Born in Florence, Italy, in 1522, Saint Catherine was baptized Alexandrina. When she was only six years old, her father placed her in the convent of Monticelli in Florence. Her aunt, Louisa de Ricci, was a nun there and she and the other sisters watched over young Alexandrina and administered her catechesis. When Alexandrina was […]
Fr Gabriel of St Mary Magdalen on the apostolate of the Blessed Virgin Mary, an excerpt from his Carmelite meditation book "Divine Intimacy".
I came across this fantastic smart car with its own multi-coloured crocheted cover........I love it! It is the work of Magda Sayeg, an American lady who is a guerilla knitter. I've heard of guerrila gardening, but not knitting; but it...
SPIRITUALDIRECTION- explores Catholic spiritual direction advice and how a deeper relationship with the spiritual aspect of being human being based on the wisdom's of the Bible, Church and the saints and angels.
A visit by one of the seven archangels would have been scary enough. But the words he spoke were far more terrifying: the Holy Spirit was to come to her, the power of God would overshadow her, and she would give birth to the Son of God. To all this Mary responded: “May it be […]
Perdonar no es un acto mágico, no es que alguien mueva el botón del control y todo es diferente. Tomar la decisión de perdonar es un proceso. 3 razones por las que hoy tienes que tomar la decisión de perdonar
Sábado segunda semana Cuaresma. La conversión del corazón, requiere que estemos dispuestos a soltarnos en Él.
Each and every one of us are called by Almighty God to be holy. We are called to be saints. To reach such sublime heights, one can say that we are called to be great. This greatness is what is referred to as the virtue of Magnanimity – which translates to ‘greatness of soul’. It […]
J. S. Bach is widely considered to be one of history’s greatest musical composers. You’ve certainly heard his music before, and if you’ve taken piano lessons you’ve probably played pieces from his famous Well-Tempered Clavier, a collection of preludes and fugues. And, like many good 17th and 18th century Germans, he was a faithful Lutheran. Which makes this next fact all the more surprising: perhaps his greatest work, the culmination of his career, considered by some to be the best work of
“For the living know that they will die,” says the author of Ecclesiastes (Eccles. 9:5). This is a reality we all face. But the question of what to do with the body after death remains. May we cremate it? If so, may we scatter the ashes or must we preserve them? May we donate the […]
Os gusta esta foto ? Me imagino este campo de "Lavanda" con su color violeta y como no el olor que tiene que desprender . Maravilloso ........... Pues aquí tenéis estos saquitos de lavanda , los he hecho para tener un trocito de ese campo en mi armario . Con una letras bordadas en punto de cruz y una tela con flores de lavanda, me han quedado de los más monos , Espero que os gusten las fotos y los saquitos . Feliz verano .......................
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Lucas 5, 1-11. Tiempo Ordinario. Ojalá que nosotros, como Pedro, creamos en Jesús y obedezcamos su palabra.
De tanto imaginarte, la noche callada me contaba todo sobre ti Y al encontrarme en tu mirada cuando te veía, resurgía en mi todo lo que yo sentía. Caímos en el mismo lugar y pronto vivimos tanto... ... soy tierra de nadie ... Eres mi avatar cianótico (supremo ser del agua, la tierra y el fuego) Amor ¿a dónde voy?.. Allá no hay futuro….SIN TI. Amor ¿a dónde te vas? ... ¿A dónde?... DIME…. Te sigo hasta el final, hasta encontrarnos en algún lugar. Evva
Pidámosle a Cristo nos conceda abrir nuestro corazón al don de Dios, y nos permita abrir el nuestro para ser don de Dios para los demás.
