a cerca de 1.000 hm3 anuales y es una cifra fácil de demostrar si sumamos el agua que hubiésemos necesitado para regar con normalidad desde el ´89 al ´95. Era cierto que habíamos atravesado una época de sequía severa, pero los cálculos de la regulación hiper-anual no tenían ninguna justificación técnica. Solo podía entenderse desde un punto de vista político-partidista y tomando como referencia de la Política Hidráulica las inapropiadas palabras del Consejero de Agricultura Miguel Manaute; que afirmaba que prefería que tres agricultores regaran cada dos años, en lugar de que dos regaran durante los tres. En la Marisma terminamos regando 1/3 de la superficie cada dos o tres años. Con esa filosofía. –propia de un socialismo-maoísta-, de igualar por debajo, ruina para todos los agricultores, se llevaron a cabo los planes de Nuevos Regadíos, como el Genil-Cabra y los Planes de Reforma Agraria cuyo pilar fundamental descansaba en la transformación de secano a regadío. Y con esta política (le decía al Consejero) que nos quitaba la camisa a unos para darle una camisa incompleta a otros. Y esta desastrosa e impresentable Política Hidráulica nos llevó a los siguientes desastres agronómicos: El año ´89 regamos 1/3 de la superficie El ´90 y ´91 la totalidad pero con muchos problemas de sal (mala cosecha) El ´92 sólo pudimos regar 1/2 El ´93 0/0 El ´94 1/3, que muchos agricultores rechazaron por la problemática de riego. El ´95 0/0 Imagen satelital de Julio del ´95. Las parcelas verdes del exterior de la Marisma arrocera son las únicas sembradas. Muy pocas de arroz, la mayoria de algodón en la marisma que riega del canal del Bajo Guadalquivir. Lo que afectaba a la Cuenca General repercutía con virulencia en nuestra Comunidad, por las razones ya explicadas. En la campaña del ´89 tuvimos que tomar otra decisión drástica y contundente y, como Presidente, asumír todas las responsabilidades que pudieran sobrevenir. Uno de nuestros regantes se ofuscó de tal forma, que se negó a cumplir el acuerdo tomado en la Asamblea General de la Comunidad de regantes de “La Ermita”, de sembrar solo 1/3 de nuestra superficie. Éste nos venía impuesto por la CHG (Confederación Hidrográfica del Guadalquivir) y era de obligado cumplimiento para toda la Cuenca. La Confederación, tras los acuerdos tomados en la Mesa de Sequía, donde se había autorizando 1/3 de la dotación de agua, que le pertenecía a cada regante. Las cantidades totales serían servidas y medidas en la cabecera de los canales principales. En el interior de cada finca el agricultor podía disponer libremente de su dotación de agua y sembrar más superficie tomando él los riesgos de no llegar al final del cultivo. Para la zona arrocera se nos mediría el tercio (más 10 m3 para el tapón salino) en la Presa de Alcalá del Río y se nos limitaba la superficie máxima de siembra al 33% de la que le pertenece sembrar a cada agricultor o empresa arrocera. En el caso de no cumplir con la orden, la CHG cumpliría con el estricto mandato de no aumentar el caudal en Alcalá con lo cual, si sembrábamos más de la superficie total autorizada, era seguro que nuestro cultivo no llegaría a término. Al margen de las denuncias por el incumplimiento del Decreto de Sequía, si el sector arrocero no se plegaba a las exigencias de la CHG era imposible llevar la cosecha a buen término, excepto la Comunidad de Puebla del Río, que al estar la primera en la toma del río y la más distante del mar, tenía posibilidades de que alguna tormenta de verano mantuviese el tapón salino por debajo de su casa de bombas. Por lo tanto, ésta era una decisión inapelable ya que, sencillamente, no teníamos la suficiente reserva de agua en los embalses para poder suministrar las dotaciones mínimas para regar toda la superficie de la Cuenca, ni tampoco para poder dar algún riego de apoyo al sector arrocero en el caso de que la salinidad subiese a niveles mortales en la tomas de agua más cercanas a la desembocadura. Como representante de la Comunidad de Ermita y, en esos momentos, ya lo era también de todo sector arrocero, había pedido una