Cuando Iván y Verónica me contaron que querían hacer su preboda en la isla de Lobos me puse super contenta, sabía que sería un día inolvidable. Fuimos por la mañana y pasamos unas cuantas horas recorriendo la isla y haciendo fotos. También llevaron a su pequeño hijo que vivió la experiencia con muchísima ilusión. Quiero agradecerles a ambos por permirtirse disfrutar del momento sin inhibirse frenta a la cámara, gracias a ello las fotografías que hicimos transmiten amor, espontaneidad, dulzura y mucha diversión. También quiero agradecer a Pedro Ruiz que al ser el planificador de la boda de Iván y Verónica, nos acompañó y estuvo atento a todos los detalles. Gracias a su compañía, sus consejos y su buen gusto entre todos hicimos un muy buen trabajo!
No quiero que se me terminen las fotos de Luana. Lo pasé tan bien en la sesión, editando las fotos y ella se puso tan contenta con el resultado que no quiero que se me terminen! Ya publiqué la primera parte, la segunda parte y ahora la tercera... (y última). Quiero agradecerles una vez a Mónica y Walter (los papás de Luana) por ser parte de este lindo trabajo, y a Luana por ser tan natural, espontánea y divertida... acá están las fotos!
Hola! cómo están? Les contaba el otro día que iba a publicar las fotos de Luana en varias veces (es que hay muchas que me gustan!!) así que hoy paseamos por la ciudad de Corralejo y por el puerto con ella.Estas son algunas fotos más que hicimos ese domingo tan soleado y tan divertido.
Los papás de Luana hablaron conmigo para hacerle un regalo especial a su hija, querían hacerle unas fotos de sus 15 años como recuerdo. Querían que sea algo especial y que la retratara a ella tal cual es: divertida, alegre, feliz, cariñosa, romántica, expontánea y un poquito tímida (solo un poquito). Fuimos un domingo por la mañana a las dunas y a la ciudad de Corralejo. Hicimos muchas, muchas, muchísimas fotos! Voy a publicarlas en varias veces, así que hoy va la primera parte. Luana, sus papás y yo estamos contentos con el resultado, a ustedes qué les parecen?
Una boda es una fiesta y eso es lo que quiero contar con mis fotografías, los momentos felices que recordarás para siempre. Durante las horas previas a una boda hay muchos momentos de tensión porque todos están pendiente de que todo salga lo mejor posible, a medida que van pasando las horas la tensión se va transformando en diversión hasta que llega la hora de festejar, mi momento preferido para hacer fotos! Hay bodas como la de Erika y Nauzeth en la que todo se confabula para que sea inolvidable: Ellos dos, una pareja divertida, sexy, extrovertida y dispuesta a pasarlo genial con un grupo de familiares y amigos que no pararon de bailar ni un minuto durante toda la fiesta. Quiero agradecer la colaboración de Gaspi González como segundo fotógrafo, sin él muchos momentos importantes no estarían tan bien fotografiados y el exquisito trabajo de Pedro Ruiz como wedding planner, decorador y florista que una vez más nos sorprendió con su originalidad y buen gusto.
No quiero que se me terminen las fotos de Luana. Lo pasé tan bien en la sesión, editando las fotos y ella se puso tan contenta con el resultado que no quiero que se me terminen! Ya publiqué la primera parte, la segunda parte y ahora la tercera... (y última). Quiero agradecerles una vez a Mónica y Walter (los papás de Luana) por ser parte de este lindo trabajo, y a Luana por ser tan natural, espontánea y divertida... acá están las fotos!