Comentario litúrgico del Bautismo del Señor
Uno de ustedes me va a entregar Martes 16 de abril ¡Paz y Bien! Evangelio Juan 13, 21-33. 36-38En aquel tiempo, cuando Jesús estaba a la mesa con sus discípulos, se conmovió profundamente y declaró: «Yo les aseguro que uno de ustedes me va a entregar». Los discípulos se miraron perplejos unos a otros, porque no sabían de quién hablaba. Uno de ellos, al que Jesús tanto amaba, se hallaba reclinado a su derecha. Simón Pedro le hizo una seña y le preguntó: «¿De quién lo dice?» Entonces él, apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó: «Señor, ¿quién es?» Le contestó Jesús: «Aquel a quien yo le dé este trozo de pan, que voy a mojar». Mojó el pan y se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote; y tras el bocado, entró en él Satanás. Jesús le dijo entonces a Judas: «Lo que tienes que hacer, hazlo pronto». Pero ninguno de los comensales entendió a qué se refería; algunos supusieron que, como Judas tenía a su cargo la bolsa, Jesús le había encomendado comprar lo necesario para la fiesta o dar algo a los pobres. Judas, después de tomar el bocado, salió inmediatamente. Era de noche. Una vez que Judas se fue, Jesús dijo: «Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en él. Si Dios ha sido glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo y pronto lo glorificará. Hijitos, todavía estaré un poco con ustedes. Me buscarán, pero como les dije a los judíos, así se lo digo a ustedes ahora: 'A donde yo voy, ustedes no pueden ir'». Simón Pedro le dijo: «Señor, ¿a dónde vas?» Jesús le respondió: «A donde yo voy, no me puedes seguir ahora; me seguirás más tarde». Pedro replicó: «Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti». Jesús le contestó: «¿Conque darás tu vida por mí? Yo te aseguro que no cantará el gallo, antes de que me hayas negado tres veces». Palabra del Señor. Reflexión Podemos imaginar la situación en la mesa: "uno de ustedes me va a entregar", dice Jesús, pero ¿quién? Seguramente que todos nosotros, de haber estado en la mesa, nos hubiéramos preguntado a nosotros mismos ¿será posible que yo sea el que va traicionar al Maestro? Y la verdad es que la respuesta es "SI". Cada vez que a pesar de que sabemos que lo que vamos a hacer es contra la fe, contra nuestro prójimo, contra Dios mismo, y lo realizamos, estamos actuando de la misma manera que Judas: estamos traicionando la confianza de Jesús. Él nos llama amigos, nos ha llamado para seguirlo y para ser un instrumento de su amor y de su gracia, y en lugar de ello preferimos nuestros propios caminos, nuestros propios métodos y metas. El mismo Pedro, que amaba con todo su corazón a Jesús, que decía estar dispuesto a morir por él, lo negará no una, sino tres veces. Y es que no tenemos fuerza para ser fieles, pues esta fuerza viene de Dios. El amor al Maestro y el poder del Espíritu que mora en nosotros, son los únicos elementos que nos hacen ser verdaderamente fieles. Busquemos en estos días crecer más en el amor para que el Espíritu se fortalezca y podamos experimentar una Pascua maravillosa.
In his Great Catechism, St. Gregory of Nyssa offers a threefold explanation that illuminates the why, the how, and the what of the Eucharist.
Santo Evangelio según san Mateo 5, 1-12. Todos los Santos
Mensaje Febrero 2, 2017 “Queridos hijos, ustedes que se esfuerzan en ofrecer cada día de su vida a mi Hijo, ustedes que procuran vivir con Él, ustedes que oran y se sacrifican, ustedes son la esperanza en este mundo inquieto. Ustedes son los rayos de la luz de mi Hijo, el Evangelio vivo, y son mis queridos apóstoles del amor. Mi Hijo está con ustedes, Él está con los que piensan en Él, con los que oran, pero de la misma manera, Él espera pacientemente a los que no lo conocen. Por eso ustedes, apóstoles de mi amor, oren con el corazón y muestren con las obras el amor de mi Hijo. Esta es la única esperanza para ustedes, este es el único camino hacia la vida eterna. Yo, como Madre, estoy aquí con ustedes. Sus oraciones dirigidas a mí son para mí las más bellas rosas de amor. No puedo no estar allí donde siento el perfume de rosas. Hay esperanza. Les doy las gracias.” Message February 2, 2017 “Dear children, you who are striving to offer every day of your life to my Son, you who are trying to live with Him, you who are praying and sacrificing – you are hope in this peaceless world. You are rays of the light of my Son, a living gospel, and you are my beloved apostles of love. My Son is with you. He is with those who think of Him – those who pray. But in the same way, He is patiently waiting for those who do not know Him. Therefore, you, apostles of my love, pray with the heart and with your works show the love of my Son. This is the only hope for you, and this is also the only way to eternal life. I, as a mother, I am here with you. Your prayers directed to me are the most beautiful roses of love for me. I cannot but be where I sense the scent of roses. There is hope. Thank you.” Messaggio del 2 febbraio 2017 “Cari figli, voi che cercate di presentare ogni giorno della vostra vita a mio Figlio, voi che provate a vivere con lui, voi che pregate e vi sacrificate, voi siete la speranza in questo mondo inquieto. Voi siete i raggi della luce di mio Figlio, un vangelo vivente, e siete i miei cari apostoli dell’amore. Mio Figlio è con voi. Egli è con coloro che pensano a lui, che pregano. Allo stesso modo, però, egli aspetta pazientemente quelli che non lo conoscono. Perciò voi, apostoli del mio amore, pregate col cuore e mostrate con le opere l’amore di mio Figlio. Questa è l’unica speranza per voi, ed anche la sola via verso la vita eterna. Io, come Madre, io sono qui con voi. Le vostre preghiere rivolte a me sono per me le più belle rose d’amore. Non posso non essere là dove sento profumo di rose. C’è speranza! Vi ringrazio”.
