Credo de los Apóstoles y Credo Nicea-Constantinopla Entre los símbolos de la fe dos ocupan un lugar particular en la vida de la Iglesia: El símbolo de los Apóstoles y El Símbolo de Nicea-Constantinopla. El Catecismo de la Iglesia nos explica por qué tenemos un Credo (Rf. 185-197). Desde su origen, la Iglesia apostólica expresó su fe en formulas breves y normativas para todos, quiso recoger lo esencial de su fe en resúmenes orgánicos y articulados, destinados sobre todo a los candidatos al bautismo. Esta síntesis de fe no ha sido hecha según opiniones humanas, sino que se ha tomado de toda la Escritura lo más importante, para dar en su integridad la única enseñanza de la fe. A esta se le llama "profesión de fe", y también se le llama Credo, ya que la primera palabra en ella es "Creo". Se les denomina igualmente "símbolos de la fe". A lo largo de los siglos, en respuesta a las necesidades de diferentes épocas, se han elaborado numerosos símbolos de nuestra fe, por ejemplo: Los símbolos de las diferentes Iglesias apostólicas y antiguas. El llamado símbolo de San Atanasio La profesión de fe de ciertos Concilios como los de Toledo, Letrán, Lyón, Trento, o de ciertos Papas como la "Fides Damasi" o "El credo del pueblo de Dios, del Papa Pablo VI" Ninguno de estos símbolos compuestos en diferentes etapas de la vida de la Iglesia puede ser considerado como superado o inútil. Nos ayudan a captar nuestra fe a través de los diversos resúmenes que se han hecho. Ahora paso a contestar su pregunta, sobre el por qué de los dos que usted conoce y su diferencia: Entre los símbolos de la fe dos ocupan un lugar muy particular en la vida de la Iglesia, estos son: El símbolo de los Apóstoles y El Símbolo de Nicea-Constantinopla. El Credo de los Apóstoles o Símbolo de los Apóstoles, es el corto, es llamado de los apóstoles por que es considerado con justicia como el resumen fiel de la fe de los apóstoles. Es el antiguo símbolo bautismal de la Iglesia Romana. Su gran autoridad proviene del hecho de que es el símbolo que guarda la Iglesia Romana, la que fue sede de Pedro, el primero de los apóstoles, y a la cual él llevó a la doctrina común. El Credo de Nicea-Constantinopla, es más largo por ser mas explícito y lo rezamos todos los domingos en la Misa. Debe su gran autoridad al hecho de que es fruto de los dos primeros Concilios ecuménicos, como su nombre lo indica respectivamente Concilio de Nicea año 325 y el Concilio de Constantinopla año 381. Sigue siendo hoy el símbolo común de todas las Iglesias de Oriente y Occidente. Recitar con fe el Credo es recordar nuestro Bautismo y entrar en comunión con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, es también entrar en comunión con toda la Iglesia que nos transmite la fe y en el seno de la cual creemos. = Credo de Nicea Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a, vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo-en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