Blog de fotografía documental de bodas, parejas y familias, Fuerteventura, Islas Canarias, España
Muchas personas que he fotografiado no son extrovertidas ni desinhibidas frente a la cámara, pero tienen la intención de hacerlo lo mejor posible. No debes olvidarte que las fotos que haremos no son para mí, son para tí. Lo que necesito de ti para poder fotografiarte es tu plena disposición a confiar en mí. Sé que pondré todo, absolutamente todo de mi parte para tomarte las fotos más honestas y que representen lo mejor de tí, lo más auténtico, pero ten en cuenta que dentro de 5 o 10 años no recordarás mi nombre, no importará quién te hizo las fotos, solo importarán las fotos, recordarás ese momento, te importará verte y revivir aquellas emociones. Necesito de tu voluntad para estar presente en tu reportaje, es tu reportaje. Sin distracciones será más fácil conectar uno con el otro. Es un momento muy especial de tu vida, no necesito que sonrías a la cámara. Mírense, quieranse, ámense, emocionense, déjense ir, rían, tomen riesgos, suban montañas, metanse al agua, desafíen al viento, vivanlo, disfrutenlo, sean vulnerables. Disfruten de ustedes mismos y de vuestras emociones... yo estaré allí para fotografiarlo. Te invito a ver el reportaje de la boda de Laura y Juanjo. Dos seres muy especiales que conectan, que transmiten... 'dulce magnetismo, dos cargas opuestas buscando lo mismo'. Laura.- Un especial agradecimiento a mi segundo fotógrafo, Gaspar González por su generosa colaboración. Boda celebrada en Hotel Bahía Real Corralejo.
Muchas gracias chicos por la tarde fantástica que pasamos! Las risas y la luz fueron nuestras mejores compañeras y nos ayudaron a convertir esos momentos divertidos en recuerdos para toda la vida :)
Blog de fotografía documental de bodas, parejas y familias, Fuerteventura, Islas Canarias, España
Muchas personas que he fotografiado no son extrovertidas ni desinhibidas frente a la cámara, pero tienen la intención de hacerlo lo mejor posible. No debes olvidarte que las fotos que haremos no son para mí, son para tí. Lo que necesito de ti para poder fotografiarte es tu plena disposición a confiar en mí. Sé que pondré todo, absolutamente todo de mi parte para tomarte las fotos más honestas y que representen lo mejor de tí, lo más auténtico, pero ten en cuenta que dentro de 5 o 10 años no recordarás mi nombre, no importará quién te hizo las fotos, solo importarán las fotos, recordarás ese momento, te importará verte y revivir aquellas emociones. Necesito de tu voluntad para estar presente en tu reportaje, es tu reportaje. Sin distracciones será más fácil conectar uno con el otro. Es un momento muy especial de tu vida, no necesito que sonrías a la cámara. Mírense, quieranse, ámense, emocionense, déjense ir, rían, tomen riesgos, suban montañas, metanse al agua, desafíen al viento, vivanlo, disfrutenlo, sean vulnerables. Disfruten de ustedes mismos y de vuestras emociones... yo estaré allí para fotografiarlo. Te invito a ver el reportaje de la boda de Laura y Juanjo. Dos seres muy especiales que conectan, que transmiten... 'dulce magnetismo, dos cargas opuestas buscando lo mismo'. Laura.- Un especial agradecimiento a mi segundo fotógrafo, Gaspar González por su generosa colaboración. Boda celebrada en Hotel Bahía Real Corralejo.
