Estos días que abren este año 2008 he tenido la oportunidad de ver en el estupendo festival Actual de Logroño la exposición de fotos antiguas sobre el Circo Price y otros circos de Madrid. Las fotos proceden de la Biblioteca Nacional donde se guarda el archivo fotográfico del circo madrileño que perteneció a Leonard Parish, el famoso jefe de pista del circo Price, y más tarde a César Fernández Ardavín, con retratos de personajes del espectáculo. Estas fotografías pertenecientes a la época dorada del circo, entre finales del siglo XIX y las primeras décadas del XX, las enviaban los artistas a los empresarios de circo para ofrecer sus servicios. Aquí podemos ver de todo, mujeres forzudas, estatuas vivientes, equilibristas, artistas chinos, enanos, un murcielago humano, payasos, hombres de goma..., personajes que miran a la cámara como alucinados. La visión de esta muestra deja un regusto extraño por un lado amable y simpático y por otro una cara ciertamente siniestra y triste. Posiblemente como el doble rostro de los payasos. En la sala se oía como fondo la música de Nino Rota, pero ahora yo estoy preparando este post escuchando los ambientes perdidos y oscuros de Burial (Untrue), y me parece que le va como anillo al dedo a esas historias personales que se intuyen y que posiblemente nunca conozcamos del circo antiguo.