"Doctores de la Iglesia" Es un título que la Iglesia (el Papa o un concilio ecuménico) otorga oficialmente a ciertos santos para reconocerlos como eminentes maestros de la fe para los fieles de todos los tiempos. La lista de acuerdo a la fecha de proclamación. 1-San Agustín: (354-430). Obispo de Hipona. Uno de los cuatro Doctores originales de la Iglesia Latina. "Doctor de la Gracia". Aclamado doctor el 20 de septiembre del 1295 por Bonifacio XIII. (Fiesta: Agosto 28) 2-San Ambrosio: (340-397). Uno de los cuatro tradicionales Doctores de la Iglesia latina. Combatió el arrianismo en el Occidente. Obispo de Milán y mentor de San Agustín. Aclamado doctor el 20 de septiembre del 1295 por Bonifacio VIII. (Fiesta: Abril 4 - Diciembre 7) 3-San Gregorio Magno: (540-604). Papa. Cuarto y último de los cuatro originales Doctores de la Iglesia Latina. Defendió la supremacía del Papa y trabajó por la reforma del clero y la vida monástica. Aclamado doctor el 20 de septiembre del 1295 por Bonifacio XIII. (Fiesta: Marzo 12 - Septiembre 3) 4-San Jerónimo: (343-420). Uno de los cuatro Doctores originales de la Iglesia Latina. Padre de las ciencias bíblicas y traductor de la Biblia al latín. Aclamado Doctor el 20 de septiembre del 1295 por Bonifacio XIII. (Fiesta: Septiembre 30) 5-Santo Tomas de Aquino: (1225-74). Filósofo dominico y teólogo. Llamado "Doctor Angélico". Autor de la Suma Teológica, obra insigne de teología. Patrón de las escuelas católicas y de la educación. Aclamado Doctor el 11 de abril del 1567 por Pío V. (Fiesta: Enero 28) 6-San Atanasio: (296-373). Obispo de Alejandría (Egipto). Principal opositor al arrianismo. Padre de la Ortodoxia fue aclamado Doctor en el año 1568 por Pío V. (Fiesta: Mayo 2) 7-San Basilio Magno: (329-379). Uno de los tres Padres Capadocios. Padre del monasticismo del Este fue aclamado Doctor en el 1568 por Pío V. (Fiesta: Enero 2) 8-San Gregorio Nacianceno: (330-390). Llamado el “Demóstenes” cristiano por su elocuencia y, en la Iglesia Oriental, "El Teólogo". Uno de los tres Padres Capadocios. Aclamado Doctor en el 1568 por Pío V. (Fiesta: Enero 2, 25) 9-San Juan Crisóstomo: (347-407). Obispo de Constantinopla. Patrón de los predicadores. Llamado "boca de oro" por su gran elocuencia. Aclamado Doctor en el 1568 por Pío V. (Fiesta: Septiembre 13) 10-San Buenaventura: (1217-1274). Teólogo franciscano. "Doctor Seráfico". Aclamado Doctor el 14 de marzo del 1588 por Sixto V. (Fiesta: Julio 14, 15) 11-San Anselmo: (1033-1109). Arzobispo de Canterbury. Padre del Escolasticismo. Aclamado Doctor el 3 de febrero del 1720 por Clemente XI. (Fiesta: Abril 21) 12-San Isidoro de Sevilla: (560-636). Arzobispo, teólogo, historiador. Reconocido como el hombre más sabio de su época. Aclamado Doctor el 25 abril del 1722 por Inocencio XIII. (Fiesta: Abril 4 - Abril 26 - Diciembre 22) 13-San Pedro Crisólogo: (400-50). Obispo de Ravenna. Llamado "Palabra de Oro". Aclamado Doctor el 10 de febrero del 1729 por Benedicto XIII. (Fiesta: Julio 30) 14-San León Magno: (400-46l). Papa. Escribió contra las herejías del Nestorianismo, el Monofisismo, el Maniqueísmo y el Pelagianismo. Aclamado Doctor el 15 de octubre del 1754 por Benedicto XIV. (Fiesta: Noviembre 10) 15-San Pedro Damián: (1007-72). Benedictino. Reformador eclesiástico y clerical. Aclamado Doctor el 27 de septiembre del 1828 por León XII. (Fiesta: Febrero 21) 16-San Bernardo de Claraval: (1090-1153). Cisterciense. Llamado "Mellifluous Doctor" por su elocuencia fue aclamado Doctor el 20 de agosto del 1830 por Pío VIII. (Fiesta: Agosto 20) 17-San Hilario de Poitiers: (315-368). Obispo. Llamado el Atanasio del Occidente, Fue aclamado Doctor en 13 mayo del 1851 por Pío IX. (Fiesta: Enero 13) 18-San Alfonso María de Ligorio: (1696-1787). Patrón de confesores y moralistas. Fundador de los redentoristas fue aclamado Doctor el 7 de julio del 1871 por Pío IX. (Fiesta: Agosto 1) 19-San Francisco de Sales: (1567-1622). Obispo y líder de la contrarreforma, lo nombraron patrón de los escritores y la prensa católica, así como fue aclamado Doctor el 16 de noviembre del 1871 por Pío IX. (Fiesta: Enero 24, 29 - Diciembre 28) 20-San Cirilo de Alejandría: (376-444). Patriarca. Combatió el nestorianismo. Hizo contribuciones claves a la cristología. Aclamado Doctor el 28 de julio del 1882 por León XIII. (Fiesta: Junio 27) 21-San Cirilo de Jerusalén: (315-387). Obispo opositor del arrianismo en el Este. Aclamado Doctor en 28 de julio del 1882 por León XIII. (Fiesta: Marzo 18) 22-San Juan Damasceno: (675-749). Teólogo griego. Aclamado Doctor el 19 agosto del 1890 por León XIII. (Fiesta: Marzo 27 - Diciembre 4) 23-San Beda el Venerable: (673-735). Sacerdote benedictino. Padre de la Historia inglesa. Aclamado Doctor el 13 de noviembre del 1899 por León XIII. (Fiesta: Mayo 25) 24-San Efrén de Siria: (306-373). Exegeta de la Biblia y escritor eclesiástico. Llamado "el arpa del Espíritu Santo”. Aclamado Doctor el 5 de octubre del 1920 por Benedicto XV. (Fiesta: Junio 9) 25-San Pedro Canisio: (1521-97). Teólogo Jesuita. Líder de la Contrarreforma. Aclamado Doctor el 21 de mayo del 1925 por Pío XI. (Fiesta: Diciembre 21) 26-San Juan De La Cruz: (1542-1591). Cofundador de los carmelitas descalzos. Doctor de la teología mística. Aclamado Doctor el 24 de agosto del 1926 por Pío XI. (Fiesta: Diciembre 14) 27-San Roberto Belarmino: (1542-1621). Jesuita. Defensor de la doctrina durante y después de la Reforma Protestante. Escribió dos catecismos. Aclamado Doctor el 17 de septiembre 17 del 1931 por Pío XI. (Fiesta: Septiembre 17) 28-San Alberto Magno: (1200-1280). Dominico. Patrón de las ciencias naturales; llamado "Doctor Universallis" "Doctor Expertus". Aclamado doctor el 16 diciembre del 1931 por Pío XI. (Fiesta: Noviembre 15) 29-San Antonio de Padua: (1195-1231). Fraile franciscano. Doctor Evangélico. Aclamado Doctor el 16 de enero del 1946 por Pío XII. (Fiesta: Junio 13) 30-San Lorenzo de Brindis: (1559-1619). Vigoroso predicador de gran influencia en el período pos-reforma. Aclamado Doctor en 19 de marzo del 1959 por Juan XXIII. (Fiesta: Julio 21, 22) 31-Santa Teresa de Ávila: (1515-82). Española, fundadora de las carmelitas descalzas, mística. Primera mujer Doctora de la Iglesia. Aclamada doctora el 27 de septiembre del 1970 por Pablo VI. (Fiesta: Octubre 15) 32-Santa Catalina de Siena: (1347-1380). Mística. Segunda mujer Doctora de la Iglesia. Aclamada doctora el 4 de octubre del 1970 por Pablo VI. (Fiesta: Abril 29) 33-Santa Teresa de Lisieux: (1873-1897) Religiosa francesa carmelita. Autora de "La Historia de un Alma". Aclamada doctora el 19 de octubre del 1997 por Juan Pablo II. (Fiesta: Octubre 1) 34-San Juan de Ávila: (1499/1500-1569) Sacerdote diocesano. Patrono del Clero Secular de España. Aclamado doctor el 18 de Octubre 2012 por el Papa Benedicto XVI. (Fiesta: Mayo 10) 35-Santa Hildegarda de Bingen: (1098-1179) Monja Benedictina. Aclamada doctora el 18 de Octubre 2012 por el Papa Benedicto XVI. (Fiesta: Septiembre 17) 36-San Gregorio de Narek, (950 - 1005) Sacerdote y Monje, insigne teólogo y uno de los más importantes poetas de la literatura armenia. Aclamado Doctor de la Iglesia el 12 de Abril 2015 por el Papa Francisco. (Fiesta: Febrero 27) ***Estampitas Doctores de la Iglesia***