Cuando era pequeña tenía un diario. No era un diario rosa con purpurina, ni de princesas como suelen ser los que venden ahora. Era un diario marrón oscuro con tapas de cuero que encontré en uno de esos cajones donde se acumulan cosas de la casa que nadie utiliza y me lo apropie. Empecé a escribir allí, le contaba lo que hacía, lo que pensaba y lo que me pasaba. Recuerdo que me dirigía a él como si fuese una persona y como si allí solo existieran nuestras leyes. Me divierte leerlo porque existe en esas hojas una pequeña Laura un poco particular que a veces no reconozco pero que adoro. Entre todas esas páginas hay una que para mí es un tesoro, pone de título "todo lo que me gusta y me gustaría"... así con determinación, como si allí estuvieran escritas las cláusulas de un pacto entre mi imaginación y mi futuro. Dice cosas como "visitar Francia", " tener un telescopio", "ir al amazonas", "me encantan los días que hace frío en verano" y más cosas por el estilo... adorable, me dan ganas de meterme en las hojas y abrazar fuerte a esa pequeña...! pero lo más interesante está en la quinta línea, dice: "vivir en una isla desierta" 03-10-1989 Así, como si nada, a esa pequeña sabandija se le ocurrió pensar que le gustaría vivir en una isla desierta, como si creyera que solo por escribirlo allí algún día sería verdad... que inocente no? Fuerteventura no es una isla desierta de gente (que posiblemente eso fue lo que Laurita quiso escribir) pero no tiene ni una gota de verde, llueve solo una o dos veces al año. Estamos rodeados de cactus y cabras, es árida, seca y marrón, así que más o menos la pequeña atrevida sabía lo que se proponía. Lo que esta isla sí tiene es una multiculturalidad a la que los isleños han sabido darle un lugar. Unos paisajes tan desnudos y puros que te cortan la respiración. Un sol gigante que nos nutre y nos acompaña casi todos los días del año (excepto los dos días que llueve). Tiene a su gente local que es muy noble y que sabe hacerte un lugar en su corazón y sobre todo, esta isla humilde permite que quienes de verdad quieren quedarse aquí encuentren su sitio, su pequeño lugar en el mundo donde hacer realidad sus ilusiones. Hoy puedo hacer fotos en la arena, en las rocas, en el agua. Puedo hacer fotos con una luz que me maravilla cada día. Puedo hacer fotos a gente que se siente libre, conectada con esta tierra y feliz de vivir aquí, igual que yo. El reportaje que les quiero mostrar a continuación es ejemplo de esa conexión tan especial que se puede sentir con Fuerteventura. Ellos son Dalila, Jonathan y su pequeño, una familia agradecida con la naturaleza y con nuestra querida isla.
Los papás de Luana hablaron conmigo para hacerle un regalo especial a su hija, querían hacerle unas fotos de sus 15 años como recuerdo. Querían que sea algo especial y que la retratara a ella tal cual es: divertida, alegre, feliz, cariñosa, romántica, expontánea y un poquito tímida (solo un poquito). Fuimos un domingo por la mañana a las dunas y a la ciudad de Corralejo. Hicimos muchas, muchas, muchísimas fotos! Voy a publicarlas en varias veces, así que hoy va la primera parte. Luana, sus papás y yo estamos contentos con el resultado, a ustedes qué les parecen?
Blog de fotografía documental de bodas, parejas y familias, Fuerteventura, Islas Canarias, España
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Muchas gracias chicos por la tarde fantástica que pasamos! Las risas y la luz fueron nuestras mejores compañeras y nos ayudaron a convertir esos momentos divertidos en recuerdos para toda la vida :)
Nico y Cora se habían casado por civil hace algunos años en una ceremonia muy sencilla pero el sueño de Cora era casarse en la playa rodeada de toda su gente querida... Nico pensando en como sorprenderla, convocó a todos sus amigos (yo incluida 😉) para que planeáramos una boda sorpresa. Estuvimos reuniéndonos durante dos meses si que ella lo supiera para organizarlo todo. Para poder llevar a Cora a la boda ese día sin que sospechara le hice creer que necesitaba hacer fotos de chicas vestidas de blanco en la playa y ella accedió desde el primer momento. Fueron dos meses de complicidades, bromas y mucha colaboración entre un grupo de gente que adoro y que son mi "casi familia". La luz y la temperatura de ese día fueron inmejorables. Una vez más Fuerteventura nos regaló su cara más bonita y nos hizo sentir a mi y a mi grupo de amigos que este es nuestro lugar en el mundo... Queremos agradecer especialmente a Pedro Ruiz por su implicación y colaboración para que todo salga perfecto.