y otra vez que no contasen como agua para el arroz, la utilizada para mantener el tapón salino, y argumentado en la CHG que nuestra dotación tenía que ser de 1/3, como a los demás regantes de la Cuenca, más 10 m/seg que se pierden, -en cualquiera de los casos, con más o menos dotación de agua para el riego-, para mantener la salinidad por debajo de las tomas de las bombas finales del río. Otro argumento esgrimido continuamente era que mientras en las tierras con toma directa del canal del Bajo, con la mitad de agua podían regar la mitad de superficie o lo que quisieran arriesgar los agricultores. En la zona arrocera, la espada de Damocles de la salinidad, nos dejaba en una enorme desigualdad, no solo con los regantes de toda la Cuenca, sino también entre los regantes de la parte superior del estuario y los que tomamos el agua más cerca del mar, por la enormes diferencia de salinidad entre la parte superior y la inferior del tapón salino. Esta discriminación se solventó en parte, al regular de forma alternativa los días que se podía elevar agua de las comunidades arroceras, distinguiendo las bombas de la parte alta del río de las de la parte baja, obligándonos a pararlas por secciones durante dos o tres días a la semana, según que regásemos 1/3 o el 50%. De esta forma cuando paraban todas las bombas de la sección superior, el tapón salino bajaba hasta la altura de las tomas de la sección inferior, consiguiendo con esta medida igualar un poco la gran diferencia de salinidad que existe normalmente. Nuestra Comunidad, “La Ermita-Cantarita”, toma el agua del Canal de los Jerónimos, - casi de las últimas-, y del desagüe de la Comunidad de Mínima. El agua que nos llegaba arrastraba la sal disuelta a su paso por la tierra de la comunidad de Mínima y a este incremento de salinidad había que sumarle el aumento producido por la evaporación; el agua resultante, ya había sufrido un aumento de salinidad directamente proporcional a la salinidad de la toma inicial en el Guadalquivir. Este es el punto donde nuestro canal de toma enlaza con el Brazo de los Jerónimos. Nuestras casas de bombas son los edificios que se ven a lo lejos delante del coche. A esta situación específica de “La Ermita” estaba la pelea interna del sector arrocero, donde los pequeños agricultores exigían el riego de toda su parcela en detrimento de los grandes agricultores. Ellos consideraban de justicia que los grandes, disponían de más capacidad económica para soportar ese déficit, pues tenían mayores ingresos en los años normales. El tema de una “justa distribución de las superficies a sembrar” fue un dilema que me llevó muchísimas horas de reflexión hasta llegar al convencimiento de que “no existe una forma justa de distribuir la miseria”. Mientras que en la cooperativa de “la Ermita” logré convencer a los grandes regantes de Cantarita que cediesen su superficie de riego por una pequeña cantidad de arrendamiento y de esa forma ceder su caudal de agua, para que los pequeños pudiesen sembrarlo todo, y así lo hicimos. En el resto de la Zona arrocera no tenía autoridad moral para quitar a unos y darle a otros, ni tampoco legalidad jurídica, ya que la distribución de las superficies nos venía impuesta desde arriba, de acuerdo con nuestro Derecho Constitucional.. Pero, al margen de que tomar decisiones unilaterales no era jurídicamente aceptable, tampoco yo veía la forma de distribuir justamente los derechos de aumentar las superficies de unos agricultores en detrimento de otros. En realidad era imposible decidir, -con equidad y justicia, a quién le hacía más falta, económicamente hablando-, ya que el pequeño agricultor, de 5 a 10 has, no vivía, ni puede vivir hoy del cultivo de arroz de su pequeña parcela y, por lo tanto, tenía otro ingreso del que dependía el sustento de la familia. Los grandes agricultores, -al margen de que tuviesen la sensibilidad social de ceder su agua a los pequeños (como fue en el caso de La Ermita) tenía que ser por voluntad propia, puesto que legalmente tenían y tienen todo el Derecho a disponer de su agua y también, debíamos