Cuando pensamos en el Reino Unido, lo primero que se nos viene a la mente es la realeza, el cambio de guardia del palacio o la hora del té. Sin embargo, las calles, rincones y plazas de las grandes ciudades esconden infinidad de historias o anécdotas que podrían ser una excelente inspiración para cualquier obra de Charles Dickens o William Shakespeare, en versión moderna.