Cuando era pequeña tenía un diario. No era un diario rosa con purpurina, ni de princesas como suelen ser los que venden ahora. Era un diario marrón oscuro con tapas de cuero que encontré en uno de esos cajones donde se acumulan cosas de la casa que nadie utiliza y me lo apropie. Empecé a escribir allí, le contaba lo que hacía, lo que pensaba y lo que me pasaba. Recuerdo que me dirigía a él como si fuese una persona y como si allí solo existieran nuestras leyes. Me divierte leerlo porque existe en esas hojas una pequeña Laura un poco particular que a veces no reconozco pero que adoro. Entre todas esas páginas hay una que para mí es un tesoro, pone de título "todo lo que me gusta y me gustaría"... así con determinación, como si allí estuvieran escritas las cláusulas de un pacto entre mi imaginación y mi futuro. Dice cosas como "visitar Francia", " tener un telescopio", "ir al amazonas", "me encantan los días que hace frío en verano" y más cosas por el estilo... adorable, me dan ganas de meterme en las hojas y abrazar fuerte a esa pequeña...! pero lo más interesante está en la quinta línea, dice: "vivir en una isla desierta" 03-10-1989 Así, como si nada, a esa pequeña sabandija se le ocurrió pensar que le gustaría vivir en una isla desierta, como si creyera que solo por escribirlo allí algún día sería verdad... que inocente no? Fuerteventura no es una isla desierta de gente (que posiblemente eso fue lo que Laurita quiso escribir) pero no tiene ni una gota de verde, llueve solo una o dos veces al año. Estamos rodeados de cactus y cabras, es árida, seca y marrón, así que más o menos la pequeña atrevida sabía lo que se proponía. Lo que esta isla sí tiene es una multiculturalidad a la que los isleños han sabido darle un lugar. Unos paisajes tan desnudos y puros que te cortan la respiración. Un sol gigante que nos nutre y nos acompaña casi todos los días del año (excepto los dos días que llueve). Tiene a su gente local que es muy noble y que sabe hacerte un lugar en su corazón y sobre todo, esta isla humilde permite que quienes de verdad quieren quedarse aquí encuentren su sitio, su pequeño lugar en el mundo donde hacer realidad sus ilusiones. Hoy puedo hacer fotos en la arena, en las rocas, en el agua. Puedo hacer fotos con una luz que me maravilla cada día. Puedo hacer fotos a gente que se siente libre, conectada con esta tierra y feliz de vivir aquí, igual que yo. El reportaje que les quiero mostrar a continuación es ejemplo de esa conexión tan especial que se puede sentir con Fuerteventura. Ellos son Dalila, Jonathan y su pequeño, una familia agradecida con la naturaleza y con nuestra querida isla.
Fotografiar a Mónica, Rubén y sus peques es siempre un placer para mí. Ellos son una de las familias que más he fotografiado. Su primer embarazo, el nacimiento de Aitana, el bautizmo de la Peque, su boda, el embarazo de su segunda nena, y ahora a Paula! Fotografiar a una familias a lo largo de sus vidas es una de las cosas que más me gustan de mi trabajo Poder dar continuidad a su historia. Cada familia es tan única! y eso es lo que más me gusta conseguir plasmar en las fotos: esa diferecia especial que hace que tus fotos sean solo tuyas, tan tuyas como el vínvulo que te une a ellos.
Blog de fotografía documental de bodas, parejas y familias, Fuerteventura, Islas Canarias, España
Fotografiar a Mónica, Rubén y sus peques es siempre un placer para mí. Ellos son una de las familias que más he fotografiado. Su primer embarazo, el nacimiento de Aitana, el bautizmo de la Peque, su boda, el embarazo de su segunda nena, y ahora a Paula! Fotografiar a una familias a lo largo de sus vidas es una de las cosas que más me gustan de mi trabajo Poder dar continuidad a su historia. Cada familia es tan única! y eso es lo que más me gusta conseguir plasmar en las fotos: esa diferecia especial que hace que tus fotos sean solo tuyas, tan tuyas como el vínvulo que te une a ellos.
