Eneagrama :orientação comportamental Descubra seu tipo e desvende os segredos do Eneagrama. Encontre sua verdadeira essência em apenas alguns cliques!
Eneagrama significa gráfico de nueve tipos o basado en eneatipos. Nueve tipos básicos de personalidad definidos en el siguiente gráfico.
O Eneagrama mostra nove tipos de pessoas que constituem a base de todos os seres humanos. A partir de características e atitudes é possível encontra…
Comunidade Shalom
Conocer nuestra personalidad es el primer paso para nuestro desarrollo. Te preguntarás ¿Por qué?… Consideremos que la personalidad son esa serie de características o patrones de conducta que tenemo…
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El eneatipo IX https://www.youtube.com/watch?v=Xfo-yO5FvlE https://www.youtube.com/watch?v=TlN57lQItGk https://www.youtube.com/watch?v=jDgkt2S_Q3k ENEATIPO IX: “Pereza e inercia psico-espiritual” en expresión de Naranjo; “Carácter perezoso” en la de Durán y Catalán; “El conciliador”, para Böschemeyer; Riso y Hudson lo denominan "el pacificador" y Helen Palmer junto con Pangrazzi optan por denominarle “El mediador”; Ichazo denominó “pereza” a la pasión dominante e “indolencia” a la fijación de este eneatipo. Ya vimos al exponer el binomio pasión/fijación que se trata de una pereza más amplia que la conocida con el término de “vagueria”, usualmente referido a la pe-reza física. De hecho Naranjo (2008) no considera estas expresiones totalmente válidas y, aunque las respeta, piensa que el término “acidia” refleja más acertadamente la actitud psico-espiritual del Nueve: “La palabra accidia (adaptación del griego “a-chedia”, sin cuidado) hace referencia a una pereza de la psique y del espíritu más que a una tendencia a la inacción, y lo mismo significa “indolencia” en el contexto de este libro. Esta pereza espiritual puede ser tratada en términos de olvido de Dios o, en lenguaje no teista, de sordera para con el espíritu y de pérdida del sen-tido de ser hasta el punto de ni siquiera conocer la diferencia: un embastecimiento espiritual. Psicologicamente la “accidia” se manifiesta como una perdida de interio-ridad, un rechazo a ver y una resistencia a cambiar” (p.265). Al Nueve le cuesta mucho mirar dentro de sí, y ese “olvido” de uno mismo lo traduce en una postura de resignacion ante las circunstancias de la vida, intentado adaptarse “a lo que hay”. Pero, como bien dicen Durán y Catalán (2010), “olvidar lo interno no supone renunciar a ello y genera dualidad, una separación entre el sentir y el hacer, que desemboca en una falta de presencia y en un profundo escepticismo” (p.270). Reitero aquí lo que comenté cuando me referí a la fijación del Nueve (Indolencia): personalmente considero, después de leer a diversos autores, que el “escepticismo” implica un desencanto crítico con el mundo que no veo exactamente en la postura sobreadaptada de este eneatipo, ya que éste, en su “huir del mundo”, tiene más matices de “pasota” que de “escéptico”. Los Nueve, en sus comportamientos sociales, se muestran amables y cordiales; en general serviciales, a la vez que procuran evitar verse envueltos en conflictos de cualquier tipo, por lo que suelen optar por anteponer los intereses de los demás por encima de los suyos y –en caso de que el posible enfrentamiento o situación conflictiva fructifique- intentará arreglárselas para tomar la postura de mediador del mismo antes que definirse en pro o en contra de unos u otros. Los miembros de este eneatipo suelen optar también por “minimizarse” puesto que no quieren “brillar” ni encontrarse entre los mejores, aunque esto les supone también cierto “estrés” ya que, en el fondo, tienen una profunda sed de reconocimiento y el consecuente deseo de ser valorado. Creen que la tensión generada la resuelven adoptan-do comportamientos extremos cercanos al “estoicismo” (insisto:en sentido muy global). Es verdad que –según observo en la mayoría de los autores consultados- si hay dolor existencial éste es mínimo a nivel consciente y que, si se dan situaciones extremas, los Nueve tienden más a expresarlo somáticamente que a manifestarlo abiertamente como dolor psíquico. Naranjo (2008) dedica –al igual que a todos los eneatipos, como hemos tenido oportunidad de ver- varias páginas a los antecedentes encontrados en la literatura científica (remito al lector a consultar las páginas 266 a 274 de la obra referenciada). De lo expuesto por este autor me gustaría mostrar aquí algunas de las exposiciones que considero especialmente relevantes para configurar la descripción de este eneatipo. Así Naranjo nos refiere –entre varias- las descripciones de Schneider (psicopático abúlico: fáciles de seducir por los demás y por las situaciones, maleables; personas casi siempre amables, que no dan el menor problema en los establecimientos clínicos y pedagógicos; son razonables, dóciles, laboriosos y modestos); Kretschmer (ciclotimia); Sheldon (viscerotonía cuya expresión máxima es la apatía); y tambien describe la caracterización del DSM IV que transcribo literalmente por la precisión de muchos de sus rasgos al que denomina como “personalidad dependiente”: “Es una pauta generalizada de conducta dependiente y sumisa, que se hace patente desde el inicio de la edad adulta y se da en diversos contextos. Esta pauta se manifiesta al menos por cinco de las siguientes características: 1) El sujeto es incapaz de tomar decisiones cotidianas sin una cantidad exagerada de consejos o recomendaciones por parte de los demás. 2) Permite que los demás tomen la mayor parte de sus decisiones importantes: por ejemplo dondé vivir, qué trabajo ocupar etc. 3) Tiende a estar de acuerdo con los demás, incluso cuando piensa que están equivicados por temor a sentirse rechazado: 4) Tiene dificultad para iniciar proyectos o hacer cosas por iniciativa propia; 5) Acepta hacer voluntariamente cosas desagradables para él, con el fin de agradar a los demás: 6) Se siente incómodo o desvalido cuando se encuentra solo y hace grandes esfuerzos para evitar esa situacion. 7) Se siente derrumbado o desvalido cuando terminan las relaciones íntimas. 8) Se preocupa con frecuencia con el temor de ser abandonado; 9) Es facilmente herido por las críticas o la desaprobación;” (p. 269) La descripción que incluye Naranjo (2008) del tipo homeopático del Nueve, cuyo equivalente en esta disciplina sería “Calcáreo”, ofrece una perspectiva en el mismo sentido que la expuesta, aunque asocia muchos de los comportamientos descritos a un cierto deseo inconsciente “de permanecer como un niño, prefiriendo una existencia lenta, protegida y tranquila al mundo de lucha y competencia de los adultos” (p.273) Pangrazzi (2007) como Palmer (2007) refieren ámbitos familiares en donde los Nueve se han sentido de alguna forma ignorados y olvidados, o poco tenidos en cuenta por aquellas personas encargadas de marcarles las referencias. Como no conseguían los resultados esperados optaron por “sofocar su rabia”, de esta manera llegaron a una conclusión muy parecida a la de su “ala” , el Uno: “Solo estaré bien si soy bueno”. -Dirección de “desintegración”, el VI: Cuando los Nueve se estresan se vuelven más indecisos y dubitativos adoptando pautas de un Seis medio o insano. Cómo bien nos dicen