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When you point your camera at a random thing on the street, you usually don’t expect much. But in the vast sea of dull photos that fill your camera roll, one stands out. Call it a miracle, or a lovely surprise, but if you feel like the pic is superior in composition, style, lighting, and somewhat resembles a classical painting, it may be that you have just encountered “accidental renaissance.”

Prenda del siglo XIV y XV que tuvo su origen en la “houppelande” franco-borgoñona. Se lució más en la corte de Navarra. Era una prenda de lujo, grande, de aspecto voluminoso, talar (a veces con cola) o hasta media pierna, cerrada, con grandes mangas y generalmente con cuello. Iba suelta o bien ceñida en la cintura mediante un complicado corte. La abertura por donde se metía la cabeza iba muy abierta. Fue un sobretodo para llevar en las ceremonias o grandes fiestas. Según la estación del año se hacía de distinta tela y en invierno se forraba de piel. Para las hopas largas, y para poder caminar con facilidad, se les hacía una abertura en la parte delantera o a los lados desde la rodilla al suelo o desde medio muslo. Sufrió, como otras prendas, las modas que tanto caracterizaron al siglo XV: silueta, cuello, pliegues, puños. Las hubo con mangas abiertas o perdidas (boca ancha) o mangas cerradas (recogidas en la muñeca). Por los primeros años del siglo XV el cuello o collar fue muy alto. Es posible que la prenda proviniera de la Piel o Pellizón y, por qué no, de la Almejía, ambos de corte similar y que tuvieron mangas perdidas. Su uso decayó justo a inicios del XV. Y seguramente, a mediados de la centuria, se le terminó por llamar Ropa o Ropón. Hay autores que consideran que la Hopalanda era la Cota, en el Reino de Valencia. Mangas perdidas. Santa Eulalia, Pedro Serra, ff. XIV, Museo Diocesano de Segorbe (detalle) (imagen obtenida en Foroxerbar) Los dos personajes más jóvenes llevan hopa: el de la izquierda de brocado tiene mangas abiertas y un cuello alto (como se estiló en la última década del XIV). Los puños y el cuello son de piel. La de la derecha es roja, con mangas cerradas. El más anciano lleva Piel. Epifanía, Pedro Serra, 1390, colección particular (detalle) Cuello alto, con escote en pico, abierto, un poco despegado (propio de los primeros veinte años del siglo XV). Mangas perdidas. La hopa es más corta que el vestido de abajo lo que permite crear un falso perfil en la falda que estuvo de moda en muchos vestido entre el siglo XIV y el XV. Santa Bárbara. Luis Borrassá, Hacia 1411-13, Fogg Museum, Harvard art Museum, EEUU (detalle) Hopas con una boca de manga desmesuradamente grande, a fondo de cuba (perduró hasta 1430). Presentación del paño de la Verónica a Abgar, retablo de Santa Clara, Luis Borrassá, 1414-15, MuseoEpiscopal de Vic (detalle) Hopa con entretallados en los bordes y en las mangas, siendo mangas perdidas. 1422-23. De cómo fue reina Ester, Biblia de la Casa Alba, Moises Arragel (detalle) Damas con hopas con el escote en pico o apaisado. Las dos damas de la izquierda lleva el talle alto rodeado de un cinturón y la prenda es más corta por delante. La primera dama lleva mangas cortas con pendente (de moda en el siglo XIV). La segunda y la tercera dama llevan mangas anchas y cerradas en la muñeca (propio del tercer decenio del XV). La reina lleva una gran hopa con entretallados en los bordes y en las mangas (de moda a inicios del XV), las cuales son perdidas. Además de un gran cuello. Obsérvese los perfiles de piel. 1422-23. De cómo fue reina Ester, Biblia de la Casa Alba, Moisés Arragel (detalle) Hopa con escote en pico muy pronunciado; bordes del escote y de las “mangas perdidas” con piel; talle alto como se estiló en los primeros años del siglo XV y cinturón ondulado bajo el pecho. El vestido que está debajo tiene el escote muy bajo. H. 1410. San Jorge, Museo Victoria y Alberto, Londres (detalle) Lleva un tejillo bajo el pecho marcando el talle alto; con pliegues regulares; el escote mantiene la moda de los últimos años del siglo XIV: grande, descubriendo el cuello y los hombros. La unión de la manga con el hombro está enriquecida por una tira bordada. Esta figura es representativa del estilo dominante en la moda femenina de 1430 a 1450, aproximadamente: figura esbelta, cintura muy alta, pliegues recorriendo el traje de arriba abajo y escote en pico no muy pronunciado (transición del escote redondo al escote en pico entre los años 30 y 50). H. 1430-40. Santa Catalina, Bernardo Martorell, Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona (detalle) (imagen obtenida aquí) San Valero, Vall de Almonacid, Maestro del Centenar, segunda década del XV, Victoria and Albert Museum, Londres (detalle) San Jorge, Francisco Comes, inicios XV, Museo de Mallorca, Palma (detalle) Enlaces de interés en este blog: La cota La ropa de mujer El ropón Bibliografía: Astor Landete, Marisa: Indumentaria e Imagen. Valencia en los siglos XIV y XV, Valencia.1999. Benito Vidal, María Purificación: La moda en la Valencia del siglo XV. Real Academia de Cultura de Valencia. 2033. Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria Medieval Española, Instituto Diego Velázquez, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, 1956. Sigüenza Pelarda, Cristina: La moda en el vestir en la pintura gótica aragonesa. Institución “Fernando El Católico”, Excma. Diputación de Zaragoza.

