Vida Cotidiana en los "locos" años 20 El escritor austríaco Stefan Zweig dijo en su autobiografía, "El mundo de ayer" (escrita en 1941), que los años 1924 a 1933 representaron la última oportunidad para el mundo. Y en efecto, pese al pesimismo que, impregnaba la conciencia intelectual de la posguerra, la vida social y la situación internacional mejoraron sensiblemente en la segunda mitad de la década de los años veinte. Aunque algunas economías aún experimentaran crisis coyunturales y aunque el paro (desocupación) fuese en todas ellas alto - superior a los niveles anteriores a 1914-, el crecimiento económico entre 1925 y 1929 fue en términos absolutos rápido, generalizado y sostenido. En 1923 se habían alcanzado ya los niveles productivos de 1913. El índice de la producción industrial mundial pasó de 100 en 1913 a 111 en 1924, 141,8 en 1928 y 153,3 en 1929. En Estados Unidos, la recuperación económica fue particularmente rápida una vez superada la crisis de los años 1920-21. Se debió, sobre todo, al aumento espectacular de la fabricación de automóviles (1,9 millones de vehículos en 1919; 5,6 millones en 1929), al incremento de la demanda de bienes de consumo y al boom de la construcción. La producción manufacturera creció entre 1921 y 1929 a una tasa media anual del 7,6 por 100. En Francia, la producción industrial aumentó entre 1924 y 1929 a una media anual del 3,5 por 100. La producción de carbón pasó de 25,3 millones de toneladas en 1920 a 55 millones en 1930; la de acero, de 2,7 millones en 1920 a 9,4 millones en 1930; la de electricidad, de 5,8 millones de kilovatios-hora en 1920 a 17,5 millones en 1935. La recuperación fue más lenta en otros países industrializados como Gran Bretaña y, por descontado, en Alemania; también en países relativamente industrializados como Bélgica, Holanda, Suiza y los países escandinavos. Pero no fue por ello menos evidente. Así, pese a la sobrevaloración de la libra tras el retorno en 1925 a la paridad en oro de 1914 ordenada por Churchill como ministro de Hacienda, pese al declinar de algunas industrias tradicionales (carbón, acero, producción naval, textil) y a la pérdida de mercados internacionales, la economía inglesa creció regularmente desde 1922. Alemania se recuperó notablemente tras la reconversión del marco en 1924 y la renegociación en ese año del pago de las indemnizaciones de guerra (Plan Dawes). Los años 1925-29 fueron los años de la "prösperitat". El desempleo, que todavía en 1924 suponía el 13,5 por 100 de la población activa del país, había descendido en 1925 al 6,7 por 100. En 1927 la producción industrial superaba ya ampliamente los niveles anteriores a la guerra mundial. La producción total de carbón subió de 252,4 millones de toneladas en 1920 a 288, 7 millones en 1930; la de acero, que había bajado hasta los 6 millones de toneladas en 1923, alcanzó los 16,3 millones en 1927; la de electricidad pasó de 15 millones de kilovatios-hora en 1920 a unos 30 millones en 1930. Un mundo cada vez más pequeño Los años veinte vieron en todo el mundo una "revolución en las comunicaciones" casi tan importante y decisiva como la que en el siglo XIX supuso el ferrocarril. En Estados Unidos, por ejemplo, los automóviles desplazaron al ferrocarril en el transporte de viajeros. En Europa, los camiones empezaron a disputarle el transporte de mercancías. Las grandes fábricas de automóviles (Ford, General Motors, Chrysler, creada en 1925, Morris, Austin, Renault, Citroën, Opel) reorientaron su producción hacia vehículos económicos para uso de las masas. En 1939, había unos 19 millones de coches particulares en Estados Unidos, cerca de dos millones en Gran Bretaña y cifras superiores al millón en Alemania y Francia. Las hazañas de aviadores como los ingleses Alcock y Brown, que en 1919 hicieron el primer viaje transoceánico sin escala, o como el norteamericano Charles A. Lindbergh -que en 1927 voló en solitario de Nueva York a París-, prepararon el camino para la comercialización de la aviación. No fue, pues, casual que Saint-Exupéry escribiera ahora, 1929-39, sus novelas sobre los pioneros de la aviación (Correo del Sur, Vuelo de noche, Tierra de hombres). En 1919, se pusieron en servicio en Estados Unidos y en Europa las primeras, y muy modestas, líneas aéreas de pasajeros. En 1937, transportaban ya en todo el mundo a unos 2,5 millones de viajeros. En 1939, la empresa norteamericana Pan-Am estableció viajes regulares entre Estados Unidos y Europa. En 1920 habían comenzado, en Estados Unidos, las emisiones regulares de programas de radio. En 1922 se creó en Gran Bretaña para ese fin la British Broadcasting Company. En 1925 se usaban ya en el país 1.652.000 aparatos de radio (y el doble de esa cifra en 1930). En 1927, se estableció comunicación telefónica entre Nueva York y Londres. El total de aparatos telefónicos se acercaba en Inglaterra en 1930 a los 2 millones. En los años 1926-30, comenzaron en Estados Unidos e Inglaterra las primeras experiencias de televisión. Jazz, tango y cabarets Socialmente, los años veinte fueron años "felices", años locos, "la década del jazz "como la denominó el escritor norteamericano Scott Fitzgerald por el éxito de músicos como King Oliver, Duke Ellington y Louis Armstrong; los años del tango y del charlestón, del deporte y del cine, de los night-clubs y cabarets, de Josephine Baker y Maurice Chevalier. La aceptación de los ritmos musicales populares se tradujo al mismo tiempo en una expansión generalizada y en la pérdida de su particular conceptualización peyorativa. Ocurre con el tango, música arrabalera argentina, procedente de diversos influjos musicales traídos por los emigrantes, cuya incursión en los círculos burgueses será rápida y exitosa. Desde luego, el baile, sensual y sugerente, es parte importante de su popularidad, y más en una época en que se permite percibir cierta liberalización sexual. Ritmos negros, latinos y populares desplazan, en los gustos musicales de las sociedades, a las tradicionales obras de compositores clásicos. La música se convierte en un bien de consumo inmediato, festivo, proceso al que ayuda la invención de elementos de transmisión como la radio, el fonógrafo o el cine musical. Jazz, boogie-woogie, charleston, foxtrot... son nuevas maneras de entender la música y el baile. Sus apariciones se suceden, en un intento desenfrenado por mostrar una alegría de vivir que parece contagiosa, donde lo frívolo y lo festivo ocupan un lugar de primer orden. El papel de la mujer en los bailes acentúa su sensualidad, reforzada con ropajes más ajustados, maquillajes exagerados, el uso de pantalones y el cigarrillo entre los labios. Los dioses del estadio A partir de la Olimpiada de Amberes (1920), los Juegos Olímpicos adquirieron importancia inusitada e interés popular. El deporte fue en adelante o vehículo del nacionalismo popular o cuando menos, instrumento para la expresión de apasionadas lealtades colectivas. Los públicos empezaron a vivir los éxitos y fracasos de sus equipos deportivos como éxitos y fracasos nacionales o locales. Eso ocurrió en Francia con las victorias internacionales de los tenistas Borotra, Lacoste, Cochet y Brugnon y del boxeador Carpentier, o en Italia, con los triunfos, ya en los años treinta, de su equipo nacional de fútbol y de sus campeones ciclistas. Acontecimientos como la Copa de fútbol inglesa -que desde 1923 se celebró en el estadio londinense de Wembley-, o como la vuelta ciclista a Francia o el "giro" de Italia o como ciertos combates de boxeo, se convirtieron en hechos sociales de trascendencia nacional. 