Riso y Hudson (2011) “cuando los problemas les sobrepasan, el estrés resultante puede hacerles adoptar algunas conductas y actitudes de los Seis promedio. Así, se vuelven visiblemente más ansiosos y reactivos. Anteriormente se habián negado a ver de cerca los problemas, pero ahora que sienten todo su impacto se vuelven mucho más nerviosos y reactivos” (p.163); para auto-defenderse de vuelven sumamente testarudos y pueden optar por descargar sus frustraciones sobre los demás tal y como hacen los Seis. De hecho el desborde de ansiedad tan característico de este eneatipo, cuando se da en los Nueve, produce un efecto demoledor porque se sienten tan abrumados que prefieren volverse todavía más dependientes buscando que otros acudan en su ayuda y solucionen sus problemas. -Dirección de “integración”, el III: El proceso de integración del Nueve pasa por ir hacia comportamientos y actitudes del Tres medio o sano; al sentirse menos presionados y más seguros desarrollan iniciativas y muestran mucha más energía y asertividad. A medida que avanzan se reafirman en su autoestima y controlan más las decisiones que afectan directamente a su vida, mostrando todas sus capacidades y desarrollando sus capacidades. Riso y Hudson (2011) señalan cómo ese vivirse independientes influye en su nivel de auto-consciencia que les ayuda a vivir en un mundo real más que en el de sus idealizaciones. -Consejos para los Nueve: Helen Palmer (2007) les sugiere a los Nueve: “-Encontrar formas de obtener la estima de los demás por una posición personal y el establecimiento de una estructura para conseguir la posición. -Notar cuando otra persona se convierte en el punto de referencia de algún asunto. -Utilizar estratégicamente las fechas límites y la estructuración de los proyectos como una forma de mantenerse concentrado en los objetivos. -Reconocer cuando las opiniones personales están siendo reprimidas. -Expresar opiniones propias. -Aprender a terminar los proyectos sin desviarse hacia otras cosas. -Concentrarse en el siguiente paso inmediato, en lugar de en el objetivo final.” (p.294). -continuará- Todas las imágenes y/o vídeos que se muestran corresponden al artista o artistas referenciados. Su exposición en este blog pretende ser un homenaje y una contribución a la difusión de obras dignas de reconocimiento cultural, sin ninguna merma a los derechos que correspondan a sus legítimos propietarios. En ningún caso hay en este blog interés económico directo ni indirecto. Texto: Javier Nebot, Julio. 2015.
En filmoterapia abordamos muchas maneras de trabajar en uno mismo, desde la fortalezas psicológicas hasta los beneficios de las emociones, tenemos en cuenta todos aquellos recursos que nos ayuden a trabajar en nosotros mismos por eso esta semana comenzamos un especial sobre una muy atractiva herramienta para conocerse y trabajar en uno mismo. Hablamos del eneagrama, un mapa de la personalidad que distingue nueve patrones básicos de conducta y con un enorme potencial como herramienta de desarrollo personal. El eneagrama se compone de 9 arquetipos o estilos básicos de personalidad (los eneatipos), muy diferentes entre si y en donde ninguno es mejor ni peor que otro; cada tipo tiene sus ventajas y desventajas, sus fuerzas y debilidades únicas. Al identificarnos con alguno de estos 9 eneatipos podemos ampliar nuestro conocimiento sobre nosotros mismos y lo más importante, aprender cual es el mejor camino para sentirnos mejor (y ser más felices) en nuestra vida. Además nos puede ayudar a comprender más a los demás al entender finalmente sus motivaciones (muchas veces diferentes a las nuestras), un aspecto fundamental para las relaciones de todo tipo. Es muy importante dejar claro que el eneagrama no es tanto una herramienta de diagnostico de personalidad si no una especia de “mapa” que nos da las pistas para trabajar en uno mismo, un recurso que nos puede ayudar mucho si lo utilizamos con flexibilidad, apertura de mente y perspectiva. Una de las claves del éxito del eneagrama es que es uno de los recursos psicológicos más personalizados que existen, por eso cada vez se utiliza más en contextos tan diferentes como el empresarial, el espiritual, la psicoterapia o el coaching. En filmoterapia queremos incorporar este recurso y dedicarle varios especiales por que forma un tándem insuperable junto al cine. Un personaje bien trabajado en una película (o serie) posee una personalidad tan bien definida que fácilmente asociamos con alguno de los tipos del eneagrama (destacar que muchos directores, guionistas y actores utilizan el eneagrama como guía insuperable para la creación de personajes). Al asistir a la evolución del personaje a lo largo de la película somos testigos directos del camino para el crecimiento (o autodestrucción) de este personaje. Si aprendemos a trabajar desde el eneagrama y nos identificamos con su eneatipo podemos aprender mucho de su desarrollo, sin duda cine y eneagrama son dos ingredientes fundamentales para la filmoterapia. LOS SIMPSONS Y LOS 9 TIPOS DE PERSONALIDAD Esta semana presentamos los 9 tipos de personalidad del eneagrama de una manera muy original y muy filmoterapeutica, a través de una de las mejores series de la historia: Los Simpsons. Esta serie nos presenta un conjunto de personajes muy bien caracterizados y muy conocidos para todo aquel que haya visto algo la televisión en los últimos 25 años, unas condiciones perfectas para nuestro objetivo, presentar el eneagrama a través de 9 personajes de Los Simpsons. Es cierto que tras más de 500 capítulos los personajes muchas veces muestran varias caras de su personalidad y que al fin y al cabo siguen siendo personajes de dibujos animados pero aun así la genialidad de Matt Groening al caracterizarlos nos servirá para introducir al eneagrama. Marge, Bart, Homer, Lisa, el hermano gemelo de Homer, Flanders, Krusty el payaso , el encargado de la tienda de comics y Smithers serán nuestros invitados. Insistimos que muchos de estos personajes muestran a veces estilos de personalidad diferentes y que podrían incluirse en algún otro eneatipo pero nos quedamos en los aspectos más visibles y reconocibles de cada uno de estos personajes que nos servirán para conocer mejor el eneagrama. Recordemos que el eneagrama es una herramienta que no se resume en 9 números ni se simplifica a través de los caracteres de personajes de ficción por muy bien caracterizados que estén, el ser humano es mucho más complejo que todo esto, por eso preferimos decir que somos un universo de puntos que tendemos a alguno de los tipos del eneagrama, lo que conlleva una flexibilidad que nos permite centrarnos en nuestro eneatipo pero aprendiendo siempre de todos los demás. Damos paso sin más demora a nuestros invitados estelares para que nos introduzcan a los 9 tipos de personalidad del eneagrama. 1. El ético. El tipo idealista de sólidos principios, personas que se basan mucho en sus valores personales como motor de vida y con un fuerte sentido del bien y del mal .En su versión menos sana pueden caer en una rigidez de estos valores y adoptar una visión extremista (perfeccionismos, dogmatismos, moralismo, etc) de la vida. Si consiguen flexibilizar estos valores y su visión del mundo (y de ellos mismos) aprenden a ser más naturales, felices, éticos y sabios. 