Pintor surrealista ruso y artista gráfico nacido en Leningrado en 1955. Ingresa en la Escuela de Arte Valentin Serov en 1975. Miembro d...
Remedios Varo, pintora visionaria, surrealista y olvidada
O estilo do humor e sonho incorporado na arte. Veja em detalhes no site
Bien es sabido que nunca, ni siquiera hoy en día, se ha valorado igual la obra de los artistas masculinos y femeninos. Pues bien, este es un buen momento para poner en su lugar la figura de Ángeles Santos, una pintora que merece un lugar privilegiado en el Olimpo de la pintura surrealista española. Aunque su vida fue amplia, solo hablaremos de su etapa vallisoletana, que a la postre fue su etapa pictórica más importante. Una muestra de su importancia nos la indica que dos de sus obras (Un mundo y La tertulia) fueron seleccionadas para el libro “Las cien mejores pinturas del siglo XX”. La pintura de Ángeles Santos en Valladolid se enmarca en un período muy corto, del otoño de 1928 a la primavera de 1930, años vinculados a una revitalización de la cultura española muy potente: son los años de la generación del 27, momentos en que la ciudad vive un ambiente cargado de creatividad. Autorretrato (1928) La figura de Ángeles Santos es comparada por Plaza Santiago con la de Van Gogh, por cuanto “produce su obra más esencial en un periodo de unos dos años para después suicidarse, mientras que María Ángeles afortunadamente no termina de manera tan trágica, pero en su período creativo podemos encontrar analogías; una crisis psicológica muy fuerte y su traslado a un sanatorio psiquiátrico de Madrid”. Ángeles Santos en Portbou (1936) En su caso existe un vehículo que transmite esa fuerza, se trata de un libro esencial para entender esta pintura y a quienes la cultivaron. Se trata del libro Realismo mágico: Post-expresionismo: los problemas de la más reciente pintura europea, obra realizada en 1925 por Franz Roh. Muy pronto (1927) se tradujo al español por Fernando Velasco en la revista “Occidente”, produciendo un impacto sorprendente al dar a conocer un mundo prácticamente inédito que se conectaría con ese “realismo mágico” y a su vez con la tendencia denominada como “le rappel à l´ordre” o “la vuelta al orden” frase que se atribuye al pintor André Derain, donde se ponía freno a una cadena de rupturas radicales que habían marcado la pintura occidental desde 1914. Ángeles Santos Tras el Fauvismo, el Futurismo, el Expresionismo más radical, se creó una necesidad de volver al orden, de recuperar una mirada clásica, que acabará dando lugar a una serie de nuevos realismos que se extienden por Europa. Se originará una reconstrucción de la imagen real, de la imagen persuasiva después de los descoyuntamientos de la imagen abstracta o cubista, dando lugar a una nostalgia de la imagen visual, reconocible pero que ya no sería la misma que se manejaba en las academias antiguamente, sino una imagen con un halo de misterio, un clima metafísico, un clima inquietante como característica de este movimiento. La pintura de Ángeles Santos suscitó mucho interés a todos los niveles, así Francisco de Cossío, su “descubridor”, y que entonces era director del Museo Nacional de Escultura. Cossío tuvo la visión de que en Ángeles Santos se encerraba un talento temprano aconsejando a su padre para que la dedicara exclusivamente a la pintura. Su padre tomó en serio el consejo de Cossío y la proporcionó todo el material, así como un profesor, Juan Cellino Perotti, cuyo estudio se encontraba en la calle de la Liberad donde enseñaba a pintar jovencitas vallisoletanas de la alta sociedad a pintar cuadros que imitaban tapices antiguos, un hombre hábil, formado en la restauración, nada imaginativo sino absolutamente académico y muy útil para enseñar todos los secretos técnicos de la pintura. Calle Alonso Pesquera (1929) Calle Alonso Pesquera (1929) Así “el milagro Ángeles Santos”, como lo define Plaza Santiago, es el resultado del encuentro con una ciudad en la que se vive una efervescencia literaria y artística considerablemente activa y con una serie de profesionales que de pronto la descubren, además de un temperamento, el suyo, extraordinariamente inquieto. Quizás el hecho de ser hija de un funcionario de Hacienda con varios cargos en aduanas, con una vida viajera, motivaría un posible desarraigo, o también la falta de contacto con amigos de su edad, tan importantes en esos momentos, esta soledad, debía a los continuos traslados, nos explicaría su introspección y su vuelco hacia la lectura ferviente de libros que parecen inadecuados para una muchacha de su edad. Leía clásicos alemanes, autores recientes, tenía pasión por Juan Ramón Jiménez, monografías de artistas... Se encontraba muy refugiada en su mundo interior y en una intensa inquietud por crear. BIOGRAFÍA Ángeles Santos nació en 1911 en Port Bou (Girona), de donde era la familia materna, mientras que padre procedía de Saucelle (Salamanca). De niña vivió con su familia en Ripoll y posteriormente en Sevilla. De formación autodidacta, su vocación por la pintura se manifiesta plenamente a partir de 1928 cuando se traslada a Valladolid. Este hecho no fue casualidad puesto que por entonces, como ya se ha dicho, existía en la ciudad un ambiente que le permitió en muy poco tiempo desarrollar su labor, definida esta última por Plaza Santiago como “meteórica, fulgurante y singularmente atractiva”. La vocación por la pintura debió tenerla desde muy niña, todavía no segura en cuanto a su trazo, parece ser que se inicia en Sevilla en un colegio donde se halla interna, mientras sus padres están en Ayamonte, pero es básicamente Valladolid el lugar y el momento de su prodigioso desarrollo. Aquí realiza un breve aprendizaje con el