Estamos acostumbrados a que los actores cambien su aspecto y su personalidad según lo requieran los personajes que van construyendo a lo largo de su carrera. Sin embargo, hay algunas interpretaciones que se quedan en su memoria, y en la nuestra, sin importar cuántos años pasen. Muchos de ellos parecen guardarle gran cariño a las más icónicas, hasta que, décadas después, abren el baúl de los recuerdos para usar elementos de su rol más emblemático.