2. El ayudador. Personas orientadas a los demás cuyo motor de vida es dar, escuchar, regalar, apoyar, alentar… El problema de estas personas es que pueden llegar a confundir prioridades vitales y poner a los demás por delante de ellas (con todas las consecuencias negativas que esto pueda tener). Paradójicamente en cuanto aprenden a pensar más en si mismos se vuelve más altruistas, comprensivos y equilibrados. 3. El triunfador. Personas orientadas al éxito, adaptables y constantemente motivadas para conseguir sus metas. El problema que pueden tener es que se queden en ese halo de éxito y se preocupen demasiado de su imagen sin tener en cuenta otros aspectos de su vida ni profundizar en si mismos. Paradójicamente cuando están dispuestos a perder y a mostrar su cara más vulnerable aprenden a triunfar de verdad en sus vidas, son más auténticos, se aceptan e inspiran a otras personas.4. El artista. Personas orientadas a si mismas, que buscan sentirse especiales y diferentes de los demás. Son muy introspectivas, sensibles y emocionales. El problemas es que muchas veces pueden ahogarse en si mismas, volviéndose inseguras, susceptibles, aislándose de los demás y creando mucha ansiedad. Si aprenden a ser “normales”, a sentir “normal”, a mirar su lugar en el mundo con “normalidad” son capaces de inspirarse, de ganar identidad y ser más creativos, capaces de renovarse y transformar sus experiencias. 5. El experto. El tipo cerebral, curioso y vehemente. Le apasiona aprender y sentirse un experto. El problema que pueden llegar a tener es que se refugien en el cerebro dejando de lado otras áreas importantes de sus vida, pueden volverse obsesivos, excéntricos y aislarse de los demás. Si aprenden a estar en contacto con sus emociones, instintos y su cuerpo como un todo su capacidad de innovación, su curiosidad y su visión de la vida se equilibra y mejora. 6. El leal. El tipo comprometido, orientado a la seguridad. Necesitan redes de seguridad para sentirse seguros, ser leales a personas, relaciones, ideas o estructuras. Este hecho les puede volver muy indecisos, evasivos, inseguros y contradictorios. Paradójicamente en cuanto aprenden a ser más independientes y autónomos crean redes más fuertes, gana en seguridad y se vuelven personas mucho más estables. 7. El entusiasta. El tipo activo, optimista y vitalista. Son personas muy orientadas al disfrute, el problema es que muchas veces cuando se sienten estresados o tienen un problema se evaden demasiado, se vuelven impulsivos y no saben parar. Si aprenden a parar y profundizar con serenidad en su interior se vuelven personas muy equilibradas, dignas, capacitadas y sobre todo son capaces de conseguir una felicidad mucho más plena. 8. El rebelde. Personas protectoras y muy asertivas. De todo el eneagrama es el que más disfruta del liderazgo, este estilo excesivo e intimidante puede llevarle a problemas de aislamiento con los demás al no poder conectar, además pueden caer en la agresividad y el autoritarismo cuando las cosas no son como ellos quieren. Si aprenden a ser más vulnerables y a dejar a los demás que sean independientes se vuelven más magnánimos y mejores líderes. 9. El conciliador. Orientadas a la tranquilidad y a la paz mental son personas comprensivas, diplomáticas y pacificadoras. El problema es que muchas veces existen situaciones estresantes que no son capaces de afrontar de manera efectiva, desconectando, evadiéndose o cediendo con tal de conservar su tranquilidad. En cuanto aprenden a ponerse retos, a ser conscientes de los estresores de su vida y de la importancia del conflicto como parte del crecimiento se vuelven más profundos y mejores mediadores. Más sobre el eneagrama en: – El uno del eneagrama, características y actitudes erróneas – 30 prácticas de crecimiento (el uno del eneagrama) – Entrevista a la psicóloga, especialista en el eneagrama y escritora Victoria Cadarso – El dos del eneagrama, características y actitudes erróneas – 30 prácticas de crecimiento (el dos del eneagrama)
Eneagrama significa gráfico de nueve tipos o basado en eneatipos. Nueve tipos básicos de personalidad definidos en el siguiente gráfico.
Eneatipo 8 del Eneagrama ENEATIPO 8 del ENEAGRAMA de la personalidad: Por desQbre Psicología y Formación Eneatipo Ocho: También llamado el desafiador, el jefe, el poderoso, el dominante, el lujurio…
SUPERHÉROES y su ENEATIPO – Eneagrama de la personalidad En todas las culturas han aparecido héroes que han guiado a su pueblo o civilización por el camino “supuestamente adecuado”. En la cul…
En filmoterapia abordamos muchas maneras de trabajar en uno mismo, desde la fortalezas psicológicas hasta los beneficios de las emociones, tenemos en cuenta todos aquellos recursos que nos ayuden a trabajar en nosotros mismos por eso esta semana comenzamos un especial sobre una muy atractiva herramienta para conocerse y trabajar en uno mismo. Hablamos del eneagrama, un mapa de la personalidad que distingue nueve patrones básicos de conducta y con un enorme potencial como herramienta de desarrollo personal. El eneagrama se compone de 9 arquetipos o estilos básicos de personalidad (los eneatipos), muy diferentes entre si y en donde ninguno es mejor ni peor que otro; cada tipo tiene sus ventajas y desventajas, sus fuerzas y debilidades únicas. Al identificarnos con alguno de estos 9 eneatipos podemos ampliar nuestro conocimiento sobre nosotros mismos y lo más importante, aprender cual es el mejor camino para sentirnos mejor (y ser más felices) en nuestra vida. Además nos puede ayudar a comprender más a los demás al entender finalmente sus motivaciones (muchas veces diferentes a las nuestras), un aspecto fundamental para las relaciones de todo tipo. Es muy importante dejar claro que el eneagrama no es tanto una herramienta de diagnostico de personalidad si no una especia de “mapa” que nos da las pistas para trabajar en uno mismo, un recurso que nos puede ayudar mucho si lo utilizamos con flexibilidad, apertura de mente y perspectiva. Una de las claves del éxito del eneagrama es que es uno de los recursos psicológicos más personalizados que existen, por eso cada vez se utiliza más en contextos tan diferentes como el empresarial, el espiritual, la psicoterapia o el coaching. En filmoterapia queremos incorporar este recurso y dedicarle varios especiales por que forma un tándem insuperable junto al cine. Un personaje bien trabajado en una película (o serie) posee una personalidad tan bien definida que fácilmente asociamos con alguno de los tipos del eneagrama (destacar que muchos directores, guionistas y actores utilizan el eneagrama como guía insuperable para la creación de personajes). Al asistir a la evolución del personaje a lo largo de la película somos testigos directos del camino para el crecimiento (o autodestrucción) de este personaje. Si aprendemos a trabajar desde el eneagrama y nos identificamos con su eneatipo podemos aprender mucho de su desarrollo, sin duda cine y eneagrama son dos ingredientes fundamentales para la filmoterapia. LOS SIMPSONS Y LOS 9 TIPOS DE PERSONALIDAD Esta semana presentamos los 9 tipos de personalidad del eneagrama de una manera muy original y muy filmoterapeutica, a través de