Hildegard of Bingen was a visionary, theologian, writer, composer, artist, healer, reformer, medical practitioner, prophet, and poet.

Por estar basada en hechos reales, los fanáticos de la serie comenzaron a indagar sobre quiénes eran sus protagonistas en la vida real

On July 2, 2018 the Diocese of Rome formally opened the cause for sainthood for Chiara Corbella Petrillo, a young mother who, after being diagnosed with cancer while pregnant, refused treatments that would endanger the life of her baby. She waited until the baby was born to undergo treatment. By the time the baby, named […]

Catalina de Siena, Santa Doctora de la Iglesia, Abril 29 Autor: P. Ángel Amo | Fuente: Catholic.net Virgen y Doctora de la Iglesia Patrona de Italia y de Europa Martirologio Romano: Memoria de sant…

Capítulo XI. Del fin de la vida temporal ya sea breve ya sea larga Mas se dirá perecieron muchos cristianos al fuerte azote del h...

Modéstia, costumes e paternidade!

History and legend collide in the story of one seriously suggestive sweet.

Fry's Chocolate "Days of Nelson" (series of 25 issued in 1906) #8 - Nelson wounded Santa Cruz Bay 1797 ~ Admiral Nelson's right elbow was shattered and he quickly had the arm amputated.

Scivias is Hildegard of Bingen's first major work. The 35 images contained in the manuscript illustrate 26 of Hildegard's most vivid visions.

Joan of Arc was a young peasant woman who lived during the last phase of the Hundred Years’ War. This war was a series of military conflicts between France and England which began in 1337 due to an inheritance dispute over the French throne. It ended in 1453.

Luigi Busi (1838 - 1884) - Reverie in a monastic cell.

