Hace un par de semanas estuvimos en el huerto con nuestras parejas de 4 años. Como siempre fue una actividad preciosa. Además cada vez el resultado nos gusta más porque las parejas funcionan mucho mejor. Los pequeñines están más sueltos y más unidos a quienes les tutorizan y el grupo de mayores han aprendido a tener más paciencia y han aprendido estrategias para que no se les despisten. En esta ocasión la actividad que pensamos para que estuvieran trabajando el grupo grande, mientras entrábamos al huerto con grupos pequeñitos, fue la observación de las hojas de las plantas que tenemos en el patio del colegio fuera del huerto. Les dimos a cada pareja una fotocopia con distintos tipos de hojas y un folio en blanco donde tenían que pegar diferentes tipos de hojas y anotar de que tipo eran. Fue divertido e interesante ver las parejas intentando identificar las hojas que cogían y usando esos nombres tan raros. En realidad lo que menos nos importaba, como ya imaginaréis era que acertaran de pleno, pero es cierto que la similitud fue cercana. Mientras las parejas se dispersaban por el patio fuimos llamando a grupos pequeños para que entrasen en el huerto a observar cómo van creciendo nuestras plantaciones, las plantas que ya tienen flor y las que han empezado a dar fruto. Recogimos una segunda "cosecha de guisantes y habas para que las probaran las niñas niños de cuatro años, porque nosotros ya lo habíamos hecho unos días antes. También montamos la lupa binocular en el vestuario del gimnasio y fueron entrando por parejas a ver la parte interior de la flor. Fue un rato divertido y muy productivo.