una de las mejores series de la historia: Los Simpsons. Esta serie nos presenta un conjunto de personajes muy bien caracterizados y muy conocidos para todo aquel que haya visto algo la televisión en los últimos 25 años, unas condiciones perfectas para nuestro objetivo, presentar el eneagrama a través de 9 personajes de Los Simpsons. Es cierto que tras más de 500 capítulos los personajes muchas veces muestran varias caras de su personalidad y que al fin y al cabo siguen siendo personajes de dibujos animados pero aun así la genialidad de Matt Groening al caracterizarlos nos servirá para introducir al eneagrama. Marge, Bart, Homer, Lisa, el hermano gemelo de Homer, Flanders, Krusty el payaso , el encargado de la tienda de comics y Smithers serán nuestros invitados. Insistimos que muchos de estos personajes muestran a veces estilos de personalidad diferentes y que podrían incluirse en algún otro eneatipo pero nos quedamos en los aspectos más visibles y reconocibles de cada uno de estos personajes que nos servirán para conocer mejor el eneagrama. Recordemos que el eneagrama es una herramienta que no se resume en 9 números ni se simplifica a través de los caracteres de personajes de ficción por muy bien caracterizados que estén, el ser humano es mucho más complejo que todo esto, por eso preferimos decir que somos un universo de puntos que tendemos a alguno de los tipos del eneagrama, lo que conlleva una flexibilidad que nos permite centrarnos en nuestro eneatipo pero aprendiendo siempre de todos los demás. Damos paso sin más demora a nuestros invitados estelares para que nos introduzcan a los 9 tipos de personalidad del eneagrama. 1. El ético. El tipo idealista de sólidos principios, personas que se basan mucho en sus valores personales como motor de vida y con un fuerte sentido del bien y del mal .En su versión menos sana pueden caer en una rigidez de estos valores y adoptar una visión extremista (perfeccionismos, dogmatismos, moralismo, etc) de la vida. Si consiguen flexibilizar estos valores y su visión del mundo (y de ellos mismos) aprenden a ser más naturales, felices, éticos y sabios. 2. El ayudador. Personas orientadas a los demás cuyo motor de vida es dar, escuchar, regalar, apoyar, alentar… El problema de estas personas es que pueden llegar a confundir prioridades vitales y poner a los demás por delante de ellas (con todas las consecuencias negativas que esto pueda tener). Paradójicamente en cuanto aprenden a pensar más en si mismos se vuelve más altruistas, comprensivos y equilibrados. 3. El triunfador. Personas orientadas al éxito, adaptables y constantemente motivadas para conseguir sus metas. El problema que pueden tener es que se queden en ese halo de éxito y se preocupen demasiado de su imagen sin tener en cuenta otros aspectos de su vida ni profundizar en si mismos. Paradójicamente cuando están dispuestos a perder y a mostrar su cara más vulnerable aprenden a triunfar de verdad en sus vidas, son más auténticos, se aceptan e inspiran a otras personas.4. El artista. Personas orientadas a si mismas, que buscan sentirse especiales y diferentes de los demás. Son muy introspectivas, sensibles y emocionales. El problemas es que muchas veces pueden ahogarse en si mismas, volviéndose inseguras, susceptibles, aislándose de los demás y creando mucha ansiedad. Si aprenden a ser “normales”, a sentir “normal”, a mirar su lugar en el mundo con “normalidad” son capaces de inspirarse, de ganar identidad y ser más creativos, capaces de renovarse y transformar sus experiencias. 5. El experto. El tipo cerebral, curioso y vehemente. Le apasiona aprender y sentirse un experto. El problema que pueden llegar a tener es que se refugien en el cerebro dejando de lado otras áreas importantes de sus vida, pueden volverse obsesivos, excéntricos y aislarse de los demás. Si aprenden a estar en contacto con sus emociones, instintos y su cuerpo como un todo su capacidad de innovación, su curiosidad y su visión de la vida se equilibra y mejora. 6. El leal. El tipo comprometido, orientado a la seguridad. Necesitan redes de seguridad para sentirse seguros, ser leales a personas, relaciones, ideas o estructuras. Este hecho les puede volver muy indecisos, evasivos, inseguros y contradictorios. Paradójicamente en cuanto aprenden a ser más independientes y autónomos crean redes más fuertes, gana en seguridad y se vuelven personas mucho más estables. 7. El entusiasta. El tipo activo, optimista y vitalista. 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ENEATIPO I (Ira y perfeccionismo). ENEATIPO I: “Ira y perfeccionismo” en la denominación de Naranjo; “Reformador” para Riso/Hudson; “Idealista” para Pangrazzi; “Carácter iracundo” para Durán y Catalán; “Perfeccionista” para M. Goldberg. (1) “Estamos en presencia de un tipo civilizado, de buen comportamiento, no de un tipo espontáneo. Por lo que se refiere a la acción, los individuos del eneatipo I expresan ira, aunque lo hacen sobre todo inconscientemente, no sólo para sí mismos, sino para los otros, pues lo hacen de una forma que es típicamente racionalizada”. (Naranjo, 2008. p.39) “Puede ser útil señalar desde el principio que la etiqueta “tipo iracundo” es escasamente evocadora de las características psicológicas típicas del tipo en cuestión, que es crítico y exigente, más que conscientemente odioso o grosero”. (Naranjo, 2008. p.41). Sin duda los que actúan desde el patrón de comportamiento tipo UNO lo hace desde una idealización basada en la defensa de unos valores que muchas veces NO encuentra en la realidad, y de ahí su rechazo, en muchas ocasiones, a admitir una realidad que considera sinceramente que debería ser “de otra forma”. “En conjunto, este es un carácter bien intencionado y excesivamente virtuoso que surge como una defensa frente a la ira y la destructividad. Sería erróneo, sin embargo, concebirlo como una carácter violento, pues, por el contrario, presenta un estilo interpersonal super-controlado y super-civilizado. Resulta llamativo, además, en este estilo su tendencia a estar en desacuerdo, tanto con respecto a los otros como frente a la experiencia general”. (Naranjo, 2008.p.42). El Uno cae en el “perfeccionismo” porque le impulsa un ardiente deseo de mejorar las cosas, de transformarlas, de acercarlas al ideal que él vive como esencial. Esto, que en principio, parece una cualidad sin tacha, puede plantearle problemas porque se verá internamente dividido entre el deber y el placer, entre lo que debe ser “serio” y lo que no, impidiéndole muchas veces ser espontáneo y natural. Riso y Hudson (2011) reconocen, en el nivel sano del eneatipo Uno, un intenso sentido de lo que es correcto, anclado en unos valores éticos en los que palabras como “integridad”, “respeto”, “justicia” –es decir, los grandes “valores”- adquieren para él cabal preponderancia; pero también señalan que en el nivel medio los UNO (insisto: los que actúan con el patrón de este temperamento ya que no existe nadie que sea un "uno") se muestran contrariados con la realidad circundante y con los demás lo que les hace aparecer con un matiz “justiciero” y mostrarse a veces muy intransigentes, y “sumamente críticos consigo mismos y con los demás; enjuiciadores, quisquillosos y criticones. Se vuelven perfeccionistas e impacientes, nunca satisfechos hasta que las cosas no se hacen conforme a sus indicaciones. Están resentidos con las personas que no comparten sus estándares.” (p. 170). El Uno mantiene la idea de que si hace las cosas bien, necesariamente debe obtener buenos resultados y cuando esto no sucede se culpa en cierta forma a sí mismo. Todos los autores consultados parecen reconocer que en las pautas biográficas de los que actuan bajo el patrón UNO se han dado situaciones en que éste interiorizó que lo más importante para relacionarse con el exterior era comportarse correctamente (“ser buenos” en el lenguaje coloquial). Su lema podría ser:”Sólo estaré bien si soy perfecto” (Pangrazzi. 