Parecería que ya hace mucho tiempo que todos hemos aprendido las reglas que permiten construir una relación armoniosa. Pero, así y todo, algo siempre sale mal. Cometemos errores molestos y nos encargamos de reivindicar los inútiles clichés provenientes de los melodramas. Pero las personas sabias han aprendido las cosas que no hay que hacer en una relación, y a no tropezar dos veces con la misma piedra.