Con un exterior que parece sacado de un cuento esta vivienda sueca ha sido recientemente rehabilitada por Asa y Hakan, sus propietarios actuales. Hace 20 años decidieron comprar esta propiedad, entonces en estado semirruinoso, y acometer las obras necesarias para poder convertirla en su hogar familiar. Hakan, carpintero de profesión, ha llevado a cabo casi toda la reforma intentando aprovechar al máximo los materiales originales y respetar el aspecto original que tenía el edificio hace casi un siglo. Si queréis ver el artículo completo os dejo el enlace a la revista Lantiv, que le ha dedicado uno de los reportajes de su edición de julio. Imágenes: Lantiv