2007; p.81) Naranjo (2008) vincula este perfil a la personalidad obsesivo-compulsiva: ”El repaso de muchos miles de incursiones en la literatura, que he realizado desde el año 1960 hasta ahora, me lleva a la conclusión de que el carácter más comúnmente descrito en ella es el de la personalidad obsesivo-compulsiva. Imagino que ello se puede deberse al hecho de ser la que presenta unos contornos más claramente reconocibles, pero pienso también, no obstante, que una cierta confusión se ha deslizado en el uso del término “anancástico”, palabra con que se designa frecuentemente en Europa al trastorno obsesivo compulsivo “ (2). Algunas de las características que menciona el DSM IV (Abreviaturas del “Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders”) como propias del desorden compulsivo pueden ser, desde el punto de vista de Naranjo (2008,(p.47 y 48)), reconocibles en el eneatipo I: “1). Afectividad restringida (por ejemplo, apariencia no relajada, tensa, adusta, falta de alegría; la expresión emocional se mantiene bajo estricto control). 2). Auto-imagen de seriedad (v.g., se considera a sí mismo como trabajador, eficiente y digno de confianza; valora la auto-disciplina, la prudencia y la lealtad). 3). Respetuosidad interpersonal (por ejemplo, muestra una adhesión poco corriente a los convencionalismos y usos sociales; prefiere las relaciones personales educadas, formales y correctas); 4). Estrechamiento cognitivo (así, concibe el mundo en términos de normas, reglamentaciones, jerarquías; es falto de imaginación, indeciso, y le disgustan las ideas y costumbres novedosas ajenas a lo establecido); 5) Rigidez de comportamiento (así, por ejemplo, mantiene un ritmo de vida bien estructurado, altamente reglamentado y repetitivo; muestra preferencia por el trabajo organizado, metódico y meticuloso)”. Desde mi punto de vista, dicha descripción es un buen compendio de las señas de identidad más reseñables de este eneatipo, tanto en sus aspectos positivos como en aquellos que lo son menos. Quisiera finalizar esta breve descripción del Uno con tres pequeños apartados referidos al aspecto psico-dinámico del eneagrama. Por un lado la “dirección de desintegración” (o punto de estrés); por otro la dirección opuesta o de “integración” (la tendencia que promovería, en su nivel sano, su desarrollo) y por último algunos breves “consejos” para desarrollar la parte “sana” de su carácter dentro de las pautas que marcan los distintos libros consultados (3). -Dirección de “desintegración” , el IV: Cuando los UNO se estresan, se ven sometidos a situaciones de tensión, adoptan comportamientos más cercanos al eneatipo Cuatro. Entonces empiezan a mostrarse melancólicos, depresivos, expresando mayor auto-condena de lo que suele ser habitual por no ser todo lo “perfectos” que debieran y procuran consolarse como pueden. Como bien señalan Riso y Hudson (2011): “La auto-compasión puede llevarles a darse ciertos caprichos, como los Cuatro medios, haciéndoles que sean ligeramente contradictorios con los valores que defienden. Los habitualmente lógicos y en extremo sensatos Uno pueden volverse malhumorados y temperamentales, alejándose de los demás para enfurruñarse o con la esperanza de que alguien note su angustia y acuda en su ayuda. Desgraciadamente son poco propensos a pedir ayuda directamente” (p.171). De alguna forma el UNO, en estas situaciones, pierde la confianza habitual en sí mismo y en sus valores y adoptan posturas, como he mencionado antes, de tintes depresivos. Volviendo a la obra citada de Riso y Hudson (2011) “el estrés les lleva inevitablemente a adoptar conductas similares a las de los Cuatro insanos. Los Uno se llenan de odio por sí mismos y por el mundo que les rodea por haberlos puesto en esa situación”. (p.171). -Dirección de “integración” , el VII. El UNO se desarrolla cuando se vuelve hacia el Siete sano, ya que al ejercer menos control sobre sus propias reacciones y sobre las de los demás viven de forma más relajada y optimista. Se vuelven así menos críticos y transmiten mayor optimismo. En vez de focalizar la atención en lo que está mal se fijan más en lo que sí está bien y adquieren más perspectiva y apertura de miras que les vuelve más curiosos e interesados por otras formas de entender la vida y sus valores. En definitiva: De esta manera los UNO se vuelven también más flexibles ya que aprenden a relativizar muchas cosas que antes les hacían sufrir. -Consejos para el “Uno”: Palmer (2007) nos dice: “La ira y la crítica sobre uno mismo y los demás es fruto del hecho de que las necesidades personales no se ven satisfechas. Los Uno tendrán que hacer esfuerzos para reconocerlo y actuar bajo necesidades reales y ser conscientes de que se les presentarán los siguientes problemas durante el cambio que deberán tener en cuenta cara a su desarrollo: -Una sensación de dos “sí mismos”, uno juguetón y el otro punitivo. -Olvido de los deseos personales, y ansiedad a la hora de desarrollar consciencia de la propia ira. -Ocupar el tiempo de modo que no haya espacio para los placeres. -Retrasar. Complicar los procedimientos sencillos para demorar un compromiso final. -Un incremento de la presión de los deseos inconscientes que intentan expresarse, lo que lleva a un aumento de la irritación desplazada de su objetivo real. -Necesidad de hallar fallos en el entorno. -Un aumento de la necesidad de culpar a los demás para equilibrar la intensa crítica dirigida hacia uno mismo. -Intolerancia antes los múltiples puntos de vista. -Atención rígida. Concentrarse excesivamente en un área de la vida que necesita mejora y no prestar atención a otras áreas que se desmoronan. Una manera de separar y olvidar zonas conflictivas”. (p. 90) Para una mayor profundización en las características del eneatipo I: http://www.claudionaranjo.net/pdf_files/theory/caracter_y_neurosis_ch_1_spanish.pdf https://www.youtube.com/watch?v=cEVRqNdU7pQ https://www.youtube.com/watch?v=Ksv4l4mOeK4 Todas las imágenes y/o vídeos que se muestran corresponden al artista o artistas referenciados. Su exposición en este blog pretende ser un homenaje y una contribución a la difusión de obras dignas de reconocimiento cultural, sin ninguna merma a los derechos que correspondan a sus legítimos propietarios. En ningún caso hay en este blog interés económico directo ni indirecto. Texto: Javier Nebot Resumen para consulta rápida. -Los UNO son idealistas que se creen obligados a luchar por valores elevados. Valores (rectitud, verdad, justicia, etc) por los que se sacrifican ya que sienten