pintor italiano radicado en Valladolid Cellino Perotti y tiene ocasión de conocer la obra del inglés Cristóbal Hall, así como de frecuentar el Museo de Escultura interesándose por el estudio de la forma y del volumen. El tío Pepet (1928) El tío Simón (1928) La tía Marieta [Vieja haciendo calceta] (1928) Su profesor, Perotti, trabajaba en grandes formatos, mientras que los aficionados lo hacen en tamaños pequeños que se controlan mejor, pero quizás ese gusto por los tapices educaba a sus alumnos en la pérdida del miedo a los grandes formatos y en la obra de Ángeles Santos, a veces el tamaño es considerablemente mayor de lo que esperaríamos, confiriendo a sus obras La tertulia, Un mundo una especial capacidad de impresionar. La Academia de la Purísima Concepción tiene el mérito de haber impulsado una exposición en octubre de 1928 de artistas vallisoletanos en el Círculo Mercantil a la que fue invitada a participar siendo el inicio de su carrera pública. Su obra llamó la atención de la crítica debido a la espontaneidad e ingenuidad de los cuadros que presenta. Sus obras constituyen para muchos la revelación de la muestra, no solo por la juventud de la artista –16 años– sino por el encanto, la simplicidad un tanto infantil y la deliciosa entonación de sus pinturas. Anita con delantal de cuadros azules y blancos (1928) Niños en el jardín (1928) El principal atractivo de estas primeras obras –retratos principalmente de niños y jóvenes– residía en esa especie de inocencia estética, de impericia y desconocimiento de recetas que, al lado de una pureza de auténtico primitivo, hacía tan sugestiva y moderna su pintura. Niña [Retrato de Conchita] (1929) Mi hermano Rafael (1928) Cabeza de niña (1930) Animada por este primer éxito, al año siguiente (1929) decide celebrar su primera exposición personal, en el Ateneo de la ciudad, la cual será su consagración. El interés de dicha muestra trascendió lo meramente local. En las veinte obras que reunió en el Ateneo vallisoletano –retratos y cabezas de mujer– quedaron bien patentes sus dotes y su entusiasmo juvenil que harían afirmar a Francisco de Cossío: “Estoy seguro de que nos hallamos frente a un caso excepcional de aptitud y sensibilidad, y que cuando se conozca este caso en el mundo de la pintura, ha de producirse una gran sensación…”. Ángeles Santos inaugurando la exposición de sus cuadros en el Ateneo de Valladolid (11-IV-1929) En la citada exposición, al tiempo que se puso de manifiesto la originalidad e inocencia de la joven artista, que pintaba sin ambición ni prejuicios, libre de influencias y artificios, se evidenciaba asimismo cierta huida de la realidad y el refugio en un mundo de ensueño y fantasía, que vinculaban su pintura a las últimas corrientes de vanguardia, y en especial, al surrealismo. Cossío, en admirable crítica, descubre en la artista esa marcada inclinación por lo extraño y onírico: “Diríase que esta pintura en cierto modo tiene un poco color de sueño. Todos los cuadros de Angelita Santos son como soñados, y para ella la luz aparece siempre proyectada igual que en el cinematógrafo, de modo arbitrario, olvidándose a cada paso de las leyes del sol. Huye de la realidad a otro mundo distinto, donde pudiera convertirla en sueño. La realidad para ella no es sino un punto de apoyo para lanzarse a la invención. La realidad no la sirve sino para descubrir el secreto de la forma; después la fantasía hace lo demás…”. Las críticas favorable la animan a seguir fomentado su creatividad, tanto es así que cuando expresó su deseo de realizar el cuadro Un mundo, su padre encargó a la empresa Macarrón un lienzo de grandes dimensiones que clavó en la pared para que ella pudiera pintar sin necesidad de trasladarse a un estudio, de hecho este cuadro está recortado en sus cuadro lados. Se trata de unas dimensiones extraordinarias si pensamos que fue pintado por una joven “aficionada” en su casa. En octubre de ese mismo año (1929) será invitada al IX Salón de Otoño de Madrid donde expondrá el cuadro Un mundo – su obra maestra y más acentuadamente surrealista–, recibiendo de los críticos antes señalados su opinión en toda la prensa importante, convirtiéndose en un mito. Su obra atrajo a numerosos escritores y artistas. En Madrid entabló amistad con Pancho Cossío, García Lesmes, Jorge Guillén, Federico García Lorca y sobre todo Ramón Gómez de la Serna, quien aprovechó una visita a Valladolid en octubre de 1932 para conocerla. García Lorca la llevaría a la tertulia del café Pombo para que conociera a todos los intelectuales, se la pasea como un miagro, un niño prodigio y muy frágil, en un éxito súbito. También la invitarán al club feminista “Liceo” de Madrid, donde están todas las señoras importantes de Madrid: políticas, mujeres de intelectuales, las autores más cotizadas… encumbrándola dentro de la pintura femenina y finalmente, en el año 1930, se le hará una sala propia en el Salón de Otoño, algo excepcional si tenemos en cuenta la rapidez de su carrera y de su producción. A raíz del interés que suscitó su obra Un mundo, Ángeles Santos fijó su residencia en Madrid. Prueba de la importancia que los medios artísticos de vanguardia dieron a su pintura la constituye el hecho de que los organizadores del X Salón de Otoño, celebrado en Madrid en octubre de 1930, la dedicarán una sala especial en la que figuraron treinta y cuatro obras suyas, entre ellas, algunas tan expresivas y audaces como las tituladas: Niña comiendo, Pensativa, Tertulia, Familia, Un muerto… Según Manuel Abril, la primera impresión que producían aquellas obras de Ángeles Santos era risa y conmiseración por la torpeza de técnica, la ridiculez de temas y la estridencia inarmónica del color, sin