Every year, the Church joyfully celebrates the Feast of All Saints. A classical ecclesiastical model divides the Church into three parts, but all belonging to the same family of God: the Church Triumphant, the saints in heaven, the Church Militant, those living soldiers on earth, fighting for their salvation, and finally, the Church Suffering—the souls […]
Realmente, apenas cabe expresar el c�mulo de males que el divorcio lleva consigo. Debido a �l, las alianzas conyugales pierden su estabilidad, se debilita la benevolencia mutua, se ofrecen peligrosos incentivos a la infidelidad, se malogra la asistencia y la educaci�n de los hijos.
Santo Evangelio según San Mateo 17, 22-27. Lunes XIX de Tiempo Ordinario.
Memoria Litúrgica, 9 de Septiembre
Memoria Litúrgica, 1 de agosto
Fr Bryan Jerabek on his experiences with Communion on the tongue, dangers of receiving in the hand, why the irreverence in receiving Our Lord.
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La respuesta a la pregunta curiosa de un niño
El matrimonio debe crecer más fuerte con el tiempo. Una pareja debe seguir persiguiéndose, alentándose y admirándose el uno al otro. Uno de los errores más peligrosos en el matrimonio
Pope Francis has made strong comments against gossip more than once. He has called gossip a form of “terrorism,” an enemy of harmony and has warned that gossip has the potential to destroy the local a
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Il quarto comandamento riguarda espressamente il rapporto dei figli con i genitori. Si riferisce anche ad altri rapporti familiari, educativi, lavorativi, ecc.
Mendigo por amor de Dios Suscitado como víctima y como protesta contra los vicios de la sociedad francesa del siglo XVIII. Es una de aquellas vocaciones para ser admiradas, pero no necesariamente imitadas, salvo que se manifieste una clara señal de Dios. Plinio María Solimeo Benito José nació el 26 de marzo de 1748 en Amettes, en la diócesis de Boulogne, al norte de Francia. Era el mayor de los 15 hijos de Juan Bautista Labre y Ana Bárbara, miembros de la clase media local, que dieron a su numerosa prole una profunda educación religiosa, de manera que varios de ellos siguieron la vocación sacerdotal. “El Creador lo había dotado [a Benito] de un espíritu vivo y penetrante, de un juicio sano y sólido, de una memoria fácil y segura. Su corazón era tierno, su voluntad fuerte, su alma no abandonaba jamás la verdad una vez conocida. Manifestó desde sus primeros años una pronunciada inclinación hacia el bien, gustos simples e inocentes, y una gran ingenuidad, señal ordinariamente precursora de una rectitud de sentimientos”.1 Desde niño tuvo gran estima por su carácter de católico, tierna devoción a la Santísima Virgen y a su esposo (su santo patrono), devociones que en su país no se separan. Así, los nombres de Jesús, María y José fueron los primeros que él pronunció. Benito realizó sus primeros estudios en la escuela dirigida por el vicario parroquial. Los relatos de ese período de su vida ––tanto en la biografía escrita por su confesor, P. Marconi, como en los testimonios del proceso de beatificación–– son unánimes en resaltar una seriedad de pensamiento y de comportamiento muy superior a su edad. Muy temprano comenzó a mostrar una acentuada predilección por el espíritu de mortificación y alejamiento de los juegos infantiles. Desde que tuvo uso de razón, demostró el más vivo horror al pecado. Pero todo aquello coexistía en él con un comportamiento franco y abierto, y con un fondo de alegría que permaneció inconmovible hasta el final de su vida. A la edad de 12 años su educación fue confiada a su tío paterno, P. Francisco José Labre, párroco de Erin. Benito hizo la primera comunión y recibió el sacramento de la confirmación el mismo día. Comenzó entonces para él una nueva vida, más recogida y mortificada; aprovechando todas las ocasiones que se le presentaban para enseñar la doctrina cristiana a niños pequeños. Obstáculos en la búsqueda de su vocación A los 16 años de edad Benito resolvió abrazar la vida religiosa. Escogió a los trapenses porque su regla era la más rigurosa. Intentó obtener la aprobación de sus padres, pero estos se la negaron terminantemente. Volvió entonces a Erin, redoblando