Una boda es una fiesta y eso es lo que quiero contar con mis fotografías, los momentos felices que recordarás para siempre. Durante las horas previas a una boda hay muchos momentos de tensión porque todos están pendiente de que todo salga lo mejor posible, a medida que van pasando las horas la tensión se va transformando en diversión hasta que llega la hora de festejar, mi momento preferido para hacer fotos! Hay bodas como la de Erika y Nauzeth en la que todo se confabula para que sea inolvidable: Ellos dos, una pareja divertida, sexy, extrovertida y dispuesta a pasarlo genial con un grupo de familiares y amigos que no pararon de bailar ni un minuto durante toda la fiesta. Quiero agradecer la colaboración de Gaspi González como segundo fotógrafo, sin él muchos momentos importantes no estarían tan bien fotografiados y el exquisito trabajo de Pedro Ruiz como wedding planner, decorador y florista que una vez más nos sorprendió con su originalidad y buen gusto.
Puedo decir que conozco a Mónica desde el mismo día que hicimos su primer reportaje en el 2012, cuando ella estaba embarazada de Aitana. Nos había presentado una amiga en común unos días antes y habíamos quedado para ir juntas a la playa a hacer las fotos. Allá fuimos las dos solas, una mañana de verano, hablando durante todo el viaje hasta el Cotillo como si nos conocieramos de toda la vida. Eran mis comienzos en los reportajes de embarazo y esa mañana hicimos las fotos con mucha naturalidad, fue una experiencia muy grata para las dos. A partir de ese día nos hicimos amigas y fui testigo de muchos momentos importantes de su vida, el nacimiento de Aitana, el bautizmo de la Peque, su boda con Rubén y ahora el embarazo de su segunda nena, Paula. Me encanta cuando fotografío a una familia a través de los años y comparto con ellos los momentos más importantes de sus vidas porque puedo darle mucho más valor y sentido a mi trabajo. El valor de conservar esos momentos para siempre y poder contar sus historias con mis imágenes.
Cuando Iván y Verónica me contaron que querían hacer su preboda en la isla de Lobos me puse super contenta, sabía que sería un día inolvidable. Fuimos por la mañana y pasamos unas cuantas horas recorriendo la isla y haciendo fotos. También llevaron a su pequeño hijo que vivió la experiencia con muchísima ilusión. Quiero agradecerles a ambos por permirtirse disfrutar del momento sin inhibirse frenta a la cámara, gracias a ello las fotografías que hicimos transmiten amor, espontaneidad, dulzura y mucha diversión. También quiero agradecer a Pedro Ruiz que al ser el planificador de la boda de Iván y Verónica, nos acompañó y estuvo atento a todos los detalles. Gracias a su compañía, sus consejos y su buen gusto entre todos hicimos un muy buen trabajo!
Muchas gracias chicos por la tarde fantástica que pasamos! Las risas y la luz fueron nuestras mejores compañeras y nos ayudaron a convertir esos momentos divertidos en recuerdos para toda la vida :)
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Cuando era pequeña tenía un diario. No era un diario rosa con purpurina, ni de princesas como suelen ser los que venden ahora. Era un diario marrón oscuro con tapas de cuero que encontré en uno de esos cajones donde se acumulan cosas de la casa que nadie utiliza y me lo apropie. Empecé a escribir allí, le contaba lo que hacía, lo que pensaba y lo que me pasaba. Recuerdo que me dirigía a él como si fuese una persona y como si allí solo existieran nuestras leyes. Me divierte leerlo porque existe en esas hojas una pequeña Laura un poco particular que a veces no reconozco pero que adoro. Entre todas esas páginas hay una que para mí es un tesoro, pone de título "todo lo que me gusta y me gustaría"... así con determinación, como si allí estuvieran escritas las cláusulas de un pacto entre mi imaginación y mi futuro. Dice cosas como "visitar Francia", " tener un telescopio", "ir al amazonas", "me encantan los días que hace frío en verano" y más cosas por el estilo... adorable, me dan ganas de meterme en las hojas y abrazar fuerte a esa pequeña...! pero lo más interesante está en la quinta línea, dice: "vivir en una isla desierta" 03-10-1989 Así, como si nada, a esa pequeña