Muitas vezes as vias de Deus são incompreensíveis aos olhos humanos. Mas Ele sabe como conduzir as almas e os acontecimentos para realizar Seu plano de amor e salvação. Dotada de um caráter fácil e submisso, com uma marcada propensão para fazer o bem aos outros, a pequena descendente da tribo dos Dagiu dava, desde a mais tenra infância, mostras de ser uma predileta de Deus . Certa vez, estando com uma amiga nas proximidades de sua aldeia, situada na região de Darfur, no oeste do Sudão, Bakhita deparou-se com dois homens que surgiram de improviso de trás de uma cerca. Um deles pediu-lhe que fosse pegar um pacote que esquecera no bosque vizinho e disse à sua companheira que podia continuar o caminho, pois ela logo a alcançaria. "Eu não duvidava de nada, obedeci imediatamente, como sempre fazia com a minha mãe" - narrou ela.1 Protegidos pela floresta e longe de qualquer testemunha importuna, os dois estrangeiros agarraram a menina e levaram-na à força com eles, ameaçando-a com um punhal. Sua ingenuidade, bem compreensível em seus oito anos, custara-lhe caro. Contudo, eram essas as misteriosas vias da Providência, por meio das quais se realizariam os desígnios de Deus a seu respeito. Se tal fato não tivesse ocorrido talvez sua vida teria continuado na normalidade do convívio familiar, em meio aos afazeres domésticos e às práticas rituais do culto animista que professavam seus parentes. Provavelmente ela jamais conheceria a Fé Católica, e permaneceria submersa nas trevas do paganismo. Uma escravidão providencial Empurrada violentamente por seus raptores, foi levada para uma cruel e penosa escravidão. E, embora ela o ignorasse, estava dando os primeiros passos que a conduziriam, à custa de sofrimentos atrozes, rumo à verdadeira liberdade de espírito e ao encontro com o grande Senhor a Quem já amava antes de conhecer. Sim, desde muito pequena, Bakhita deleitava-se em contemplar o Sol, a Lua, as estrelas e as belezas da natureza, perguntando-se maravilhada: "Quem é o ‘patrão’ destas coisas tão bonitas? E sentia uma grande vontade de vê-lo, de conhecê-lo, de prestar-lhe homenagem". Ensina São Tomás de Aquino que "uma pessoa pode conseguir o efeito do Batismo pela força do Espírito Santo, sem Batismo de água e até sem Batismo de sangue, quando seu coração é movido pelo Espírito Santo a crer e amar a Deus e a arrepender-se de seus pecados".2 É o que se chama Batismo "de desejo", ou "de penitência" . Apoiando-nos nessa doutrina, podemos supor que na alma admirativa da escrava sudanesa brilhava a luz da graça santificante, muito antes de ela receber o Batismo sacramental. Para Bakhita, porém, apenas começara a terrível série de padecimentos que se prolongaria durante 10 anos. Tal foi o choque produzido em seu espírito pela violência do sequestro, que ela esqueceu-se até do próprio nome. Assim, quando foi interrogada pelos bandidos, não pôde pronunciar sequer uma palavra. Então um deles disse-lhe: "Muito bem... Chamar-te-emos Bakhita". Em sua voz havia um acento irônico, uma vez que este nome, em árabe, significa "afortunada". Padecimentos no cativeiro Chegando a um povoado, Bakhita foi introduzida numa cabana miserável e trancada num quarto estreito e escuro, onde permaneceu durante um mês. "Quanto eu tenha sofrido naquele lugar, não se pode dizer com as palavras", escreveria ela mais tarde. Por fim, depois desses dias nos quais a porta não se abria senão para deixar passar um parco alimento, a prisioneira pôde sair, não para ser posta em liberdade, mas para ser entregue a um traficante de escravos que acabava de adquiri-la. Bakhita haveria de ser vendida cinco vezes sucessivas, aos mais variados patrões, exposta nos mercados, presa pelos pés a pesadas correntes e obrigada a trabalhar sem descanso para satisfazer os caprichos de seus amos. Colocada a serviço da mãe e da esposa de um general, a jovem escrava ali enfrentou os piores anos de sua existência, como ela mesma descreve: "As chicotadas caíam em cima de nós sem misericórdia; de modo que nos três anos que estive a serviço deles, não me lembro de ter passado um só dia sem feridas, porque não havia ainda sarado dos golpes recebidos e recebia outros ainda, sem saber a causa. [...] Quantos maus tratos os escravos recebem sem nenhum motivo! [...] Quantas companheiras minhas de desventura morreram pelos golpes sofridos"! Além desses e de outros tormentos, fizeram-lhe uma tatuagem que a obrigou a permanecer imóvel sobre sua esteira por mais de um mês. Bakhita conservou até o fim da vida 144 cicatrizes sobre o corpo, além de um leve defeito ao caminhar. Certa vez, interrogada sobre a veracidade de tudo quanto fora contado a seu respeito, ela afirmou ter omitido em suas narrativas detalhes verdadeiramente espantosos, vistos apenas por Deus e impossíveis de serem ditos ou escritos. Entretanto, a mão do Senhor não a abandonou sequer um instante. Mesmo nos piores momentos, Bakhita sentia dentro de si uma força misteriosa que a sustentava, impelindo-a a comportar-se com docilidade e obediência, sem nunca se desesperar. Proteção amorosa de Deus Anos mais tarde, lançando um olhar sobre seu passado, reconhecia a intervenção divina nos acontecimentos de sua vida: "Posso dizer realmente que não morri por um milagre do Senhor, que me destinava a coisas melhores". E a Ele manifestava sua gratidão: "Se eu ficasse de joelhos a vida inteira, não diria, nunca, o bastante, toda a minha gratidão ao bom Deus". Prova dessa proteção amorosa de Deus, que a acompanhou desde a infância, foi a preservação de alma e de corpo na qual se manteve, mesmo em meio às torturas, sem que jamais sua castidade fosse atingida. "Eu estive sempre no meio da lama, mas não me sujei. [...] Nossa Senhora me protegeu, ainda que eu não A conhecesse. [...] Em várias ocasiões me senti protegida por um ser superior". A mudança para a Itália Em 1882, o general que a comprara teve de retornar à Turquia, seu país, e pôs à venda seus numerosos escravos Bakhita, fazendo jus a seu nome, logo despertou a simpatia do cônsul italiano Calixto Legnani, que se dispôs a adquiri-la. "Desta vez fui verdadeiramente afortunada, porque o novo patrão era bastante bom e começou a querer-me tanto bem". Embora o cônsul não pareça ter-se esforçado em iniciar nas verdades da Fé a jovem escrava, durante os anos em que esta viveu em sua casa, este período foi para ela a aurora do encontro com a Igreja. Como católico que era, Legnani tratou Bakhita com bondade. Ali não havia castigos, pancadas, nem mesmo repreensões, e ela pôde gozar da doçura característica das relações entre aqueles que procuram cumprir os mandamentos da caridade cristã. Ante o avanço de uma revolução nacionalista no Sudão, Calixto Legnani teve de voltar para a Itália. A pedido de Bakhita, levou-a consigo. Porém, chegados a Gênova, o cônsul cedeu a jovem sudanesa a seus amigos, o casal Michieli. Assim, ela passou a morar na residência desta família, em Mirano, na região do Veneto, tendo por encargo especial o cuidado da filha, a pequena Mimina. O encontro com seu verdadeiro Patrão e Senhor Estando ali, Bakhita recebeu de um amável senhor, que se interessara por ela, um belo crucifixo de prata: "Explicou-me que Jesus Cristo, Filho de Deus, tinha morrido por nós. Eu não sabia quem fosse [...]