las penitencias y ejercicios de piedad para estar apto y encarar las penitencias del claustro. En setiembre de 1766, irrumpió en la ciudad una epidemia de tifus, que causó innumerables víctimas. Benito se unió a su tío en la atención de los enfermos. Al fallecer su tío en noviembre de ese año, como mártir de la caridad, Benito regresó a Amettes. Una vez más intentó obtener de sus padres el permiso para entrar en la Trapa. Temiendo que su oposición fuese resistencia a la voluntad de Dios, ellos concordaron, pero le pidieron que, en vez de ingresar a los trapenses, que eran muy rigurosos, lo hiciera en los cartujos de Val-Sainte-Aldegonde. Estos religiosos no admitieron a Benito a causa de las grandes pérdidas que habían sufrido, lo cual disminuyó sus recursos. Intentó ingresar a otro monasterio de la misma orden en Neuville, pero le fue negada la admisión porque no alcanzaba la edad mínima requerida de 24 años. Durante los siguientes dos años, Benito intentó otras dos veces entrar en la Trapa, pero sin éxito. Por espacio de seis semanas fue postulante en los cartujos de Neuville, pero tuvo que salir por no encontrar allí la paz que deseaba. En noviembre de 1769, fue recibido en el convento cisterciense de Sept-Fonts. Después de una corta permanencia en ese monasterio, durante la cual su exactitud en la observancia religiosa y su humildad impresionaron a toda la comunidad, tuvo problemas de salud, y le fue aconsejado intentar realizar su vocación en otro lugar. La vocación de peregrino mendigo Siguiendo entonces una inspiración, Benito tomó la resolución de ir, como peregrino, a los santuarios más renombrados, como los de Roma y de Loreto, a fin de pedir a Dios que le diera a conocer su divina voluntad a su respecto. Iglesia de Santa María dei Monti, en Roma, donde el santo está sepultado De Chieri, en Piamonte, escribió una carta a sus padres informándoles de su proyecto de entrar en alguno de los numerosos monasterios de Italia. Sin embargo Benito tuvo otra iluminación interior, que le hizo comprender por fin el género de vida que debía llevar: “Era la voluntad de Dios que él, como san Alejo, abandonara a sus padres y todo el confort del mundo, para llevar un nuevo estilo de vida, más doloroso, más penitencial, ni en el aislamiento ni en el claustro, sino en medio del mundo, visitando devotamente como peregrino los lugares famosos de la devoción cristiana”.2 Benito encontró entonces la paz de alma que tanto buscaba en el claustro. Esa vocación era tan singular, que Benito temió decidirse por sí solo a seguirla. Por eso la sometió repetidas veces al juicio de experimentados confesores, y solo siguió ese camino cuando fue aprobado por ellos. Comenzó entonces su gesta de peregrino mendigo. Vestía una vieja casaca, llevaba un rosario al cuello y otro en una de sus manos, un crucifijo al pecho y una bolsa a la espalda, en la cual cargaba un Evangelio, un breviario —que le permitía rezar el oficio divino diariamente— una copia de la Imitación de Cristo y algunos otros libros piadosos. Benito no usó otro traje hasta el final de su vida, quince años después. Para dormir, tenía el suelo; como techo, las estrellas del cielo. Se alimentaba apenas una vez al día con un pedazo de pan o algunas hierbas, recibidas por caridad u obtenidas de lo que otros desechaban. Nunca pedía limosnas, sino esperaba que voluntariamente le fuese dado lo que necesitaba. Daba a los pobres todo lo que le sobraba después de atendidas sus parcas necesidades. Sufriendo por los males de la Revolución Francesa Por devoción a la Santísima Virgen, Benito comenzó su peregrinación visitando la Santa Casa de Loreto. En seguida fue a Asís, donde ingresó a la archicofradía llamada del Santo Cordón. Quedó extasiado con Roma, al ver imágenes de Nuestra Señora en casi todas las fachadas de las casas y cruces de calles. Visitó las basílicas de la Ciudad Eterna y subió muchas veces de rodillas las 28 gradas de la Escalera Santa. Participó de casi todas las innumerables devociones y ceremonias de las iglesias de Roma. Benito fue después a los santuarios del reino de Nápoles, de Bari y Fabriano en Italia, Einsiedeln en Suiza, Compostela en España y Paray-le-Monial en Francia. En este último país, los restos del jansenismo —especie de