olvidar el asombro que provocaban sus estrafalarias y disparatadas composiciones entre el público. Pero el mismo crítico advertía que superada esta superficial apreciación, sus cuadros destacaban por su novedad, su fuerza, su expresión honda y dramatismo. En ellos, la artista acertaba a plasmar todo un mundo de quimérico ensueño y fantasía, descubriendo la belleza de su aparente fealdad. Más tarde en su época de crisis, el año 1931, sus cuadros irán a París, a San Sebastián, a Pittsburgh, a Copenhague, a Berlín, se trata de una itinerancia por las ciudades más brillantes del mundo que la consagrarán de una manera definitiva, pero ella ya no es, ha desaparecido como pintora de genio y se ha convertido poco a poco en una mujer “normal”, que pinta pero sin esa tensión, esa angustia, quizás la felicidad sea ajena a la genialidad que la caracterizaba. En 1935 contrajo matrimonio con el pintor barcelonés Emilio Grau Sala, quien vivía por estos años en París, ciudad en la que se trasladan al año siguiente. De este matrimonio nacería en 1937 el que sería también notable pintor contemporáneo Julián Grau Santos. El estudio de Grau Sala en París Después de realizar algunas exposiciones más (como la de Galería Estilo, de 1934), Ángeles Santos se retiró de la pintura, hasta que mucho más tarde, en 1964 volvió a retomar los pinceles, reanudando su carrera artística LA OBRA Antes de hablar de su obra, hay que hacer referencia a un hecho: Ángeles Santos nunca ponía títulos a sus composiciones, ni siquiera los firmaba. Estamos ante una obra temprana, antes de su momento de plenitud, el Vaso de vino, muy relacionada con bodegones que se hacían en la época, con una mirada muy concentrada en objetos cotidianos, un poco recuperando la tradición del siglo XVII. El vaso está realizado con cierta inseguridad y con la peculiaridad de presentar un cigarrillo consumiéndose sobre una mesa de mimbre trenzado sugiere quizás la posibilidad de un incendio, el paso del tiempo o bien el consumirse de las vidas. Vaso [El vaso de vino] (1928) La marquesa de Alquibla representa a una señora que vivía por entonces en Valladolid y cuyo marido fue uno de los impulsores de la carrera de Ángeles. En sus trazos aparece esa característica incisión en los bordes que le dan esa apariencia de escultura, de biselado en sus dibujos, algo muy del momento y comparable a lo que se está haciendo en otros lugares por estos años. En esta obra traslada su rebeldía juvenil a su modelo. La Marquesa de Alquibla (1928) Niña durmiendo o pensativa muestra a una mujer en actitud de ensoñación, con unos misteriosos huevos sobre el tablero. Hay una iluminación extraña que viene de abajo, debida sin duda a su afición al cine que usaba iluminaciones trucadas, exageradas sobre todo en ciertos géneros como el negro o el de terror. Niña durmiendo [Pensativa] (1929) La aparición de lo misterioso en su obra es muy temprana, siendo una de esas primeras Niña o Anita y sus muñecas. El óleo también aparece iluminado de una forma extraña, la expresión de la niña es inquietante, las sombras de unas muñecas que eran bomboneras, de moda en la época, nada tranquilizadora. La anécdota del cuadro tiene que ver con un crimen cuya víctima fue un fabricante de estas muñecas, llamado Pablo Casado y cuyo asesinato trascendió a la prensa publicándose fotos de estas muñecas en El Norte de Castilla y que seguramente vería, produciéndose en ella una conexión entre un objeto aparentemente inocuo con una muerte dramática estimulando su imaginación para hacer esta extraña pintura. Nita [Anita y las muñecas] (1929) La familia vivía en el edificio “Calabaza” frente al Santuario Nacional de la Gran Promesa, en esta casa probablemente se pintaron sus obras maestras como La tertulia en la que se representan tres mujeres con un personaje a la derecha abajo bastante enigmático por el que le preguntaron y la propia Ángeles recordaba haberlo tomado del Greco, no era un retrato sino que únicamente cumplía la función de completar la composición, y ciertamente en el Pentecostés existe una figura en similar posición. Pero de estas mujeres, hermanas, no se sabe bien quienes son, posibles vecinas con las que tenía amistad, quizás la de la derecha fuera María Álvarez, mujer con presencia en la vida académica de Valladolid. En el cuadro las mujeres aparecen ensimismadas, sin comunicarse unas con otras, fuman, en actitudes desenvueltas, se mueven en una atmósfera que evocaría esa especie de asfixia que hay en los cuadros de Balthus y ciertos pintores vinculados a una trayectoria de carácter metafísico conectado con el surrealismo. Tertulia [El cabaret] (1929) En el retrato de María Álvarez, ésta aparece como asustada, con una mirada nada tranquilizadora, con la boca crispada, muy perfilada con una línea muy dura, parece moverse dentro de su ropa incómoda, algo que nos trasluce esa especie de inquietud característica de su momento más temprano. Retrato de María Álvarez (1929) El mundo, su obra maestra, deslumbró a todos los intelectuales españoles de la época, fascinante, un plantea cúbico que flota en un espacio con nubes y estrellas, al lado de una extraña escalera a cuyos pies una serie de personajes tocan instrumentos musicales. ¿Qué razones existes para suponer el origen de esta visión extraña? Ella comentó que esta pintura de gran formato estaba relacionada con un poema de Juan Ramón Jiménez en el que se habla de ángeles que encienden o apagan las estrellas. A parte de este planeta misterioso, en el centro aparece a la derecha una escalera por la cual bajan unas figuras que tomarían fuego del sol e irían encendiendo las estrellas, haciendo un recorrido perimetral. Un mundo (1929) El planeta es