145.000 personas, por ejemplo, asistieron en 1926 en Estados Unidos al combate entre Jack Dempsey y Gene Tunney. Con la disputa en 1930 del primer Campeonato del mundo -que ganó Uruguay-, el fútbol se convirtió en el primer gran espectáculo deportivo internacional. En Estados Unidos, el vigor y competitividad de determinados deportes propios ("base-ball", fútbol americano, "basket-ball" parecían corresponderse idealmente con el vitalismo y la energía de la comparativamente joven sociedad americana. Los deportistas -hombres como Babe Ruth, Joe Louis, Weismüller y Jesse Owens (y en Europa, como Magne, Leduc, Fred Perry, Schmelling y Carnera)- se convirtieron en verdaderos mitos populares. Algunos escritores (Prévost, Montherlant, Giraudoux, Hemingway) se sintieron atraídos por los ingredientes de belleza, fuerza, dinamismo, emoción y violencia consustanciales al deporte. El pintor norteamericano George Belows pintó en cuadros extraordinarios algunos de los grandes combates de boxeo de la época. La fábrica de sueños El cine creó también muy rápidamente su propia leyenda, asociada a los nombres de las grandes estrellas de las producciones norteamericanas. Los años veinte fueron los años del cine mudo. Rodolfo Valentino y Douglas Fairbanks crearon los primeros arquetipos cinematográficos del héroe romántico. Charles Chaplin, Buster Keaton, Harold Lloyd, Stan Laurel y Oliver Hardy produjeron obras maestras del cine cómico. La invención del cine sonoro (1927) reforzó aún más el éxito social de la nueva industria. En Estados Unidos, la audiencia media semanal de todos los locales cinematográficos era estimada a principios de la década de 1930 en unos 80-100 millones de personas. Pese a la calidad de las cinematografías alemana (Von Sternberg, Fritz Lang, G.W. Pabst), rusa (Eisenstein, Pudovkin) y francesa (René Clair, Renoir, Duvivier), la formidable capacidad creadora de Hollywood conquistó en todas partes la imaginación del gran público. Greta Garbo, Marlene Dietrich, Gary Cooper, los hermanos Marx, Fred Astaire y Ginger Rogers, King Kong (1933) y Lo que el viento se llevó (1939), fueron algunos de los nombres famosos y de los grandes éxitos de la década: ya quedó dicho que fue entonces cuando la industria norteamericana creó todos los grandes géneros del arte (musicales, westerns, cine negro, aventuras, comedia ligera, melodrama). Fuera los corsés Con la posguerra se dio una una progresiva liberalización de costumbres y sobre todo, de la sexualidad. Ello se reflejó en la literatura (novelas de D. H. Lawrence), en el arte (el surrealismo) el cine, que desde pronto comenzó la fabricación de "sex symbols", y también en la tolerancia de las clases altas y círculos intelectuales y artísticos hacia el adulterio y la homosexualidad, en el aumento de la tasa de divorcios y en las mismas modas femeninas. Así, en Gran Bretaña la media anual de divorcios pasó de 823 en 1910-12 a 3.619 en 1920-22. En Estados Unidos, en 1890 se divorciaban el 5 por 100 de los matrimonios; en 1930, el 18 por 100. Las mujeres empezaron a fumar en público y a frecuentar no acompañadas bares y lugares similares. Se generalizó el empleo de maquillajes faciales y de lápices de labios; las faldas se acortaron hasta la rodilla; la ropa interior femenina se simplificó y estilizó; los trajes de baño se redujeron de forma notable; el cuerpo pasó a ser objeto de atención especial para lograr su mantenimiento esbelto y bello. Médicos, higienistas, sexólogos y divulgadores científicos -y también pornógrafos- descubrieron la sexualidad femenina. Nuevos papeles femeninos Desde luego, en algunos países y en medios sociales acomodados, el papel de la mujer experimentó cambios sustanciales. Las mujeres recibieron el voto en Gran Bretaña y en Alemania en 1918 y en Estados Unidos en 1920. El número de mujeres trabajadoras subió durante la guerra mundial en Gran Bretaña de 6 a 7,3 millones y en Estados Unidos se elevó, también por efectos de la guerra, a 8.637.000 en 1920 (el doble que en 1900) y a 10.752.000 en 1930. En Inglaterra, las mujeres representaban