Nuestro cometido en la calle Zumaia 35 fue el de conseguir eliminar un primer tramo de escaleras, en ese momento mecanizado mediante una plataforma salvaescaleras así como hacer llegar el ascensor a cada vivienda ya que, en un inicio, éste no llegaba a cota de casi la mitad de ellas. Al mismo tiempo, debíamos conseguir rediseñar un espacio de acceso acogedor y que intentara evitar la sensación de tubo que por sus propias proporciones llevaba implícita.