bastante sorprendente, tiene tres caras visibles, la primera cara, la horizontal, la prioritaria es un retrato de Valladolid, con su río surcado por unos extraños barcos de vela, un cementerio, edificios sin cerramiento que nos permiten ver lo que hay entre sus paredes, una sala de exposiciones, un cine, es una ciudad convertida en un símbolo. La cara de la derecha sería Portbou, donde vivió momentos de su infancia. Es una ciudad marítima, de ahí que represente la playa, un aeropuerto, una estación con sus vías, un campo de deportes, edificios sin techo, etc. Estas dos partes son bastante relacionables, en ella está hablado de los lugares donde ha permanecido más tiempo, espacios vinculados a sus recuerdos. En cambio en la tercera cara, más oscura, alude a una ciudad sintética, que refleja aquellos lugares que recorrió en su infancia. Este planeta se halla rodeado de ángeles entre nubes, deudoras éstas de las del Greco, fosforescencias que el maestro pinta a veces en sus cielos, y poblado por esas figuras que ella llaman las madres que se suponen habitan otro planeta, Marte, pues en ese momento se hablaba de viajes a Marte en la ficción, de ahí tomaría la idea de la Tierra vista desde Marte. Ha querido relaciona esta extraña visión del mundo donde hay lápidas con los nombres de grandes literatos como Stendhal, Goethe y otros, enterrados allí, en su mundo, que han muerto pero desde la tumba nos están llamado a través de sus libros, con su ansia por saber, por leer, con esa extraordinaria curiosidad que tenía. Aunque no solía realizar dibujos previos para elaborar sus cuadros, en este caso sí que los preparó, lo que nos permite ver los detalles de estas mujeres que son siempre madres al tiempo que tocan instrumentos musicales. Un mundo. Boceto (1929) La extraña pintura Alma que huye un sueño tenía que ver con versos de García Lorca y representa algo muy enraizado con su manera de sentir. El cuerpo de esta niña aparece como un estuche que se ha roto por la mitad y dejar salir el alma, la sombra del cuerpo se proyecta, no la del alma que se escapa y enciende los luceros al amanecer. Estas almas que huyen tiene quizás que ver con esa angustia suya por lo inalcanzable que atraviesa lo mejor de su obra. Sueño [Alma que huye de un sueño] (c. 1929) Otra obra de esta época muy conectada con la fantasía cósmica, es la titulada La Tierra, un pueblo primitivo. Representa un extraño planeta en el que las casas en esta ocasión son esféricas, con personaje recolectando frutas o adorando a un astro que aparece en el parte superior. Tiene que ver con El Mundo pero en esta ocasión de formato y complejidad mcho menor. Continúa en ese mundo de fantasía extraordinaria en la que ella vive. La tierra [Pueblo primitivo] (1929) En los años treinta se produce una mutación muy fuerte, llamada “expresionismo místico”, donde hay un interés por personajes medo deformes, caricaturescos, muy vinculados con la tradición expresionista centroeuropea, como La familia comiendo patatas de Van Gogh, donde se representa a unos individuos de baja extracción social, con unos rostros embotados representando una condición social primitiva o bárbara. Relacionada con esta manera de hacer está la obra, mutilada, La habitación con unas figuras femeninas en la parte de abajo que fueron suprimidas. El talante técnico es diferente, la pintura es mucho más suelta, con un toque más esponjoso que en las pinturas anteriores. Familia cenando [Cena familiar] (1930) Habitación (c. 1930) El mundo de los desasistidos también figurará en su obra, concretamente en Niños pobres. Vemos una angulación extraña, cinematográfica, los sitúa en las galerías que tenían las casas de la época, hacia el patio inferior de la manzana, donde se tendía la ropa, donde se jugaba, con dimensiones muy grandes. Niños pobres [Dos hermanos] (c. 1930) En 1930 está fechado La niña muerta o Héroe muerto. Sirve de modelo una niña mendiga que ella recogió, la figura está rodeada por unos personajes extraños. Un muerto [La Niña muerta. Héroe muerto] (1930) Un cuadro muy extraño en su producción es Niños y plantas en la que unos niños con deformidades especialmente llamativas, las manos gigantescas, ella desea representar ramas de árbol, raíces, buscando una ambigüedad que probablemente tiene que ver con los síntomas de una neurosis que se estaba apoderando de ella de una manera muy virulenta. Niños y plantas (1930) Lilas y calavera cerraría la serie de pinturas realizadas durante estos dos años, pues vuelve a una iluminación tenebrosa muy de la pintura española del siglo XVII, donde coloca junto a una jarra con lilas una serie de objetos de los cuales llama precisamente la atención, una calavera mutilada que se apoya sobre unos platos vacíos, conexión que resulta cuanto menos inquietante, mostrando esa obsesión por la muere que la llevó a un conato de suicidio. Lilas y calaveras [Naturaleza muerta] (1930) BIBLIOGRAFÍA: BRASAS ÉGIDO, José Carlos: Pintura y escultura en el siglo XX (1900-1936), Ateneo de Valladolid, Valladolid, 1988. CASAMARTINA I PARASSOLS, Josep: Ángeles Santos, un mundo insólito en Valladolid [exposición], Museo Patio Herreriano, Valladolid, 2003. PLAZA SANTIAGO, Francisco Javier de la: “La pintura vallisoletana de Ángeles Santos”, Conocer Valladolid. IV Curso de patrimonio cultural 2010/2011, Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción, Valladolid, 2011.
Que Elena Poniatowska siga recibiendo premios y levantando polémica significa sólo una cosa: es una de las figuras fundamentales del México contemporáneo.
Michael CHEVAL Absurdist/ Surrealist painter, 1966 Michael Cheval is contemporary artist, specializing in Absurdist paintings, drawings and portraits.