ya en 1925-26 el 30 por 100 del total de estudiantes universitarios (20.899 varones; 8.376 mujeres). Su presencia en la vida pública se hizo cada vez más frecuente. En 1918, Nancy Astor llegó al Parlamento, la primera mujer en conseguirlo en la historia británica. En Estados Unidos hubo ya en los años veinte mujeres que accedieron al cargo de gobernador de Estado. El gobierno laborista británico de 1929 incluyó una mujer, Margaret Bondfield, como ministra de Trabajo. Roosevelt nombró a Frances Perkins, para la secretaría de Trabajo, cuando llegó a la Presidencia de su país en 1933. El gobierno del Frente Popular francés de 1936 incorporó varias mujeres como subsecretarias de Estado. Escritoras como Virginia Wolf en Inglaterra, como Colette en Francia, como las norteamericanas Gertrude Stein y Dorothy Parker, alcanzaron prestigio, influencia y éxito muy notables. Una norteamericana, Amelia Earhart, emuló a Lindberg volando en solitario en 1928 a través del Atlántico. Grandes tenistas, como Helen Wills Moody, norteamericana, y Suzanne Lenglen, francesa, rivalizaron en fama con los deportistas masculinos. Las chicas "flapper" -zapatos de tacones altos, medias de nylon, cinturas estrechísimas, faldas cortas, cigarrillo en la mano- se convirtieron en el paradigma del nuevo tipo de mujer independiente y emancipada que la guerra parecía haber creado. Más sutilmente, Virginia Wolf argumentaba en su ensayo Una habitación propia (1929) la importancia que para el desarrollo de la personalidad femenina tenía que la mujer pudiera disponer de un ámbito propio. Era una explicable afirmación de vitalismo, como una voluntad colectiva de recuperar el ritmo normal de la vida tras varios años de guerra y luego de las graves dificultades económicas y sociales que se vivieron en la inmediata posguerra. Datos de: http://www.artehistoria.jcyl.es/
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"REFLEXIONES DE UNA HOPPER" COMO VESTIR POR ÉPOCAS: PARTE 1 - AÑOS 20 Y 30 Hola queridism@s hoppers: Mi primer post tratará un poco por petición popular, en una breve historia de la moda por épocas y unos tips para adaptarlos a nuestra vestimenta vintage. A veces cuando nos convocan a una fiesta swing temática tipo los locos Años 20, los queridos 30 o los adorados 40, no tenemos muy claros los indicadores y las pautas al buscar nuestro modelito ideal, y acabamos rebuscando poniéndonos lo primero que pillamos o con algo que no corresponde a la época en cuestión. Personalmente me gusta mezclar estilos en mi vestuario hopper, a veces más Pin Up, otras algo más retro años 30/40, mientras que otras solo con un detallito (una flor, un pañuelo, etc), unos vaqueros y una camisita mona me siento perfectamente para bailar un rato. Dejando a los 20 para eventos más puntuales, por su ostentación. Los estilos más utilizados son los Años 20, 30, 40 y ya pasamos a un estilo un poco más Pin Up de los 50 en adelante, de estos últimos hablaremos en un futuro post. "DORADOS AÑOS 20" Para entender la época de los 20 tenemos que ver un poco el contexto social y económico que no solo influye en la moda sino también en la música y el baile. Hubo un crecimiento de la economía hasta la crisis del 29. La gente gastaba millones en ropa, música, cosméticos y mobiliarios ostentosos llenos de lujo. Este tipo de moda podemos verlas en películas como Chicago, The Artist, El Gran Gastby, entre otras. EL GRAN GATSBY THE ARTIST Esta época va de la mano del Charleston, un tipo de baile que se origina a principios de siglo y se popularizo en los años 20, en Estados Unidos, siendo una diversión después de la Primera Guerra Mundial. Se expandió y tuvo gran importancia en Europa, teniendo ese halo de despreocupación, llegando casi al 80% de la población que lo practicaba, empezando a decaer a partir del 1927 y se llevo consigo uno de los bailes más conocidos. MODA Nada era sencillo, se