tener en cuenta, su responsabilidad moral de mantener a los trabajadores fijos que tienen empleados en el mantenimiento de la infraestructura de riego y maquinaria, que tanto para los grandes agricultores como para las pequeñas y medianas empresas arroceras, consistía en un capítulo de gastos, proporcionalmente, importante. Tenía la seguridad que quines más iban a sufrir eran los medianos agricultores, -entre 10 y50 has-, que vivían exclusivamente del cultivo del arroz y que por regla general compartían una sola explotación entre varias familias: hermanos o varias generaciones. Pero defender esa postura era políticamente inviable ya que parecería que estaba defendiendo mi situación particular y la de la mayoría de los afiliados a Jóvenes Agricultores. Así que nuevamente opté por defender la solución salomónica, es decir, defender que cada uno de nosotros regase el 33% de su superficie que, siendo una mala solución, era la menos mala y jurídicamente hablando, la única posible. Las demás opciones se limitaban a defender intereses particulares de un sector, más débil desde el punto de vista de propiedad agrícola, utilizando como arma la misma demagogia tantas veces usada para realizar proselitismo. Para facilitar los riegos y poder concentrar las parcelas, autorizamos a los regantes para que pudiesen unirse y sembrar conjuntamente en las parcelas que quisieran, siempre y cuando fuera concentrando todas las superficies en los primeros canales y en las mejores tierras, lo que nos permitió cerrar los últimos canales secundarios de Cantarita. Pero uno de los socios de nuestra comunidad, cuyo nombre sinceramente no recuerdo, (si lo recordara tampoco lo mencionaría) se empecinó en sembrar toda su superficie sin pagar nada por derechos de siembra, de la superficie que no le pertenecía sembrar. No admitía otra opción que no fuese sembrar toda su parcela y no tuve otra alternativa razonable, para evitar enfrentamientos, que ordenar la destrucción de diez metros del canal de riego secundario desde el que él tomaba el agua y que después situaran la retroexcavadora encima del corte para evitar que el regante en su desesperación hiciese a palín un pequeño canal por donde pasase agua suficiente para poder regar él solo. Para evitar un problema de enfrentamiento con los vigilantes o un ataque a la máquina, contratamos a un guarda de seguridad, que impusiera respeto a fin de evitar cualquier “locura transitoria”, hasta que el regante entrase en razón y comprendiese que a nadie le gustaba la medida impuesta por la CHG. Tampoco nos agradó la drástica medida de destrozar un canal de riego, -para evitar el enfrentamiento en la válvula que es fácil de manipular, rompiendo el candado-, y provocando el enfrentamiento con vigilantes y Jurado de Riegos. La zona arrocera en general y la Ermita, en particular, no podía romper la disciplina de riegos impuesta por la CHG, por ser los últimos regantes de Río. Si se rompe algún día la Unidad de Cuenca, podemos darnos por fastidiados, ya que si cada uno toma el agua del río a su paso, sin obedecer las decisiones generales, poca agua nos iba a quedar a los últimos en tomar el agua fluyente. Para comprender, en profundidad, el alcance de esta decisión es conveniente conocer los problemas de riego que tienen las Marismas, nuestra situación geográfica dentro de las mismas y la importancia de la Unidad de Cuenca para nuestra supervivencia. Una completa información sobre todas las connotaciones de la Cuenca del Guadalquivir y la problemática de nuestros riegos, la ofrezco en estos cuatro capítulos sobre la problemática del riego y de la salinidad en el estuario del Guadalquivir. http://pepehermano.blogspot.com.es/2013/06/del-arroz-amargo-7-dragado-del-estuario.html http://pepehermano.blogspot.com.es/2013_06_01_archive.html http://pepehermano.blogspot.com.es/2013_07_01_archive.html http://pepehermano.blogspot.com.es/2013_08_01_archive.html La mortandad de patos en Doñana y en Las Marismas del Guadalquivir. Otro desagradable capítulo con el me tocó lidiar fue la gran mortandad de patos que sufrimos en