. Recordo que às escondidas o olhava e sentia uma coisa em mim que não sei explicar". Pouco a pouco, a graça foi trabalhando a alma sensível da ex-escrava africana, abrindo-a para as realidades sobrenaturais que ela desconhecia. Em sua Encíclica Spe Salvi, o Santo Padre Bento XVI assim descreve o milagre que se operou no interior de Bakhita: "Depois de ‘patrões' tão terríveis que a tiveram como sua propriedade até agora, Bakhita acabou por conhecer um ‘patrão' totalmente diferente - no dialeto veneziano que agora tinha aprendido, chamava ‘Paron' ao Deus vivo, ao Deus de Jesus Cristo. Até então só tinha conhecido patrões que a desprezavam e maltratavam ou, na melhor das hipóteses, a consideravam uma escrava útil. Mas agora ouvia dizer que existe um ‘Paron' acima de todos os patrões, o Senhor de todos os senhores, e que este Senhor é bom, a bondade em pessoa. Soube que este Senhor também a conhecia, tinha-a criado; mais ainda, amava-a. Também ela era amada, e precisamente pelo ‘Paron' supremo, diante do qual todos os outros patrões não passam de miseráveis servos. Ela era conhecida, amada e esperada; mais ainda, este Patrão tinha enfrentado pessoalmente o destino de ser flagelado e agora estava à espera dela ‘à direita de Deus Pai'".3 Uma inesperada decisão cheia de valentia Mais sofrimentos ainda a aguardavam, embora de ordem muito diversa dos anteriormente suportados: Deus lhe pediria uma prova de sua entrega, de sua renúncia a tudo, em razão do amor a Ele, oferecida de livre e espontânea vontade. Quando Bakhita, já instruída na Religião Católica pelas Irmãs Canossianas de Veneza, preparava-se para receber o Batismo, sua patroa quis levá-la de novo ao Sudão, onde a família Michieli resolvera fixar-se definitivamente. De caráter flexível e submisso, acostumada a se considerar propriedade de seus donos, revelou ela, naquela conjuntura, uma coragem até então desconhecida mesmo pelos seus mais próximos. Temendo que aquela volta pusesse em risco sua perseverança, negou-se a seguir sua senhora. As promessas de uma vida fácil, a perspectiva de rever sua pátria, a profunda afeição a Mimina e a gratidão a seus amos, nada disso pôde mudar sua decisão de dar-se a Jesus Cristo para sempre. Bakhita mostrara-se sempre dócil a seus superiores. Agora manifestava de outra forma essa virtude, obedecendo mais a Deus do que aos homens (cf. At 4, 19). "Era o Senhor que me infundia tanta firmeza, porque queria fazer-me toda sua". A entrega definitiva a Deus Tendo saído vitoriosa dessa batalha, Bakhita foi batizada, crismada e recebeu a Eucaristia das mãos do Patriarca de Veneza, no dia 09 de janeiro de 1890. Foram-lhe postos os nomes de Josefina Margarida Afortunada. "Recebi o santo Batismo com uma alegria que só os Anjos poderiam descrever", narraria mais tarde. Pouco depois, querendo selar sua entrega a Deus de maneira irreversível, solicitou seu ingresso no Instituto das Filhas da Caridade, fundado por Santa Madalena de Canossa, a quem devia sua entrada na Igreja. Na festa da Imaculada Conceição, em 1896, após cumprir seu noviciado com exemplar fervor, Josefina pronunciou seus votos na Casa-Mãe do Instituto, em Verona. A partir daí, sua vida foi um constante ato de amor a Deus, um dar-se aos outros, sem restrições, nem reservas. Ora encarregada de funções humildes, como a cozinha ou a portaria, ora enviada em missão através da Itália, a santa sudanesa aceitava com verdadeira alegria tudo quanto lhe ordenavam, conquistando a simpatia daqueles que a rodeavam, sem se cansar de dizer: "Sede bons, amai o Senhor, rezai por aqueles que não O conhecem". Sobre o espírito missionário de Bakhita comenta Bento XVI em sua encíclica: "A libertação recebida através do encontro com o Deus de Jesus Cristo, sentia que devia estendê-la, tinha de ser dada também a outros, ao maior número possível de pessoas. A esperança, que nascera para ela e a ‘redimira', não podia guardá-la para si; esta esperança devia chegar a muitos, chegar a todos".4 Submissão até o fim Por fim, após mais de 50 anos de frutuosa vida religiosa, durante os quais suas virtudes se acrisolaram no fogo da caridade, Bakhita sentiu a morte aproximar-se. Atacada por repetidas bronquites e pneumonias que foram minando sua saúde, suportou tudo com fortaleza de ânimo. Em suas últimas palavras, proferidas pouco antes de seu falecimento, deixou transparecer o gozo que lhe enchia a alma: "Quando uma pessoa ama tanto uma outra, deseja ardentemente ir para junto dela: por que, então, tanto medo da morte? A morte nos leva a Deus". Em 8 de fevereiro de 1947, a Irmã Josefina recebeu os últimos Sacramentos, acompanhando com atenção e piedade todas as orações. Avisada de que aquele dia era um sábado, seu semblante pareceu iluminar-se e exclamou com alegria: "Como estou contente! Nossa Senhora, Nossa Senhora”! Foram estas suas últimas palavras antes de entregar serenamente sua alma e encontrar-se face a face com o "Paron", que desde pequenina ansiava por conhecer. Seu corpo, transladado para junto da igreja, foi objeto da veneração de numerosos fiéis, que durante três dias ali afluíram, desejosos de contemplar pela última vez a querida Madre Moretta, como era carinhosamente conhecida, que com tanta bondade os tratara sempre. Miraculosamente, seus membros conservaram-se flexíveis durante esse período, sendo possível mover seus braços para pôr sua mão sobre a cabeça das crianças. Por este meio, Santa Josefina Bakhita revelava o grande segredo de sua santidade, refletido em seu próprio corpo. A via pela qual Deus a chamara fora a da submissão heroica à vontade divina e, para a posteridade, ela deixava um modelo a ser seguido. A humildade, a mansidão e a obediência transparecem em suas palavras, numa disposição verdadeiramente sublime de sua alma: "Se encontrasse aqueles negreiros que me raptaram, e mesmo aqueles que me torturaram, ajoelhar-me-ia para beijar as suas mãos; porque, se isto não tivesse acontecido, eu não seria agora cristã e religiosa". 