Después del fracaso de la sonda marciana Fobos-Grunt que se lanzó en noviembre de 2011, parece que el Planeta Rojo ha dejado de ser considerado el objetivo clave de las investigaciones interplanetarias rusas. Ahora la Luna vuelve a estar a la orden del día, y se habla incluso de construir una base habitable en el astro nocturno con fines científico-técnicos. Pero ¿qué tipo de fines?