Las Marismas en el verano del 86. F.Rafael Molina. Este es el paraíso de los patos cuando están en el arrozal. Agua limpia, comida abundante, sexo a la demanda y prohibido cazarlos. Algunos ecologistas están convencidos que los arroceros tuvieron la culpa de la mortandad por envenenamiento. Pero ninguno de ellos aceptó el reto público que les hice a TODOS a traves de la prensa (ABC de Sevilla) de que yo bebía agua del arroz si ellos bebían de donde yo afirmaba que venía el problema. http://pepehermano.blogspot.com.es/2012/08/el-arroz-y-el-medio-ambiente.html He revisado este post sobre la mortandad, -una de tantas que ha sufrido el Parque Nacional de Doñana, hasta que los conservacionistas han aprendido cómo manejar el agua de los lucios, para evitar el botulismo, y los arroceros hemos aprendido a utilizar los pesticidas correctos, tras ser informados debidamente por la Administración-, y tras su lectura veo que tendría que repetir prácticamente los mismos argumentos del capítulo por lo que os ruego que antes leáis el post, arriba reseñado, y después el resumen que hago a continuación, que no cambia nada, puesto que los hechos son los mismos, aunque hoy ya parece que exista más gente se lo crea. No todos, pues para algunos ecologistas radicales solo el hecho de nacer como hombres, ya es atentar contra la ecología. Aquel verano la Fundación José María Blanc, -creada en 1982, para la Defensa de la Naturaleza y cuya finalidad es: conservar la naturaleza por medio del estudio e investigación de la fauna y flora silvestre, y el aprovechamiento integral de los recursos naturales, sean agrícolas, forestales, cinegéticos, recreativos y turísticos, con fines de interés general-, había solicitado autorización para mantener agua en un lucio, al final de entre muros, pues había allí unas cuantas parejas de gaviotas pico-finas, -una especie en peligro de extinción-, que estaban en pleno proceso de cría en el momento que normalmente hay que secar los lucios de Doñana para evitar la reaparición del botulismo que es endémico en la zona. Pero estaban esperando una visita muy importante, en cuestión pecuniaria, lo que aconsejaba mantener el agua el tiempo suficiente para que terminasen su desarrollo. Pero aquel fue un año seco y el Guadiamar no aportó ni una gota de agua al final del cauce, donde estaba la “bandada de gaviotas” y el agua estancada empezó con un lógico proceso de eutrofización “pudriendo literalmente esas aguas” y provocó la activación de la bacteria Clostridium botulinum, endémica en todas Las Marismas del Parque, donde no se renuevan las aguas en verano, a pesar que hay unas magníficas instalaciones de bombeo al acuífero 27, (el mayor acuífero de Europa de aguas fósiles) que podrían terminar para siempre con el problema. Pero no; los ecologistas quieren conservan el Parque lo más natural posible. Me parece muy bien: pero si ”la cagan” que no nos culpen a los que sufrimos su constante presencia en nuestro hogar. Hogar que ya estaba allí antes que los salvadores del mundo nos cargasen con la losa de su mantenimiento. Y con este “introito” -“literario, que no ginecológico, como algunos les hubiese gustado”- nos llegaron dos Land Rover cargados de patos enfermos, con nocturnidad y alevosía, y los repartieron por la zona cercana al origen de la epidemia: Cantarita. Los patos los vimos a los largo de los caminos, enfermos, muy enfermos o muertos. Los primeros se salvaron una buena parte pero la mayoría ya estaban totalmente envenenados por la toxina botulínica y no pudieron salvarse. Pero los guardas del ICONA, los trajeron, quiero creer que con la intención de salvarlos y no de “colgarnos el muerto” (por lo menos uno tengo identificado, por un testigo para mí totalmente fiable). Cuando salió en prensa el truculento ataque al Patronato de Doñana, presidido entonces por Alfonso Guerra, ya tuve la certeza que aquellas muertes iban a recaer directamente sobre el sector arrocero. ¡Cómo iba a permitir el todopoderoso Guerra que se le murieran los patos! El País, 30 de Septiembre de 1986. Titulares: Un insecticida prohibido