Con estos sencillos trucos podrás disfrutar en tu casa de unos cristales brillantes y sin huellas Aunque los cristales aportan mucha luminosidad y hacen que nuestros hogares parezcan más espaciosos, limpiarlos suele ser una tarea engorrosa. El cristal se ensucia fácilmente y cualquier mancha se nota muchísimo. Lo primero que debemos tener en cuenta es elegir el momento adecuado para limpiar los cristales. Lo mejor será que elijamos un día con nubles blancas, en los que el cielo no amenace con llover, pero que tampoco haga ni sol ni viento, ya que no nos permitiría ver bien si quedan manchas. Y, ahora, pongámonos...