1 Salvo indicação em contrário, todas as citações entre aspas pertencem a DAGNINO, Ir. Maria Luísa, Bakhita racconta la sua storia. Trad . Cecília Maríngolo, Canossiana. Roma: Città Nuova, 1989. p. 38 . 2 Cf. Suma Teológica, III, q. 66, a.11 . 3 BENTO XVI, Carta Encíclica Spe Salvi, 30/11/2007, n. 3 . 4 BENTO XVI, Carta Encíclica Spe Salvi, 30/11/2007, n. 3 (Revista dos Arautos, Fev/2009, n. 86, p. 34 à 38) ***************** Segundo texto biográfico: site do Vaticano JOSEFINA BAKHITA (1869-1947) Religiosa sudanesa da Congregação das Filhas da Caridade (Canossianas) Irmã Josefina Bakhita nasceu no Sudão (África), em 1869 e morreu em Schio (Vicenza-Itália) em 1947. Flor africana, que conheceu a angústia do rapto e da escravidão, abriu-se admiravelmente à graça junto das Filhas de Santa Madalena de Canossa, na Itália. A irmã morena Em Schio, onde viveu por muitos anos, todos ainda a chamam«a nossa Irmã Morena». O processo para a causa de Canonização iniciou-se doze anos após a sua morte e no dia 1 de dezembro de 1978, a Igreja emanava o Decreto sobre a heroicidade das suas virtudes. A Providência Divina que «cuida das flores do campo e dos pássaros do céu», guiou esta escrava sudanesa, através de inumeráveis e indizíveis sofrimentos, à liberdade humana e àquela da fé, até a consagração de toda a sua vida a Deus, para o advento do Reino. Na escravidão Bakhita não é o nome recebido de seus pais ao nascer. O susto provado no dia em que foi raptada, provocou-lhe alguns profundos lapsos de memória. A terrível experiência a fizera esquecer também o próprio nome. Bakhita, que significa «afortunada», é o nome que lhe foi imposto por seus raptores. Vendida e comprada várias vezes nos mercados de El Obeid e de Cartum, conheceu as humilhações, os sofrimentos físicos e morais da escravidão. Rumo à liberdade Na capital do Sudão, Bakhita foi, finalmente, comprada por um Cônsul italiano, o senhor Calixto Legnani. Pela primeira vez, desde o dia em que fora raptada, percebeu com agradável surpresa, que ninguém usava o chicote ao lhe dar ordens mas, ao contrário, era tratada com maneiras afáveis e cordiais. Na casa do Cônsul, Bakhita encontrou serenidade, carinho e momentos de alegria, ainda que sempre velados pela saudade de sua própria família, talvez perdida para sempre. Situações políticas obrigaram o Cônsul a partir para a Itália. Bakhita pediu-lhe que a levasse consigo e foi atendida. Com eles partiu também um amigo do Cônsul, o senhor Augusto Michieli. Na Itália Chegados em Gênova, o Sr. Legnani, pressionado pelos pedidos da esposa do Sr. Michieli, concordou que Bakhita fosse morar com eles. Assim ela seguiu a nova família para a residência de Zeniago (Veneza) e, quando nasceu Mimina, a filhinha do casal, Bakhita se tornou para ela babá e amiga. A compra e a administração de um grande hotel em Suakin, no Mar Vermelho, obrigaram a esposa do Sr. Michieli, dona Maria Turina, a transferir-se para lá, a fim de ajudar o marido no desempenho dos vários trabalhos. Entretanto, a conselho de seu administrador, Iluminado Checchini, a criança e Bakhita foram confiadas às Irmãs Canossianas do Instituto dos Catecúmenos de Veneza. E foi aqui que, a seu pedido, Bakhita, veio a conhecer aquele Deus que desde pequena ela «sentia no coração, sem saber quem Ele era». «Vendo o sol, a lua e as estrelas, dizia comigo mesma: Quem é o Patrão dessas coisas tão bonitas? E sentia uma vontade imensade vê-Lo, conhecê-Lo e prestar-lhe homenagem». Filha de Deus Depois de alguns meses de catecumenato, Bakhita recebeu os Sacramentos de Iniciação Cristã e o novo nome de Josefina. Era o dia 9 de janeiro de 1890. Naquele dia não sabia como exprimir a sua alegria. Os seus olhos grandes e expressivos brilhavam revelando uma intensa comoção. Desse dia em diante, era fácil vê-la beijar a pia batismal e dizer: «Aqui me tornei filha de Deus!». Cada novo dia a tornava sempre mais consciente de como aquele Deus, que agora conhecia e amava, a havia conduzido a Si por caminhos misteriosos, segurando-a pela mão. Quando dona Maria Turina retornou da África para buscar a filha e Bakhita, esta, com firme decisão e coragem fora do comum, manifestou a sua vontade de permanecer com as Irmãs Canossianas e servir aquele Deus que lhe havia dado tantas provas do seu amor. A jovem africana, agora maior de idade, gozava de sua liberdade de ação que a lei italiana lhe assegurava. Filha de Madalena Bakhita continuou no Catecumenato onde sentiu com muita clareza o chamado para se tornar religiosa e doar-se totalmente ao Senhor, no Instituto de Santa Madalena de Canossa. A 8 de dezembro de 1896, Josefina Bakhita se consagrava para sempre ao seu Deus, que ela chamava com carinho «el me Paron!». Por mais de 50 anos, esta humilde Filha da Caridade, verdadeira testemunha do amor de Deus, dedicou-se às diversas ocupações na casa de Schio. De fato, ela foi cozinheira, responsável do guarda-roupa, bordadeira, sacristã e porteira. Quando se dedicou a este último serviço, as suas mãos pousavam docemente sobre a cabecinha das crianças que, diariamente, freqüentavam as escolas do Instituto. A sua voz amável, que tinha a inflexão das nênias e das cantigas da sua terra, chegava prazerosa aos pequeninos, reconfortante aos pobres e doentes e encorajadoras a todos os que vinham bater à porta do Instituto. Testemunha do Amor A sua humildade, a sua simplicidade e o seu constante sorriso, conquistaram o coração de todos os habitantes de Schio. As Irmãs a estimavam pela sua inalterável afabilidade, pela fineza da sua bondade e pelo seu profundo desejo de tornar Jesus conhecido. «Sede bons, amai a Deus, rezai por aqueles que não O conhecem. Se, soubésseis que grande graça é conhecer a Deus!». Chegou a velhice, chegou a doença longa e dolorosa, mas a Irmã Bakhita continuou a oferecer o seu testemunho de fé, de bondade e de esperança cristã. A quem a visitava e lhe perguntava como se sentia, respondia sorridente: «Como o Patrão quer». A última prova Na agonia reviveu os terríveis anos de sua escravidão e vária vezes suplicava à enfermeira que a assistia: «Solta-me as correntes ... pesam muito!». Foi Maria Santíssima que a livrou de todos os sofrimentos. Assuas últimas palavras foram: «Nossa Senhora! Nossa Senhora!», enquanto o seu último sorriso testemunhava o encontro com a Mãe de Jesus. Irmã Bakhita faleceu no dia 8 de fevereiro de 1947, na Casa de Schio, rodeada pela comunidade em pranto e em oração. Uma multidão acorreu logo à casa do Instituto para ver pela última vez a sua «Santa Irmã Morena», e pedir-lhe a sua proteção lá do céu. Muitas são as graças alcançadas por sua intercessão.