la lucha entre lo correcto y lo incorrecto como algo esencial. Suelen mostrar pautas de comportamientos perfeccionistas: objetivos, trabajadores, sinceros, coherentes, eficientes, estables....también, y por lo mismo, pueden adoptar actitudes intolerantes, de gran exigencia (tanto consigo mismo como con los demás), con un pensamiento dicotómico muy marcado (bien o mal, con muy pocos grises) que les hace mostrarse en ocasiones como si fuesen verdaderos cruzados. Quieren tener razón siempre y eso hace que se expresen, cuando lo creen necesario, con vehemencia y fogosidad. También acaban siendo ser rehenes de obligaciones auto-impuestas: "Si no lo hago yo no lo hará nadie" Somatizaciones: gastritis, úlceras, alteraciones de sueño, tensión...... "Vicios": los derivados de la Ira en diferentes manifestaciones= Superioridad moral, moralismo, super-control (propio y de los demás), impositivos, controladores....... "Virtudes": las derivadas de la serenidad en sus diferentes manifestaciones= Pacientes, centrados, confiables, sinceros, con claridad mental y en la acción. Verbalmente suelen emplear expresiones como: ¿No te lo había dicho yo?, "Tendrías que...." Borja Vilaseca (ver vídeo) señala como miedo de los UNO ser considerado malo, mediocre defectuoso. Ven el mundo como un lugar imperfecto en el que hay que trabajar para mejorarlo. Suelen huir de situaciones o personas que le provocan enfado, rabia o ira. Utilizan habitualmente términos como "deber", "tener que", "bueno", "malo". Suelen creer que tienen la obligación personal de arreglarlo todo. Este post ha sido revisado y actualizado el 11 de mayo del 2018 Próximo post: eneatipo II. Notas: (1) Todos los autores referenciados ofrecen visiones más o menos completas de cada uno de los tipos. Por cuestión de método y, cara a una presentación general, me veo obligado a hilvanar los perfiles de forma bastante sintética y mezclando –espero que con buen criterio- opiniones de algunos de ellos. En cualquier caso quisiera añadir que la descripción ofrecida por Riso y Hudson en su obra “Tipos de personalidad”, edición revisada Madrid 2012 Ed. Palmyra, es, desde mi punto de vista, una de las más completas y remito a ella a los lectores interesados en profundizar. Si de estos autores, he utilizado fundamentalmente su obra “Comprendiendo el Eneagrama” (2011), en vez de la que acabo de sugerir, se debe a que, para los aspectos introductorios que estamos tratando, me parece más manejable y concisa. Helen Palmer (2007) ofrece, sin duda, información de calidad pero opino que, a los efectos que nos ocupa, no procede incluir casuísticas concretas que no siempre tienen el aspecto clarificador que se espera de ellas aunque sin duda también me permito recomendar la lectura de dicha autora. Naranjo, por descontado, ofece una visión muy completa aunque de lectura algo árida para aquellos no acostumbrados al lenguaje psicológico. (2) Naranjo (2012) ofrece consideraciones interesantes para los que quieran profundizar más en las vinculaciones entre las características de cada tipo y sus equivalentes en psicología con variables patológicas incluidas. Así, en la obra citada (págs. 44 a 53), en el capitulo “Antecedentes en la literatura científica”, se pueden contrastar las diferentes opiniones dentro del ámbito mencionado sobre el trastorno obsesivo-compulsivo que se identifica como rasgo predominante en el eneatipo I. Este autor sigue el mismo criterio para cada uno de los tipos analizados y de todos expone referencias en la literatura clínica a las que me referiré cuando sea oportuno. (3). Para estos aspectos mi opinión es que los libros de Risso y Hudson (2007, 2011 y 2012) y Helen Palmer (2007) son los que más información y sugerencias pueden ofrecer a los interesados en trabajar con el eneagrama.
En filmoterapia abordamos muchas maneras de trabajar en uno mismo, desde la fortalezas psicológicas hasta los beneficios de las emociones, tenemos en cuenta todos aquellos recursos que nos ayuden a trabajar en nosotros mismos por eso esta semana comenzamos un especial sobre una muy atractiva herramienta para conocerse y trabajar en uno mismo. Hablamos del eneagrama, un mapa de la personalidad que distingue nueve patrones básicos de conducta y con un enorme potencial como herramienta de desarrollo personal. El eneagrama se compone de 9 arquetipos o estilos básicos de personalidad (los eneatipos), muy diferentes entre si y en donde ninguno es mejor ni peor que otro; cada tipo tiene sus ventajas y desventajas, sus fuerzas y debilidades únicas. Al identificarnos con alguno de estos 9 eneatipos podemos ampliar nuestro conocimiento sobre nosotros mismos y lo más importante, aprender cual es el mejor camino para sentirnos mejor (y ser más felices) en nuestra vida. Además nos puede ayudar a comprender más a los demás al entender finalmente sus motivaciones (muchas veces diferentes a las nuestras), un aspecto fundamental para las relaciones de todo tipo. Es muy importante dejar claro que el eneagrama no es tanto una herramienta de diagnostico de personalidad si no una especia de “mapa” que nos da las pistas para trabajar en uno mismo, un recurso que nos puede ayudar mucho si lo utilizamos con flexibilidad, apertura de mente y perspectiva. Una de las claves del éxito del eneagrama es que es uno de los recursos psicológicos más personalizados que existen, por eso cada vez se utiliza más en contextos tan diferentes como el empresarial, el espiritual, la psicoterapia o el coaching. En filmoterapia queremos incorporar este recurso y dedicarle varios especiales por que forma un tándem insuperable junto al cine. Un personaje bien trabajado en una película (o serie) posee una personalidad tan bien definida que fácilmente asociamos con alguno de los tipos del eneagrama (destacar que muchos directores, guionistas y actores utilizan el eneagrama como guía insuperable para la creación de personajes). Al asistir a la evolución del personaje a lo largo de la película somos testigos directos del camino para el crecimiento (o autodestrucción) de este personaje. Si aprendemos a trabajar desde el eneagrama y nos identificamos con su eneatipo podemos aprender mucho de su desarrollo, sin duda cine y eneagrama son dos ingredientes fundamentales para la filmoterapia. LOS SIMPSONS Y LOS 9 TIPOS DE PERSONALIDAD Esta semana presentamos los 9 tipos de personalidad del eneagrama de una manera muy original y muy filmoterapeutica, a través de una de las mejores series de la historia: Los Simpsons. Esta serie nos presenta un conjunto de personajes muy bien caracterizados y muy conocidos para todo aquel que haya visto algo la televisión en los últimos 25 años, unas condiciones perfectas para nuestro objetivo, presentar el eneagrama a través de 9 personajes de Los Simpsons. Es cierto que tras más de 500 capítulos los personajes muchas veces muestran varias caras de su personalidad y que al fin y al cabo siguen siendo personajes de dibujos animados pero aun así la genialidad de Matt Groening al caracterizarlos nos servirá para introducir al eneagrama. Marge, Bart, Homer, Lisa, el hermano gemelo de Homer, Flanders, Krusty el payaso , el encargado de la tienda de comics y Smithers serán nuestros invitados. Insistimos que muchos de estos personajes muestran a veces estilos de personalidad diferentes y que podrían incluirse en algún otro eneatipo pero nos quedamos en los aspectos más visibles y reconocibles de cada uno de estos personajes que nos servirán para conocer mejor el eneagrama. Recordemos que el eneagrama es una herramienta que no se resume en 9 números ni se simplifica a través de los caracteres de personajes de ficción por muy bien caracterizados que estén, el ser humano es mucho más complejo que todo esto, por eso preferimos decir que somos un universo de puntos que tendemos a alguno de los tipos del eneagrama, lo que conlleva una flexibilidad que nos permite centrarnos en nuestro eneatipo pero aprendiendo siempre de todos los demás. Damos paso sin más demora a nuestros invitados estelares para que nos introduzcan a los 9 tipos de personalidad del eneagrama. 