en las marismas andaluzas causó el desastre de Doñana. Entre este titular, en primera plana de la mayoría de periódicos españoles y el articulo siguiente, 7 años después, escondido en la sección de ecología de El País y en el resto de periódicos, perdido entre los “rollos interiores” pues ya no era noticia, habían transcurrido casi siete años, durante los cuales esas muertes estaban cargadas en la “cuenta negra” de los arroceros. ECOLOGÍA Absueltos los arroceros acusados de la mortandad de patos en Doñana. Juan Méndez. Sevilla 14 JUL 1993 La Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla ha confirmado la absolución de los 30 arroceros, dos vendedores de productos fitosanitarios y dos funcionarios de la Junta de Andalucía, procesados por un delito ecológico como responsables de la mortandad de más de 30.000 patos en el entorno del parque nacional de Doñana en 1986.La sentencia, que desestima los recursos de apelación de las acusaciones representadas por las asociaciones ecologistas Andalus y CODA, concluye que el producto plaguicida empleado por los arroceros "era inocuo para las aves" y que no ha quedado probado "el riesgo concreto que se corría con su uso" en el tratamiento de los cultivos. Entre aquellos siete años, “varios terremotos personales” habían sacudido mi apacible vida anterior a los ´80: había pasado de ser un “tranquilo agricultor y feliz padre de familia” a un atareado sindicalista-agrario que intentó y consiguió liderar grandes cambios en el Asociacionismo de Las Marismas y que cuando ese campo se me quedó pequeño e intenté cambiar la fisonomía de mi pueblo me estrellé de bruces contra el muro de la papelera donde se quedó todo mi patrimonio y buena parte de mi estabilidad síquica. La discusión con Joaquín Verdugo... fin de mi misión en “La Ermita” Si me permito nombrar al agricultor que utilicé para justificar mi dimisión, es precisamente porque realmente no fue el responsable, solo el detonante; la escusa que aproveché para abandonar uno de los cargos donde más debía justificar mi abandono. Mi relación con la generalidad de los regantes de la Comunidad había sido siempre excelente. Nadie, que yo supiera, había puesto nunca mis cargos en duda y yo por “las buenas no podía decir, me voy que ya estoy cansado”. Sin embargo, hacía un año que quería salirme de todos mis puestos de responsabilidad pues no veía la forma racional de evadir la avalancha que se me venía encima, consecuencia de una nefasta inversión inmobiliaria, -larga de explicar-, en la que me había embarcado, junto con Federico Clar, y de la que ya veía muy claro que no íbamos a poder salir con la elegancia con que habíamos entrado. Tenía muy claro que el terremoto económico que se me venía encima quería atravesarlo solo, sin cobijarme a la sombra de mis cargos institucionales, representativos al más alto nivel en las cooperativas, como “La Ermita” y Veta la Mora o en asociaciones agrarias, como FAS y CNJA. Tampoco podía explicar mi situación personal, ya que hubiese provocado la precipitación de la crisis, evitando con ello, que por lo menos mi caída no arrastrara a algunos de los amigos que habían confiado en mi, dándome tiempo para malvender mi patrimonio y liquidar las deudas de los proveedores y esperar que los bancos nos diesen tiempo a que se repusiera el sector y no tuviésemos que liquidar a 1 lo que valía 3 o 4. Pero esta reflexión pertenece al capítulo de 2ª Generación, que tal vez también le llegue el momento de desentrañarlo. Joaquín era una persona muy seria, formal y cumplidora, con el que no tenía una relación cercana, pero era un hombre que me caía muy bien. Por desgracia ya no está entre nosotros. La nuestra, era la relación normal entre dos regantes que saben respetar sus distancias. Pero como él era algo mayor que yo, un día, junto a la puerta de su casa, me saludó y me dijo que quería comentarme un tema privado. Por supuesto siempre estaba dispuesto a escuchar y a intentar solucionar los problemas que estuviesen en mi mano arreglar. El año anterior, el ´92, habíamos tenido que reducir la superficie