Si algunos creadores inciden mucho en el lado oscuro y doloroso de la vida, otros -de los que Daniel Merriam sería un buen ejemplo- optan por un surrealismo que nos traslada a mundos mágicos en los cuáles la imaginación se desborda por doquier. Por ello no es de extrañar que Merriam sea uno de los artistas más solicitados a la hora de ilustrar libros -tanto infantiles como de adultos- aunque también ha trabajado como ilustrador comercial y arquitectónico para diversas multinacionales. Sus obras se exponen en el Museo Nacional de Ilustración Americana y en otros muchos museos y ha sigo galardonado con un Master Honorario en Letras Humanas de la Universidad de Nueva Inglaterra además de otros premios que reconocen su talento y la calidad de sus creaciones. http://danielmerriam.com/ https://www.facebook.com/DANIELMERRIAM/ http://www.bubblestreetgallery.com/artists/daniel-merriam «Nací en York Harbor, un pequeño pueblo de pescadores con una próspera escena turística veraniega. La zona atrae a decenas de artistas debido a sus cualidades rústicas y un encanto de viejo mundo. Teníamos mucha exposición al arte en la región. De hecho, las expectativas artísticas eran bastante altas debido a las prósperas artes locales y su formación académica. De niño vi a algunos de los mejores ejemplos de arte moderno original de nuestro tiempo. Me sorprendieron tanto que me vi obligado a dominar las habilidades de arte, incluso cuando aún era un niño. Maine también es bastante rural, por lo que los paseos por los bosques eran naturales para mí. Podía caminar millas sólo, sin una brújula o un camino a seguir. Pero además de lo mucho que sabía de la tierra, también era un maestro de las aguas. Entre la navegación, la pesca y el buceo, pasé tanto tiempo en el agua como fuera. Mi mundo estaba hecho de la crudeza de la realidad de la naturaleza y los tratamientos de fantasía de mi percepción. Mi conexión con la naturaleza, sin duda, está arraigada en las formas y patrones dentro de mi arte. Tanto mi familia como nuestra comunidad poseían una calidad caprichosa que permanece en mi arte hasta el día de hoy. Podría decir que mi infancia es lo que más ha inspirado mi arte.» Todas las imágenes y/o vídeos que se muestran corresponden al artista o artistas referenciados. Su exposición en este blog pretende ser un homenaje y una contribución a la difusión de obras dignas de reconocimiento cultural, sin ninguna merma a los derechos que correspondan a sus legítimos propietarios. En ningún caso hay en este blog interés económico directo ni indirecto. Javier Nebot
El surrealismo poético del pintor Rafal Olbinski
Los mejores enlaces a tutoriales , paso a paso, vídeos y noticias sobre belenismo de toda la red recopilados en un blog.
Andrius Kovelinas is an Lithuanian artist, living in Poland. He received prizes in varroius competitions. In Lithuania, he ran his own art school. He lived in France and Ireland. From years of experience in oil painting. There are many exhibitions on his account. The main theme of his work are women.
¿Dónde está la pintura de hoy día? ¿Siguen siendo las instituciones las que custodian estas obras? ¿De dónde vienen los artistas que se mueven actualmente en este medio y hacia dónde se dirigen? No tenemos respuestas cerradas ni vinculantes, pero sí el trabajo de algunos nombres que nos sirven de faro y que nos proporcionan algunas claves para entender el rumbo de las disciplinas pictóricas hoy.
Hace unos días fui a visitar la exposición en la galería de Museo de Arte Moderno, de la pintora española Remedios Varo (la cual es mi pinto...
Surreal Friends , an exhibition at Sainsbury’s Centre for Visual Arts in Norwich, presented the work of three Surrealist women artists who met in exile in Mexico after fleeing political perse…
La Muerte y la Doncella es una pintura datada aproximadamente entre el año 1.517 d.C., perteneciente al arte renacentista. La Muerte y la Doncella Fue pintada por el ilustrador, grabador, diseñador de vidrieras y pintor alemán Hans Baldung (también conocido como Grien o Grün). Se conoce que perteneció a la colección de arte privada del historiador de arte suizo Remigius Fäsch. Hasta que en el año 1.823 d.C. La Muerte y la Doncella fue comprada por el Museo de Arte de Basilea, localizado en la ciudad de Basilea, en Suiza. Descripción Tiene una altura de 30,3 cm y una anchura de 14,7 cm. Está realizada mediante pintura al temple sobre panel de tilo. Se trata de una pintura que representa la muerte prematura de una mujer joven. La mujer aparece representada desnuda y voluptuosa en posición de pie, se aprecia como lleva un fino velo transparente que le cubre parte del cuerpo y deja ver su desnudez. En el rostro redondeado destacan los ojos almendrados, la nariz recta, los labios carnosos y el mentón redondeado, además resalta como se encuentra representada llorando. Las manos se encuentran juntas en posición de súplica y oración. Esto indica que la mujer es consciente de su destino y suplica por su vida. La Muerte está representada detrás de la mujer en posición de pie, con la mano derecha señala una tumba abierta, mientras que con la mano izquierda sujeta con fuerza los largos cabellos de la mujer. En la parte superior de la composición hay una inscripción escrita en letras mayusculas. La inscripción y su traducción aproximada es la siguiente: "HIE MUST DU YN" = "Aquí debes ir" Con respecto a la composición destacar como la figura de la mujer y la Muerte destacan sobre el fondo oscuro. Aparte la Muerte está representada con la piel de color amarillento o marrón pálido, mientras que la piel de la mujer es blanca semejante a la porcelana. Para finalizar subrayar que la representación del vello púbico de la mujer está considerado como la primera representación de ésta parte del cuerpo femenino dentro del arte moderno europeo. Actualmente se encuentra en el Museo de Arte de Basilea, Suiza.
«Only birth can conquer death -the birth, not of the old thing again but of something new» -Joseph Campbell Remedios Varo’s creative process can be defined like this: she conceived the scene …
Mark Ryden (nacido el 20 de enero 1963) es un americano pintor . Ryden es el hijo de Barbara y Keith Ryden nació en Medford, Oregon pero se crió en el sur de California , en ciudades como Escondido .Tiene dos hermanas y dos hermanos, un artista de tipo llamado Keyth Ryden . Ryden estudió ilustración y se graduó en el Centro de Arte del Colegio de Diseño en Pasadena , en 1987. Su debut en solitario espectáculo titulado "El Show de la Carne" fue en Pasadena, California en 1998. Actualmente vive y trabaja en Eagle Rock, California , en un estudio que comparte con su esposa, la artista Marion Peck. Él tiene dos hijos, Rosie y Jaspe r.
Jana Brike (Riga, 1980) es una joven pintora cuya obra -inspirada en parte en su historia personal- resulta atrayente a la vez que turbad...