usaban muchos complementos, broches, joyería, bolsos, guantes largos, plumas, lentejuelas, lazos, gasas, diademas, flores y collares maxi largos. Anterior a los 20 los vestidos y faldas no dejaban entrever los tobillos, y es aquí cuando estas se acortan para dejar ver las piernas con medias con costura trasera y dibujos de encajes. Lo más característico son los flecos que dan mucho movimiento al bailar, colores brillantes, dorados negros. IDEAS Otra vertiente de la moda de los años 20 fue el resurgir del estilo Eduardino, con telas con caída, sedas, muselinas, encajes, etc. Cortes evasée, plisados y volantes, con cuellos con grandes solapas o canesús bordados.Vestidos de capas y sin mangas, usando chales o estolas. También se ponen de moda los trajes de chaqueta y chaleco masculinos, abrigos con cuellos y puños de piel. PEINADO Y COMPLEMENTOS Las chicas Flapper marcaban la moda, con faldas cortas y cortes tipo bob cut, pelo muy corto muy Garzçone. El cabello no debe pasar el hombro, asimétrico, flequillos rectos y ondas tanto marcadas como suaves, también usaban mucho maquillaje, piel calidad con polvos de arroz, labios bien delineados con carmín, sombras oscuras y ojos muy perfilados. Llevaban collares de perlas largos o gargantillas al cuello, estolas de plumas, guantes tanto largos como cortos, y flores en todo el vestuario, grandes sombreros con plumas, medias de seda y pequeños bolsos con plumas. Zapatos Marie Jane o merceditas. Información tomada como referencia para el articulo. "LOS AÑOS 30" Esta época en la moda va de la mano de la crisis económica que se origino en el 29, dejando una serie de caídas en las bolsas y bancos mas importantes. Todo el lujo y ostentación de años anteriores paso a un segundo plano, cuando lo mas importante era dar de comer a las familias y el tema del desempleo. La moda se vuelve sobria, sin artificios y con materiales mas económicos, de fibras sintéticas, como el nylon y la seda artificial. Las cinturas se entallan, todo mas femenino, se alargan las faldas. Surgen los primeros pantalones para mujeres y vestidos de punto. Hay mucha sensualidad en escotes pronunciados y espaldas al descubierto. Se empiezan a usar finas sandalias, y darle un segundo uso a las prendas por pura necesidad. El cine sonoro trajo consigo un mayor glamour hollywoodiense, con nuevas estrellas: Mae West, Bette Davis, Katherine Hepburn, Greta Garbo y Marlene Dietrich, entre otras, que marcaban el estilo a seguir, cuidando su aspecto de diosas, con un cuerpo delgado,aspecto muy cuidado, maquillas, manicuras, vestuario perfecto y cejas finisimas. MARLENE DIETRICH ESTILISMO, MAKE UP Y PEINADOS Las cejas marcaban este estilo, se depilaban de manera muy fina, con un pequeño arco al final, en los años 20 eran rectas. Otra característica es el contraste de la piel pálida con labios oscuros: rojos, marrones, granates, etc, efectuando un pequeño efecto, maquillando el labio superior un poco mas grande que el inferior. Las sombras azules, verdes y violetas (para rubias) y morados, marrones (para morenas). El peinado deja ondas al agua suaves, dejando el rostro despejado, recogidos en moños, ahuecados, con rizos mas pequeños que épocas anteriores, pegados a la cabeza. Que hacían parecer mas altas y que sentaran mejor los sombreros tan de moda en este periodo. Los sombreros fueron el complemento mas destacado de la época. Así que ya tenéis las bases de los estilos, solo hay que aplicarlos a vuestro vestuario hopper, si queréis ir a los 20, vestidos cortos, flecos, plumas y brillos, a lo chica Flapper. Para los años 30 algo mas sexy, vestidos entallados, largos, mas sencillos en materiales, pantalones de talle alto, muy "femme fatale". Yo ya tengo mis próximos modelitos, jiji. Si os surgen dudas solo tenéis que consultarme. Un besote swing!! BEATRIZ MIRALLES
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