protestantismo que enfriaba el corazón y alejaba a las personas de los sacramentos— y los enciclopedistas esparcían sus perversas doctrinas, preparando el terreno para la nefanda Revolución Francesa, que se insubordinó contra el Altar y el Trono y bañó de sangre a toda la nación. San Benito José Labre, favorecido por Dios con el don de profecía, previó esos terribles y apocalípticos acontecimientos como castigo por la impenitencia e impiedad de la sociedad de aquel tiempo. Y rezó y sufrió para que la llama de la fe no se extinguiera en aquella nación, Hija Primogénita de la Iglesia. Los últimos seis años de su vida, Benito José los pasó en Roma, abandonándola solamente una vez al año para visitar la Santa Casa de Loreto, a la cual le tenía mucha veneración. Su incansable e implacable negación de sí mismo, humildad sin afectación, obediencia sin vacilación y perfecto espíritu de unión con Dios en la oración, desarmaban las sospechas que pudiese haber en cuanto a la originalidad de su modo de existencia. Sin embargo, su pobre figura atraía los abucheos y las piedras de los palomillas de la calle, la burla de los viejos empedernidos y las críticas e injurias de aquellos impíos que lo tildaban de hipócrita, singular y demente. Algunas veces le fue incluso negada la Sagrada Comunión, por haber sido tomado por vagabundo y haragán. Pero el olor de santidad y el esplendor de su alma hacían muchas veces desaparecer la aversión que podía inspirar su persona tan maltratada, haciendo brillar en él la continencia y la modestia más perfectas. Los que lo conocían de cerca, como sus confesores, afirmaban que no era un hombre sino un ángel. No pudieron encontrar en él la más ligera falta contra la pureza, y declararon también que Benito, a fuerza de mortificación, había adquirido un tal imperio sobre la irascibilidad, que parecía haberse convertido en la propia mansedumbre y afabilidad, como un nuevo san Francisco de Sales. Por el bajo concepto que de sí mismo poseía, rezaba frecuentemente la oración de san Agustín: “Señor, haz que yo te conozca y me conozca: a ti, para amarte; a mí, para despreciarme”. Sepultura de san Benito José Labre “El mendigo de las Cuarenta Horas” De tal manera su oración era continua, que se puede decir sin exageración que Benito José pasó los últimos quince años de su vida en contemplación. Aunque leía las Sagradas Escrituras en latín desde la adolescencia, y muchos juzgaban que Dios le había dado una particular comprensión de los libros santos, se empeñaba en oír la explicación de la doctrina cristiana al lado de los más ignorantes. Incluso asistía al catecismo dado a los niños abandonados. Su devoción a la Santísima Virgen era tiernísima, y la devoción al Santísimo Sacramento lo coloca entre los santos más devotos de este divino misterio. Procuraba siempre las iglesias donde se realizaban las Cuarenta Horas. En ellas quedaba extasiado, perdiendo la noción del tiempo, por lo que quedó conocido como el mendigo de las Cuarenta Horas. Benito visitaba también a los enfermos, principalmente a los más abandonados, y les hablaba de la vida eterna. A una persona que le pidió un consejo para el futuro, le dijo: “Cada vez que oigas el reloj, acuérdate de que no eres señor de la hora siguiente; y piensa al mismo tiempo en la Pasión que quiso sufrir Nuestro Señor, para que podamos poseer la eternidad”. Literalmente gastado por los sufrimientos y austeridades, Benito desfalleció el 16 de abril de 1783 en las gradas del atrio de la iglesia de Santa María dei Monti, en Roma. Fue llevado hasta una casa vecina, donde horas después falleció. Su muerte fue seguida por un gran número de milagros, atribuidos a su intercesión. Espontáneamente, los niños en la calle comenzaron a gritar: “¡Murió el santo! ¡Murió el santo!”. La vida de Benito José Labre fue escrita por su confesor, P. Marconi, y presenta 136 curaciones milagrosas certificadas hasta el 6 de julio de 1783. Fue beatificado por Pío IX en 1859 y canonizado por León XIII el 8 de diciembre de 1881. Notas.- 1. Les Petits Bolandistes, Vies des Saints, Bloud et Barral, París, 1882, t. IV, p. 424. 2. Op. cit., p. 429.
Ha fallecido el filósofo y sociólogo polaco que explicó la sociedad “líquida” y la importancia de las relaciones personales