Juan Gatti (Buenos Aires, 1950) es un polifacético creador argentino (diseñador gráfico, fotógrafo, ilustrador, pintor) conocido especialmente por sus trabajos de diseño. Trabajó como diseñador gráfico y director de arte en diversas agencias publicitarias. En 1978 se trasladó a New York y, pocos años después, se estableció en Madrid en donde abrió su propio estudio de diseño en 1985 (Studio Gatti). Dentro de sus actividades creativas hay que destacar las portadas realizadas para diferentes discos de cantantes de la talla de Alaska, Tequila, Ana Belén, etc. Imprescindible mencionar también sus carteles cinematográficos -de gran impacto- que han ilustrado numerosas películas de Pedro Almodóvar y otros directores cinematográficos. Dentro del mundo de la moda ha colaborado con Sybilla, Jesús del Pozo, Purificación García, Elena Benarroch, Zara, etc. Como fotógrafo ha inmortalizado a infinidad de actrices y actores. Es poseedor de la medalla de Oro en Bellas Artes 2009 Sus lienzos nos muestran un universo surrealista de dibujos de una precisión casi entomológica y un estilo de inspiración decimonónica que les imprime una cierta fascinación retro. http://www.elmundo.es/elmundo/2011/11/30/ocio/1322674261.html http://www.lafreshgallery.com/webfresh.nsf/Menu?OpenFrameSet&Frame=frmTop&Src=%2Fwebfresh.nsf%2FpgeMainFrame%3FOpenPage%26AutoFramed http://www.vanitatis.elconfidencial.com/noticias/2012-02-11/pedro-almodovar-recula-en-su-enfrentamiento-judicial-con-juan-gatti_399323/ http://www.vanitatis.elconfidencial.com/estilo/2011-11-24/los-carteles-de-cine-mas-famosos-de-juan-gatti-por-primera-vez-en-una-gran-exposicion_546407/ http://www.cadadiaunfotografo.com/2011/12/juan-gatti.html http://www.rtve.es/alacarta/videos/conversatorios-en-casa-de-america/conversatorios-casa-america-juan-gatti/2954279/ Todas las imágenes y/o vídeos que se muestran corresponden al artista o artistas referenciados. Su exposición en este blog pretende ser un homenaje y una contribución a la difusión de obras dignas de reconocimiento cultural, sin ninguna merma a los derechos que correspondan a sus legítimos propietarios. En ningún caso hay en este blog interés económico directo ni indirecto. Javier Nebot
Alfred Kubin, “an artist who has yet to be truly discovered,” according to the catalog of a wide-ranging exhibition at the Shepherd Gallery, will strike some viewers as several different artists. His friend Kafka noted in 1911 that he “looks different in age, size, and strength according to whether he is sitting, standing, wearing just a suit, or an overcoat,” an observation that might be modified to describe Kubin’s varied art as well.
Michael Fitzpatrick: "My paintings I work to express beauty through the orchestration of two-dimensional elements - shape, value and temperature. ..
Varo's paintings beckon us to plunge into their vaporous worlds while challenging us to decode intricate scenarios.
O renascentista antecipou o surrealismo. Veja em detalhes no site
BIOGRAPHY Leonora Carrington was born in 1917 in Lancashire, England and passed away in 2011 at the age of 94 in Mexico City, Mexico. A leading artist of the 20th century, Carrington incorporated painting, drawing, sculpture, textiles, printmaking, and writing into a body of work produced throughou
el reencuentro -Remedios Varo
Imagen: http://javiermartindominguez.blogspot.com/2011/02/leonora-carrington.html "Leonora Carrington (1917-2011) llevaba tanto tiempo en los libros de historia del arte que, cuando murió en 2011, mucha gente se sorprendió de que aún siguiera viva", eso afirma Javier Martín Dominguez, director del documental sobre la pintora surrealista. Leonora Carrington Cartel que anuncia el Festival de Cine de Guadalajara, 2012, México Leonora Carrington es una pintora por la que siento una gran debilidad y la novela que escribió Elena Poniatowska, "Leonora", es un libro que siempre tengo cerca de mi (*). Por eso, cuando leí la noticia del documental sobre la pintora, me apresuré a buscar más información. La historia comenzó cuando Javier Martín-Domínguez (**), director de la película, telefoneó hace cuatro años a Leonora Carrington. Hablaron y acordaron verse. De aquella entrevista surgió el proyecto de grabar una charla para incluir en una película sobre su vida. Y lo que iba a ser una corta conversación se convirtió en una larga entrevista que duró 10 días. “Tuve suerte: congeniamos", dice el director del documental. "Y eso que es complicado rodar con alguien de 90 años que no es precisamente expansivo". En la película, la pintora habla sin parar pero, eso sí, controla perfectamente sus silencios: “Usted pregunte. Yo ya veré si contesto”, llega a decir. Hoy, 2 de marzo, 2012, se estrena el documental en el XXVII Festival de Cine de Guadalajara (México) - en España ún no tiene fecha de estreno- siendo el producto de aquellas dos semanas de charla. (*) Más información sobre Leonora Carrington en este mismo Blog: http://caxigalinas.blogspot.com/2011/05/leonora-carrington-la-ultima.html http://caxigalinas.blogspot.com/2011/03/quien-fue-lenora-carrington.html (**) Javier Martín-Domínguez es director y periodista, estudió cine en Nueva York, donde dirigió sus primeros cortometrajes. Ha sido además realizador de documentales y programas de televisión, así como corresponsal en Estados Unidos y Japón, secretario general de Televisión Española TVE y director del Sevilla Festival de Cine Europeo desde 2008 hasta 2011. Elena Poniatowska.Imagen: http://www.reporterosdelsur.com/diario La película es un retrato sin narrador, salpicado por escenas oníricas representadas por La Ribot (***). El resto de personajes encargados de acercarnos al perfil de esta escritora son: uno de los hijos de Carrington, el escritor Carlos Monsiváis, fallecido en 2010, y la escritora Elena Poniatowska —autora de la biografía novelada Leonora (Seix Barral). Carrington aparece en el documental como una