al 50% y si no recuerdo mal, los propietarios grandes de Cantarita, ya no eran tan grandes y su tierra podía producir con normalidad. En el ´89 los convencí con el argumento de que la salinidad de sus tierras les daba pocas garantías de obtener media cosecha, en un año tan problemático como aquel, en el que ni siquiera teníamos garantía de poder terminar la cosecha, especialmente en las tierras nuevas. Pero en el ´93 los propietarios quisieron arriesgarse y además sabían que tenían que regar para conseguir ir rebajando el grado de salinidad de sus tierras y, que yo recuerde, nadie cedió sus derechos de agua y todos sembraron su 50%. Pues esta medida restrictiva, que afectaba a todos por igual, limitando al 50% la superficie a sembrar, a Verdugo le pareció un atropello que yo había permitido en beneficio de los grandes agricultores. Después de casi 14 años razonándoles y explicándoles en las Asambleas Generales, en las que intentaba imprimir ciertas dosis didácticas sobre democracia, conocimiento del Nuevo Orden Constitucional y los Derechos de cada persona a su propiedad, tanto material como intelectual, me daba cuenta que no era mucho lo que había conseguido. En aquella situación en la que me encontraba totalmente “roto en mi fuero interno”, viendo cómo mi vida entraba en una espiral de desastres totalmente imparable no era, desde luego, mi mejor momento para aguantar una “Catilinaria” en defensa de unos intereses particulares, tan discutibles como los que pretendía atropellar en su propio beneficio. ¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia? ¿Hasta cuándo esta locura tuya seguirá riéndose de nosotros? ¿Cuándo acabará esta desenfrenada audacia tuya? Pido perdón por el inciso, que no todos entenderán ni compartirán, pero aunque no sea Cicerón, tengo derecho a cansarme y también a sentirme dolido. Aquella fue la gota que colmó el vaso de mi aguante emocional y en aquel mismo momento tomé la decisión de presentar mi dimisión irrevocable, que por otra parte tenía los días contados, aunque podía haber aguantado hasta la siguiente Asamblea General pero, por desgracia, cuando pongo la raya soy más cabezota que Pizarro.
El excomponente de Supertramp actuará el 16 de agosto próximo en González Byass.
Czech photographer Dita Pepe uses self-portrait photography to explore ideas of how personal identity can seem to change dramatically in relationship to the other people in our lives, and the surrounding circumstances.
Pepe Fueyo, voz, letra y guitarra en "Skanda" José Manuel Fernández Fueyo (Pepe Fueyo), el de café habana. Y el del grupo Skanda. Foto: José Ramón Viejo El grupo creador e investigador del duende asturiano El grupo mierense y asturiano Skanda. Europa Press Asturias. La Nueva España. Tenía la mirada perdida en la pequeña ventana, o era lo que parecía, porque en realidad lo que estaba era ensimismada con las 209 gotas de lluvia que había quedado atrapadas en el cristal. Sentada en aquella mecedora llena de pequeños agujeros que había heredado de su madre, la vieja estaba sola en la habitación, ella y la sombra de los barrotes proyectada en la pared, eran las únicas que se movían en aquel pequeño universo". "Paxarinos quállegres cantáis / a la oriella de la fonte, que subis y baxais de repente /, a coyer los rayinos del sol. Ay Teresina marchu pa la guerra / nun se lo que va a pasar / garra los guajes, tira pal monte, piesla la casa namás. Dexo la mina, dexo´l picu / cámbiolu por un fusil, con la columna " 'Sangre d´ochobre' /marchu sobre Madrí". Los componentes de "Skanda", en plena actuación. J. R. SILVEIRA. La Nueva España. Te lo encuentras tranquilo, sosegado y paciente, pese a que los asuntos musicales en su estado emocional y sobre todo vocacional, no marchan todo lo bien que, en estos momentos, era de desear. En su café-musical "Habana", único en Mieres y puede que ahora mismo, en Asturias, siguen sonando los poemas hechos música de "Skanda", grupo en el que participa, como voz, letra y guitarra desde hace veinte años. Es José Manuel Fernández Fueyo, más bien conocido como Pepe Fueyo, que