sabandija se le ocurrió pensar que le gustaría vivir en una isla desierta, como si creyera que solo por escribirlo allí algún día sería verdad... que inocente no? Fuerteventura no es una isla desierta de gente (que posiblemente eso fue lo que Laurita quiso escribir) pero no tiene ni una gota de verde, llueve solo una o dos veces al año. Estamos rodeados de cactus y cabras, es árida, seca y marrón, así que más o menos la pequeña atrevida sabía lo que se proponía. Lo que esta isla sí tiene es una multiculturalidad a la que los isleños han sabido darle un lugar. Unos paisajes tan desnudos y puros que te cortan la respiración. Un sol gigante que nos nutre y nos acompaña casi todos los días del año (excepto los dos días que llueve). Tiene a su gente local que es muy noble y que sabe hacerte un lugar en su corazón y sobre todo, esta isla humilde permite que quienes de verdad quieren quedarse aquí encuentren su sitio, su pequeño lugar en el mundo donde hacer realidad sus ilusiones. Hoy puedo hacer fotos en la arena, en las rocas, en el agua. Puedo hacer fotos con una luz que me maravilla cada día. Puedo hacer fotos a gente que se siente libre, conectada con esta tierra y feliz de vivir aquí, igual que yo. El reportaje que les quiero mostrar a continuación es ejemplo de esa conexión tan especial que se puede sentir con Fuerteventura. Ellos son Dalila, Jonathan y su pequeño, una familia agradecida con la naturaleza y con nuestra querida isla.
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Cuando era pequeña tenía un diario. No era un diario rosa con purpurina, ni de princesas como suelen ser los que venden ahora. Era un diario marrón oscuro con tapas de cuero que encontré en uno de esos cajones donde se acumulan cosas de la casa que nadie utiliza y me lo apropie. Empecé a escribir allí, le contaba lo que hacía, lo que pensaba y lo que me pasaba. Recuerdo que me dirigía a él como si fuese una persona y como si allí solo existieran nuestras leyes. Me divierte leerlo porque existe en esas hojas una pequeña Laura un poco particular que a veces no reconozco pero que adoro. Entre todas esas páginas hay una que para mí es un tesoro, pone de título "todo lo que me gusta y me gustaría"... así con determinación, como si allí estuvieran escritas las cláusulas de un pacto entre mi imaginación y mi futuro. Dice cosas como "visitar Francia", " tener un telescopio", "ir al amazonas", "me encantan los días que hace frío en verano" y más cosas por el estilo... adorable, me dan ganas de meterme en las hojas y abrazar fuerte a esa pequeña...! pero lo más interesante está en la quinta línea, dice: "vivir en una isla desierta" 03-10-1989 Así, como si nada, a esa pequeña sabandija se le ocurrió pensar que le gustaría vivir en una isla desierta, como si creyera que solo por escribirlo allí algún día sería verdad... que inocente no? Fuerteventura no es una isla desierta de gente (que posiblemente eso fue lo que Laurita quiso escribir) pero no tiene ni una gota de verde, llueve solo una o dos veces al año. Estamos rodeados de cactus y cabras, es árida, seca y marrón, así que más o menos la pequeña atrevida sabía lo que se proponía. Lo que esta isla sí tiene es una multiculturalidad a la que los isleños han sabido darle un lugar. Unos paisajes tan desnudos y puros que te cortan la respiración. Un sol gigante que nos nutre y nos acompaña casi todos los días del año (excepto los dos días que llueve). Tiene a su gente local que es muy noble y que sabe hacerte un lugar en su corazón y sobre todo, esta isla humilde permite que quienes de verdad quieren quedarse aquí encuentren su sitio, su pequeño lugar en el mundo donde hacer realidad sus ilusiones. Hoy puedo hacer fotos en la arena, en las rocas, en el agua. Puedo hacer fotos con una luz que me maravilla cada día. Puedo hacer fotos a gente que se siente libre, conectada con esta tierra y feliz de vivir aquí, igual que yo. El reportaje que les quiero mostrar a continuación es ejemplo de esa conexión tan especial que se puede sentir con Fuerteventura. Ellos son Dalila, Jonathan y su pequeño, una familia agradecida con la naturaleza y con nuestra querida isla.
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