figura frágil, arrugada y elegantísima con su rebeca de colores, fumando sin parar, mezclando el inglés y el castellano. La Ribot. Imagen:http://grupodeestudiosobrecuerpo.blogspot.com (***) María Ribot (Madrid, 1962) es el referente español más internacional en danza moderna. Actualmente reside en Suiza. Imagen: http://www.peopleenespanol.com/article/muere-la-pintora-y-escritora-leonora-carrington Javier Martín-Domínguez con Leonora Carrington durante el rodaje de "El juego surrealista”. Imagen: http://javiermartindominguez.blogspot.com/ “Carrington fue surrealista de nacimiento”, dice su amigo Alan Glass. Y rebelde. Se pasó la vida huyendo y tuvo miedo: miedo a los nazis, miedo a la guerra, miedo a la locura, miedo a la muerte."Prefiero no hablar de eso. Me pone enferma”. Su libro "Memorias de abajo" (Siruela) nació de ese pavor y de la psicosis. Le recomendaron que escribiera para liberarse de todo aquello y lo hizo. Cuando llegó a México no sabía nada de ese país: “No tenía ni idea de cómo era México. Pensaba que la gente iba a caballo”, cuenta ella. Divorciada, se casó con Emerico Chiki Weisz —fotógrafo, húngaro, judío y antifascista—, que había estado en la guerra de España. Tuvieron dos hijos. “El amor más importante es el amor a los hijos. El otro es como una borrachera". Al final no pintaba. Siempre le gustaron los animales. “Los humanos no somos más que primates complicados”, dice Carrington a la cámara. “Me da mucho miedo el tiempo porque no lo entiendo. En los instantes finales de la película, sopla las velas de una tarta, enciende un cigarrillo a escondidas de sus hijos, sonríe, calla, murmura de nuevo: “Tuve una vida aburridamente normal”. Basado en el artículo publicado en EL PAÍS por Javier Rodríguez Marco. VER TRAILER DEL DOCUMENTAL EN EL SIGUIENTE URL: http://timezoneproducciones.com/leonora_carrington/trailer.php
Hay mujeres que nacen para no amar, pero Leonora, la surrealista, la mística y soñadora, siempre estuvo dispuesta a dar todo lo que tenía por las personas que
‘Mujeres recluidas’- capítulo 3: La artista británica fue encerrada contra su voluntad en un sanatorio de Santander al acabar la Guerra Civil. Esta es la historia de una rebelde que pudo entrar en la realeza británica pero optó por vivir sin poner freno a sus pasiones.
Remedios Varo (1908-1963) Fue una pintora y escritora surrealista española. Gran lectora del psicoanálisis y de la alquimia, su obra fluye entre estos tintes oníricos, novelescos y mágicos, que eng…
Te invito a conocer la obra y vida de la artista Remedios Varo, pintora surrealista que con su obra nos transporta a un mundo onirico y lleno de simbolos.
*Este artículo fue publicado anteriormente en el 2016 y ha sido modificado
Bien es sabido que nunca, ni siquiera hoy en día, se ha valorado igual la obra de los artistas masculinos y femeninos. Pues bien, este es un buen momento para poner en su lugar la figura de Ángeles Santos, una pintora que merece un lugar privilegiado en el Olimpo de la pintura surrealista española. Aunque su vida fue amplia, solo hablaremos de su etapa vallisoletana, que a la postre fue su etapa pictórica más importante. Una muestra de su importancia nos la indica que dos de sus obras (Un mundo y La tertulia) fueron seleccionadas para el libro “Las cien mejores pinturas del siglo XX”. La pintura de Ángeles Santos en Valladolid se enmarca en un período muy corto, del otoño de 1928 a la primavera de 1930, años vinculados a una revitalización de la cultura española muy potente: son los años de la generación del 27, momentos en que la ciudad vive un ambiente cargado de creatividad. Autorretrato (1928) La figura de Ángeles Santos es comparada por Plaza Santiago con la de Van Gogh, por cuanto “produce su obra más esencial en un periodo de unos dos años para después suicidarse, mientras que María Ángeles afortunadamente no termina de manera tan trágica, pero en su período creativo podemos encontrar analogías; una crisis psicológica muy fuerte y su traslado a un sanatorio psiquiátrico de Madrid”. Ángeles Santos en Portbou (1936) En su caso existe un vehículo que transmite esa fuerza, se trata de un libro esencial para entender esta pintura y a quienes la cultivaron. Se trata del libro Realismo mágico: Post-expresionismo: los problemas de la más reciente pintura europea, obra realizada en 1925 por Franz Roh. Muy pronto (1927) se tradujo al español por Fernando Velasco en la revista “Occidente”, produciendo un impacto sorprendente al dar a conocer un mundo prácticamente inédito que se conectaría con ese “realismo mágico” y a su vez con la tendencia denominada como “le rappel à l´ordre” o “la vuelta al orden” frase que se atribuye al pintor André Derain, donde se ponía freno a una cadena de rupturas radicales que habían marcado la pintura occidental desde 1914. Ángeles Santos Tras el Fauvismo, el Futurismo, el Expresionismo más radical, se creó una necesidad de volver al orden, de recuperar una mirada clásica, que acabará dando lugar a una serie de nuevos realismos que se extienden por Europa. Se originará una reconstrucción de la imagen real, de la imagen persuasiva después de los descoyuntamientos de la imagen abstracta o cubista, dando lugar a una nostalgia de la imagen visual, reconocible pero que ya no sería la misma que se manejaba en las academias antiguamente, sino una imagen con un halo de misterio, un clima metafísico, un clima inquietante como característica de este movimiento. La pintura de Ángeles Santos suscitó mucho interés a todos los niveles, así Francisco de Cossío, su “descubridor”, y que entonces era director del Museo Nacional de Escultura. Cossío tuvo la visión de que en Ángeles Santos se encerraba un talento temprano aconsejando a su padre para que la dedicara exclusivamente a la pintura. Su padre tomó en serio el consejo de Cossío y la proporcionó todo el material, así como un profesor, Juan Cellino Perotti, cuyo estudio