nunca fue a conservatorio alguno, ni a la más elemental academia, pero su duende creador lo llevó tras las huellas de la investigación en torno a la llingua, convertida primero en poema, más tarde en música, y con ella y sus compañeros de fatigas, los miembros de "Skanda", coser toda una tela de hondo tupido para rebuscar en las raíces de unas formas de expresarse, conducirse y escribir la historia, para luego hacerla llegar a los foros predilectos, dejarse oír y doblar campanas musicales en defensa de lo nuestro. Captura de pantalla con José Manuel Fernández Fueyo (Pepe Fueyo), y Skanda, Folk asturiano en Lezaun, Navarra. YouTube. Entre las páginas de un hermoso y brillante libro-disco, magistralmente concebido pese a las cortas subvenciones, es decir, esos pequeños apoyos económicos que antes asomaban, de vez en cuando, en los frentes del poder político, para alimentar deseos, proyectos y tentaciones de los bravos defensores de la vieja Asturias, viene el diario de una de las últimas grabaciones de un grupo mierense de folk, bajo el sugerente título de "Bitácora del Skanda 18" (diariu d´un viaxe)". Los Marco Castañón, Juan Oliva, Tino Díaz, Michel Ardura, Héctor Braga, Eduardo Salueña y Pepe Fueyo se ponen en marcha tras saborear una estupenda tortilla, obra de la incondicional Rosi Estrada. Se trata del montaje de escenario, moqueta, luces auxiliares, elementos decorativos y finalmente los instrumentos. Por la tarde será las pruebas de sonido y el montaje de cámaras de vídeo. Para ello varias colaboraciones totalmente desinteresadas -que todo hay que decirlo- de Víctor con la iluminación, Rubén y Marlen a producir, José Taboas con el video, Dani y Darío dándole al sonido. Y a funcionar, "mentanto Víctor cantaba´l baxaben cuatro ayeranos, subíua lo cimero de la so escalera. Paecía un pirata de vuelta de too? un abordaxe más"... Pepe Fueyo con su guitarra. Foto Archivo. Y así desde el jueves día cinco de "avientu" hasta el domingo ocho, para parir este nuevo trabajo, una producción digna de figurar ante los mejores auditorios, que queda reflejada, para los anales, en la edición de "Skanda 18", obra de Algamar Producciones S. L., con el diseño gráfico de Pablo Pujades, los textos de "Pepe Fueyo, y "semeyes" de César Sampedro y Skanda. ¡Ah! Cola subvención de la Conseyería de Cultura del Principáu d'Asturies. Esto cumplirá el año a finales del presente. Pero, una vez más, "Skanda" no estaba solo. En la música, en las imágenes, se encontraban, en plan colaborador sin límites, la orquesta Big Band, la banda de Gaitas "Villa de Mieres", el Corín de la Escuela de Música, Pandereteres de Fitoria, Coro Minero de Turón, Marisa Valle Roso, Anabel Santiago, Silvia Quesada, Alfredo González, Pablo Moro, Imanol Núñez, Berto Argayáes, Juan Yagüe y Daniel Alvarez. Con ellos todo un equipo técnico y humano de largo alcance, otras colaboraciones y "sofitos", que hicieron posible el milagro. Un último detalle a tener en cuenta. En algún rincón de la obra se dejó oír el saxofón de Sara, la hija predilecta del promotor del grupo. El Habana, el "café pub" de Pepe Fueyo en la C/ Jerónimo Ibrán de Mieres, en este local se puede disfrutar de la música en directo en diferentes ocasiones. Foto Archivo. Pepe Fueyo, cincuenta y un años, "alma, corazón y vida" de la realidad de "Skanda", lamenta, a estas alturas que todo movimiento redentor y libertario a favor de la fala, costumbres y cultura asturiana no encuentre el eco deseado en los actuales estamentos oficiales del poder establecido en la tierrina, simplemente porque el grifo, el pequeño goteo que aún mantenía en vivo las pocas esperanzas se cerró de forma total, como dicen algunos "A la espera que pase esta marabunta de tejes y manejes políticos en torno a elecciones de todo tipo y a campañas preparatorias de los comicios que se repiten y repiten como calenturas fuera de un verano normal". En el "Habana" sigue sonando la música de "Skanda", porque es el domicilio social del colectivo y "estaría bueno que no existiera preferencias especiales", aunque, dicho a tiempo, también