1. El ético. El tipo idealista de sólidos principios, personas que se basan mucho en sus valores personales como motor de vida y con un fuerte sentido del bien y del mal .En su versión menos sana pueden caer en una rigidez de estos valores y adoptar una visión extremista (perfeccionismos, dogmatismos, moralismo, etc) de la vida. Si consiguen flexibilizar estos valores y su visión del mundo (y de ellos mismos) aprenden a ser más naturales, felices, éticos y sabios. 2. El ayudador. Personas orientadas a los demás cuyo motor de vida es dar, escuchar, regalar, apoyar, alentar… El problema de estas personas es que pueden llegar a confundir prioridades vitales y poner a los demás por delante de ellas (con todas las consecuencias negativas que esto pueda tener). Paradójicamente en cuanto aprenden a pensar más en si mismos se vuelve más altruistas, comprensivos y equilibrados. 3. El triunfador. Personas orientadas al éxito, adaptables y constantemente motivadas para conseguir sus metas. El problema que pueden tener es que se queden en ese halo de éxito y se preocupen demasiado de su imagen sin tener en cuenta otros aspectos de su vida ni profundizar en si mismos. Paradójicamente cuando están dispuestos a perder y a mostrar su cara más vulnerable aprenden a triunfar de verdad en sus vidas, son más auténticos, se aceptan e inspiran a otras personas.4. El artista. Personas orientadas a si mismas, que buscan sentirse especiales y diferentes de los demás. Son muy introspectivas, sensibles y emocionales. El problemas es que muchas veces pueden ahogarse en si mismas, volviéndose inseguras, susceptibles, aislándose de los demás y creando mucha ansiedad. Si aprenden a ser “normales”, a sentir “normal”, a mirar su lugar en el mundo con “normalidad” son capaces de inspirarse, de ganar identidad y ser más creativos, capaces de renovarse y transformar sus experiencias. 5. El experto. El tipo cerebral, curioso y vehemente. Le apasiona aprender y sentirse un experto. El problema que pueden llegar a tener es que se refugien en el cerebro dejando de lado otras áreas importantes de sus vida, pueden volverse obsesivos, excéntricos y aislarse de los demás. Si aprenden a estar en contacto con sus emociones, instintos y su cuerpo como un todo su capacidad de innovación, su curiosidad y su visión de la vida se equilibra y mejora. 6. El leal. El tipo comprometido, orientado a la seguridad. Necesitan redes de seguridad para sentirse seguros, ser leales a personas, relaciones, ideas o estructuras. Este hecho les puede volver muy indecisos, evasivos, inseguros y contradictorios. Paradójicamente en cuanto aprenden a ser más independientes y autónomos crean redes más fuertes, gana en seguridad y se vuelven personas mucho más estables. 7. El entusiasta. El tipo activo, optimista y vitalista. Son personas muy orientadas al disfrute, el problema es que muchas veces cuando se sienten estresados o tienen un problema se evaden demasiado, se vuelven impulsivos y no saben parar. Si aprenden a parar y profundizar con serenidad en su interior se vuelven personas muy equilibradas, dignas, capacitadas y sobre todo son capaces de conseguir una felicidad mucho más plena. 8. El rebelde. Personas protectoras y muy asertivas. De todo el eneagrama es el que más disfruta del liderazgo, este estilo excesivo e intimidante puede llevarle a problemas de aislamiento con los demás al no poder conectar, además pueden caer en la agresividad y el autoritarismo cuando las cosas no son como ellos quieren. Si aprenden a ser más vulnerables y a dejar a los demás que sean independientes se vuelven más magnánimos y mejores líderes. 9. El conciliador. Orientadas a la tranquilidad y a la paz mental son personas comprensivas, diplomáticas y pacificadoras. El problema es que muchas veces existen situaciones estresantes que no son capaces de afrontar de manera efectiva, desconectando, evadiéndose o cediendo con tal de conservar su tranquilidad. En cuanto aprenden a ponerse retos, a ser conscientes de los estresores de su vida y de la importancia del conflicto como parte del crecimiento se vuelven más profundos y mejores mediadores. Más sobre el eneagrama en: – El uno del eneagrama, características y actitudes erróneas – 30 prácticas de crecimiento (el uno del eneagrama) – Entrevista a la psicóloga, especialista en el eneagrama y escritora Victoria Cadarso – El dos del eneagrama, características y actitudes erróneas – 30 prácticas de crecimiento (el dos del eneagrama)
En filmoterapia abordamos muchas maneras de trabajar en uno mismo, desde la fortalezas psicológicas hasta los beneficios de las emociones, tenemos en cuenta todos aquellos recursos que nos ayuden a trabajar en nosotros mismos por eso esta semana comenzamos un especial sobre una muy atractiva herramienta para conocerse y trabajar en uno mismo. Hablamos del eneagrama, un mapa de la personalidad que distingue nueve patrones básicos de conducta y con un enorme potencial como herramienta de desarrollo personal. El eneagrama se compone de 9 arquetipos o estilos básicos de personalidad (los eneatipos), muy diferentes entre si y en donde ninguno es mejor ni peor que otro; cada tipo tiene sus ventajas y desventajas, sus fuerzas y debilidades únicas. Al identificarnos con alguno de estos 9 eneatipos podemos ampliar nuestro conocimiento sobre nosotros mismos y lo más importante, aprender cual es el mejor camino para sentirnos mejor (y ser más felices) en nuestra vida. Además nos puede ayudar a comprender más a los demás al entender finalmente sus motivaciones (muchas veces diferentes a las nuestras), un aspecto fundamental para las relaciones de todo tipo. Es muy importante dejar claro que el eneagrama no es tanto una herramienta de diagnostico de personalidad si no una especia de “mapa” que nos da las pistas para trabajar en uno mismo, un recurso que nos puede ayudar mucho si lo utilizamos con flexibilidad, apertura de mente y perspectiva. Una de las claves del éxito del eneagrama es que es uno de los recursos psicológicos más personalizados que existen, por eso cada vez se utiliza más en contextos tan diferentes como el empresarial, el espiritual, la psicoterapia o el coaching. En filmoterapia queremos incorporar este recurso y dedicarle varios especiales por que forma un tándem insuperable junto al cine. Un personaje bien trabajado en una película (o serie) posee una personalidad