De campo, pero delicado. Rústico, pero luminoso. Rural, pero con una pátina chic. Que el nombre no te confunda: el estilo granja o farmhouse es de esencia campestre y rural, pero pasado por un tamiz chic, convirtiéndolo en un estilo fácilmente adaptable a las casas de campo (y por qué no, urbanas) de hoy en día.