acuden otros autores e intérpretes, porque todo el mundo tiene derecho a vivir, "aunque, en realidad, a estas alturas, no es posible sobrevivir con la música", según palabras del propio Pepe Fueyo, puesto que, de lo malo, con las subvenciones anteriores se podían programar algunas actuaciones a lo largo del año. Pepe Fueyo con su guitarra durante una actuación. Foto Archivo. "Ahora mismo -asegura- llevamos los meses de 2015 y sobre todo el verano reciente, en el dique seco, es decir, sin que suene la flauta". Y nunca mejor dicho. De todas formas la reciente historia de "Skanda", esos veinte años de vida están ahí, con un largo recorrido de presencia musical en toda España, así como en Francia (entiéndase Festival Intercéltico de Lorient) y Portugal. "La verdad -finaliza su exposición Pepe Fueyo- en estos dos últimos países se admira y valora mucha más que en el nuestro, este tipo de música y el conocimiento de las raíces folclóricas". Rincón mágico del Café habana (local de Pepe Fueyo), captado por la cámara de José Ramón Viejo FUENTE: AMADEO GANCEDO. Publicado por la Nueva españa el 27-09-2015. Ver enlace. _________________________________________________________________________ AUTORES. AMADEO GANCEDO (Tuña (Tineo) 1935 - Mieres del Camino 2019), ejerció de fedatario del ruidoso y contradictorio Mieres de finales de los setenta y toda la década de los ochenta, contando en sus crónicas el inicio del naufragio industrial del concejo y el surgimiento de un pálpito que insufló vida a la emancipación política y sociocultural. Como antes había hecho uno de sus maestros, el recordado Luis Fernández Cabeza, Amadeo Gancedo se convirtió en infinidad de ocasiones en consejero, orientador e incluso confesor de alcaldes, empresarios, sindicalistas y dirigentes vecinales. También de algunos artistas, como el propio Víctor Manuel. Al margen de su infatigable labor periodística y, más tarde, empresarial, Amadeo Gancedo fue una persona permanentemente implicada en la vida social y cultural de Mieres. “No sólo fue un observador, sino también un laborioso actor estrechamente ligado a la comunidad”. Fueron muchas las iniciativas en las que se embarcó, colaborando con entidades como el Caudal Deportivo o el Orfeón de Mieres, entre otras muchas. Durante dos etapas de su vida estuvo enfrascado en sendos proyectos que tuvieron una notable relevancia. Se trata del Concurso Artístico de Otoño del viejo Teatro Capítol y de los “Tribunales Populares” impulsados durante su etapa al frente del Centro Cultural y Deportivo. En ambos casos, compartió experiencias con otros muchos inquietos mierenses implicados, como él, en el progreso del concejo. Como en casi todo, su acusada sensibilidad social le hizo adelantarse a debates antes de que se pusieran de máxima actualidad. Un abanderado del entusiasmo. Así le recordaremos. Amadeo Gancedo Rodríguez falleció el 27/04/2019. Fuente: La Nueva España. EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos. “El único deber que tenemos con la historia es reescribirla”. (Oscar Wilde) El Blog de Acebedo se adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo haber nacío n’ella”. FUENTE. El Blog de Acebedo. __________________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________ NOTA: Los nombres de los autores aparecen en el pie de cada imagen o al final de cada artículo, si no es así, se debe a que es un dato que se desconoce, así que, si algún autor la ve en este blog, le rogamos que se ponga en contacto con “El Blog de Acebedo” para hacerlo figurar o para borrarla si es su deseo, porque es justo reconocer a los autores. Si te ha interesado esta entrada y quieres preguntar, comentar o aportar algo al respecto, puedes dejar un comentario o escribir a mi dirección de “correo del blog” con la seguridad de ser prontamente atendido. ¡¡¡Difunde “El blog de Acebedo” entre tus amistades!!! Sígueme en: © - Facebook - Roberto Cortina © - Twitter - El blog de Acebedo © - El Blog de Acebedo © - Instagram - acebedo.mieres
Muppets in a muddle? Sort your Bunsens from your Beakers with this handy guide.