tan bien definida que fácilmente asociamos con alguno de los tipos del eneagrama (destacar que muchos directores, guionistas y actores utilizan el eneagrama como guía insuperable para la creación de personajes). Al asistir a la evolución del personaje a lo largo de la película somos testigos directos del camino para el crecimiento (o autodestrucción) de este personaje. Si aprendemos a trabajar desde el eneagrama y nos identificamos con su eneatipo podemos aprender mucho de su desarrollo, sin duda cine y eneagrama son dos ingredientes fundamentales para la filmoterapia. LOS SIMPSONS Y LOS 9 TIPOS DE PERSONALIDAD Esta semana presentamos los 9 tipos de personalidad del eneagrama de una manera muy original y muy filmoterapeutica, a través de una de las mejores series de la historia: Los Simpsons. Esta serie nos presenta un conjunto de personajes muy bien caracterizados y muy conocidos para todo aquel que haya visto algo la televisión en los últimos 25 años, unas condiciones perfectas para nuestro objetivo, presentar el eneagrama a través de 9 personajes de Los Simpsons. Es cierto que tras más de 500 capítulos los personajes muchas veces muestran varias caras de su personalidad y que al fin y al cabo siguen siendo personajes de dibujos animados pero aun así la genialidad de Matt Groening al caracterizarlos nos servirá para introducir al eneagrama. Marge, Bart, Homer, Lisa, el hermano gemelo de Homer, Flanders, Krusty el payaso , el encargado de la tienda de comics y Smithers serán nuestros invitados. Insistimos que muchos de estos personajes muestran a veces estilos de personalidad diferentes y que podrían incluirse en algún otro eneatipo pero nos quedamos en los aspectos más visibles y reconocibles de cada uno de estos personajes que nos servirán para conocer mejor el eneagrama. Recordemos que el eneagrama es una herramienta que no se resume en 9 números ni se simplifica a través de los caracteres de personajes de ficción por muy bien caracterizados que estén, el ser humano es mucho más complejo que todo esto, por eso preferimos decir que somos un universo de puntos que tendemos a alguno de los tipos del eneagrama, lo que conlleva una flexibilidad que nos permite centrarnos en nuestro eneatipo pero aprendiendo siempre de todos los demás. Damos paso sin más demora a nuestros invitados estelares para que nos introduzcan a los 9 tipos de personalidad del eneagrama. 1. El ético. El tipo idealista de sólidos principios, personas que se basan mucho en sus valores personales como motor de vida y con un fuerte sentido del bien y del mal .En su versión menos sana pueden caer en una rigidez de estos valores y adoptar una visión extremista (perfeccionismos, dogmatismos, moralismo, etc) de la vida. Si consiguen flexibilizar estos valores y su visión del mundo (y de ellos mismos) aprenden a ser más naturales, felices, éticos y sabios. 2. El ayudador. Personas orientadas a los demás cuyo motor de vida es dar, escuchar, regalar, apoyar, alentar… El problema de estas personas es que pueden llegar a confundir prioridades vitales y poner a los demás por delante de ellas (con todas las consecuencias negativas que esto pueda tener). Paradójicamente en cuanto aprenden a pensar más en si mismos se vuelve más altruistas, comprensivos y equilibrados. 3. El triunfador. Personas orientadas al éxito, adaptables y constantemente motivadas para conseguir sus metas. El problema que pueden tener es que se queden en ese halo de éxito y se preocupen demasiado de su imagen sin tener en cuenta otros aspectos de su vida ni profundizar en si mismos. Paradójicamente cuando están dispuestos a perder y a mostrar su cara más vulnerable aprenden a triunfar de verdad en sus vidas, son más auténticos, se aceptan e inspiran a otras personas.4. El artista. Personas orientadas a si mismas, que buscan sentirse especiales y diferentes de los demás. Son muy introspectivas, sensibles y emocionales. El problemas es que muchas veces pueden ahogarse en si mismas, volviéndose inseguras, susceptibles, aislándose de los demás y creando mucha ansiedad. Si aprenden a ser “normales”, a sentir “normal”, a mirar su lugar en el mundo con “normalidad” son capaces de inspirarse, de ganar identidad y ser más creativos, capaces de renovarse y transformar sus experiencias. 5. El experto. El tipo cerebral, curioso y vehemente. Le apasiona aprender y sentirse un experto. El problema que pueden llegar a tener es que se refugien en el cerebro dejando de lado otras áreas importantes de sus vida, pueden volverse obsesivos, excéntricos y aislarse de los demás. Si aprenden a estar en contacto con sus emociones, instintos y su cuerpo como un todo su capacidad de innovación, su curiosidad y su visión de la vida se equilibra y mejora. 6. El leal. El tipo comprometido, orientado a la seguridad. Necesitan redes de seguridad para sentirse seguros, ser leales a personas, relaciones, ideas o estructuras. Este hecho les puede volver muy indecisos, evasivos, inseguros y contradictorios. Paradójicamente en cuanto aprenden a ser más independientes y autónomos crean redes más fuertes, gana en seguridad y se vuelven personas mucho más estables. 7. El entusiasta. El tipo activo, optimista y vitalista. Son personas muy orientadas al disfrute, el problema es que muchas veces cuando se sienten estresados o tienen un problema se evaden demasiado, se vuelven impulsivos y no saben parar. Si aprenden a parar y profundizar con serenidad en su interior se vuelven personas muy equilibradas, dignas, capacitadas y sobre todo son capaces de conseguir una felicidad mucho más plena. 8. El rebelde. Personas protectoras y muy asertivas. De todo el eneagrama es el que más disfruta del liderazgo, este estilo excesivo e intimidante puede llevarle a problemas de aislamiento con los demás al no poder conectar, además pueden caer en la agresividad y el autoritarismo cuando las cosas no son como ellos quieren. Si aprenden a ser más vulnerables y a dejar a los demás que sean independientes se vuelven más magnánimos y mejores líderes. 9. El conciliador. Orientadas a la tranquilidad y a la paz mental son personas comprensivas, diplomáticas y pacificadoras. El problema es que muchas veces existen situaciones estresantes que no son capaces de afrontar de manera efectiva, desconectando, evadiéndose o cediendo con tal de conservar su tranquilidad. En cuanto aprenden a ponerse retos, a ser conscientes de los estresores de su vida y de la importancia del conflicto como parte del crecimiento se vuelven más profundos y mejores mediadores. Más sobre el eneagrama en: – El uno del eneagrama, características y actitudes erróneas – 30 prácticas de crecimiento (el uno del eneagrama) – Entrevista a la psicóloga, especialista en el eneagrama y escritora Victoria Cadarso – El dos del eneagrama, características y actitudes erróneas – 30 prácticas de crecimiento (el dos del eneagrama)
El eneagrama de la personalidad trata de describir ciertos rasgos de personalidad de cada persona. Lo hace a través de los eneatipos, nueve perfiles básicos.
Según Riso y Hudson, al hablar de Personalidad nos referimos a las conductas inconscientes, máscaras que nos ponemos, cuando estamos dormidos. 😉 Para llegar a nuestra verdadera Esencia los autores …