Todo Mi plan de gestión, el plan de gestión de seis mil años, consta de tres etapas o tres eras: la Era de la Ley del principio, la Era de la Gracia (que también es la Era de la Redención) y la Era del Reino de los últimos días. Mi obra en estas tres eras

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St. Teresa de Jesús “de los Andes” (1900-1920) virgin, Discalced Carmelite Nuns The young woman who is today glorified by the Church with the title of Saint, is a prophet of God for the men and women of today. By the example of her life, TERESA OF JESUS OF LOS ANDES shows us Christ’s Gospel […]

Hoy, 8 de noviembre, se recuerda en el Carmelo la figura y la obra de la Beata Isabel de la Trinidad. Isabel Catez nació el 18 de julio de 1880 en el campo militar de Avor, diócesis de Bourges (Fra…

St. Hildegard’s legacy to culture, medicine, and spirituality has multiple benefits to our everyday lives. Her soul was like a flourishing garden.

Heralding the entrance to Burgos, a city on the Camino, the Arco de Santa María truly is a must-see while on any jaunt through Burgos

Si nunca han sido especialmente numerosos los monjes cartujos, con su áspera forma de vida, en la que se compaginan momentos de vida comunitaria con otros de soledad eremítica, más escasas han sido siempre las monjas de la Orden. En España no existió ninguna Cartuja femenina hasta 1967, en que se fundó la de Santa María de Benifaçà, en los restos reconstruidos de un antiguo monasterio del Císter. Se encuentra en la provincia de Castellón, muy cerca del límite con las de Tarragona y Teruel. Anteriormente, algunas monjas cartujas españolas se habían formado en el monasterio italiano de San Francesco. En la actualidad, aparte del español, son dos los monasterios femeninos que existen en Italia y otros dos en Francia. Tradicionalmente se pensaba que el aislamiento propio de los monjes cartujos era incompatible con la psicología femenina, con lo que las monjas de la orden hacían una vida mucho más cenobítica; en la actualidad se tiende a que las monjas lleven una vida más semejante a la de los monjes. De este folleto "Si oyes su voz...", editado por las monjas cartujas de Benifaçà en 1992 con motivo del 25 aniversario de su fundación, tomo principalmente las fotos y los datos que voy a incluir en este hilo.

Here's my guide to visiting Santa Maria Novella, one of Florence's most important and beautiful churches. I tell you everything you need to see outside and inside the historic church. Santa Maria Novella is Florence's only Renaissance-style church facade, with prefect geometry. The church is an artistic treasure trove. It houses one of the world's most famous paintings, Masaccio's Holy Trinity, and the revered Spanish Chapel.

Además de sus clásicos, Ávila esconde atractivos que demuestran, que en el fondo, tiene una versión alternativa que descubrir.