La entrada de esta cabaña en la Cerdanya es perfecta para dejar los útiles de esquí o las botas sucias antes de entrar en casa. Tiene colgadores, un banco dónde sentarse y un look rústico pero con un toque actual. Es un proyecto de la interiorista Jeanette Trensig que decidió revestir la entrada con papel pintado de pelo de potro en un tono verde oscuro, muy cálido y acogedor, que queda genial combinado con la madera. Espejo y banco de Cado. Papel pintado de Élitis. Perchero de Luzio.