Se relaciona con el creado por el Imperio Romano de Oriente. Dentro de él se distinguen tres edades de oro. La primera, su apogeo, se corresponde con el siglo VI. La crisis iconoclasta del VIII y IX afectó a este arte, que resurgió en los dos siguientes durante la segunda edad de oro, el periodo más característico, que se cierra con la toma de Constantinopla, actual Estambul, por los venecianos, en el año 1204. La tercera abarca fundamentalmente el siglo XIV. Su estilo trató de adaptar las formas grecorromanas y orientales ya existentes a la concepción del cristianismo. Su manifestación más esplendorosa fue la arquitectura. La pintura se caracterizó por la brillantez. del colorido y el expresivo, aunque incorrecto, dibujo de las formas.