se encontraba en la calle de la Liberad donde enseñaba a pintar jovencitas vallisoletanas de la alta sociedad a pintar cuadros que imitaban tapices antiguos, un hombre hábil, formado en la restauración, nada imaginativo sino absolutamente académico y muy útil para enseñar todos los secretos técnicos de la pintura. Calle Alonso Pesquera (1929) Calle Alonso Pesquera (1929) Así “el milagro Ángeles Santos”, como lo define Plaza Santiago, es el resultado del encuentro con una ciudad en la que se vive una efervescencia literaria y artística considerablemente activa y con una serie de profesionales que de pronto la descubren, además de un temperamento, el suyo, extraordinariamente inquieto. Quizás el hecho de ser hija de un funcionario de Hacienda con varios cargos en aduanas, con una vida viajera, motivaría un posible desarraigo, o también la falta de contacto con amigos de su edad, tan importantes en esos momentos, esta soledad, debía a los continuos traslados, nos explicaría su introspección y su vuelco hacia la lectura ferviente de libros que parecen inadecuados para una muchacha de su edad. Leía clásicos alemanes, autores recientes, tenía pasión por Juan Ramón Jiménez, monografías de artistas... Se encontraba muy refugiada en su mundo interior y en una intensa inquietud por crear. BIOGRAFÍA Ángeles Santos nació en 1911 en Port Bou (Girona), de donde era la familia materna, mientras que padre procedía de Saucelle (Salamanca). De niña vivió con su familia en Ripoll y posteriormente en Sevilla. De formación autodidacta, su vocación por la pintura se manifiesta plenamente a partir de 1928 cuando se traslada a Valladolid. Este hecho no fue casualidad puesto que por entonces, como ya se ha dicho, existía en la ciudad un ambiente que le permitió en muy poco tiempo desarrollar su labor, definida esta última por Plaza Santiago como “meteórica, fulgurante y singularmente atractiva”. La vocación por la pintura debió tenerla desde muy niña, todavía no segura en cuanto a su trazo, parece ser que se inicia en Sevilla en un colegio donde se halla interna, mientras sus padres están en Ayamonte, pero es básicamente Valladolid el lugar y el momento de su prodigioso desarrollo. Aquí realiza un breve aprendizaje con el pintor italiano radicado en Valladolid Cellino Perotti y tiene ocasión de conocer la obra del inglés Cristóbal Hall, así como de frecuentar el Museo de Escultura interesándose por el estudio de la forma y del volumen. El tío Pepet (1928) El tío Simón (1928) La tía Marieta [Vieja haciendo calceta] (1928) Su profesor, Perotti, trabajaba en grandes formatos, mientras que los aficionados lo hacen en tamaños pequeños que se controlan mejor, pero quizás ese gusto por los tapices educaba a sus alumnos en la pérdida del miedo a los grandes formatos y en la obra de Ángeles Santos, a veces el tamaño es considerablemente mayor de lo que esperaríamos, confiriendo a sus obras La tertulia, Un mundo una especial capacidad de impresionar. La Academia de la Purísima Concepción tiene el mérito de haber impulsado una exposición en octubre de 1928 de artistas vallisoletanos en el Círculo Mercantil a la que fue invitada a participar siendo el inicio de su carrera pública. Su obra llamó la atención de la crítica debido a la espontaneidad e ingenuidad de los cuadros que presenta. Sus obras constituyen para muchos la revelación de la muestra, no solo por la juventud de la artista –16 años– sino por el encanto, la simplicidad un tanto infantil y la deliciosa entonación de sus pinturas. Anita con delantal de cuadros azules y blancos (1928) Niños en el jardín (1928) El principal atractivo de estas primeras obras –retratos principalmente de niños y jóvenes– residía en esa especie de inocencia estética, de impericia y desconocimiento de recetas que, al lado de una pureza de auténtico primitivo, hacía tan sugestiva y moderna su pintura. Niña [Retrato de Conchita] (1929) Mi hermano Rafael (1928) Cabeza de niña (1930) Animada por este primer éxito, al año siguiente (1929) decide celebrar su primera exposición personal, en el Ateneo de la ciudad, la cual será su consagración. El interés de dicha muestra trascendió lo meramente local. En las veinte obras que reunió en el Ateneo vallisoletano –retratos y cabezas de mujer– quedaron bien patentes sus dotes y su entusiasmo juvenil que harían afirmar a Francisco de Cossío: “Estoy seguro de que nos hallamos frente a un caso excepcional de aptitud y sensibilidad, y que cuando se conozca este caso en el mundo de la pintura, ha de producirse una gran sensación…”. Ángeles Santos inaugurando la exposición de sus cuadros en el Ateneo de Valladolid (11-IV-1929) En la citada exposición, al tiempo que se puso de manifiesto la originalidad e inocencia de la joven artista, que pintaba sin ambición ni prejuicios, libre de influencias y artificios, se evidenciaba asimismo cierta huida de la realidad y el refugio en un mundo de ensueño y fantasía, que vinculaban su pintura a las últimas corrientes de vanguardia, y en especial, al surrealismo. Cossío, en admirable crítica, descubre en la artista esa marcada inclinación por lo extraño y onírico: “Diríase que esta pintura en cierto modo tiene un poco color de sueño. Todos los cuadros de Angelita Santos son como soñados, y para ella la luz aparece siempre proyectada igual que en el cinematógrafo, de modo arbitrario, olvidándose a cada paso de las leyes del sol. Huye de la realidad a otro mundo distinto, donde pudiera convertirla en sueño. La realidad para ella no es sino un punto de apoyo para lanzarse a la invención. La realidad no la sirve sino para descubrir el secreto de la forma; después la fantasía hace lo demás…”. Las críticas favorable la animan a seguir fomentado su creatividad, tanto es así que cuando expresó su deseo de realizar el cuadro Un mundo, su padre encargó a la empresa Macarrón un lienzo de grandes dimensiones que clavó en la pared para que ella pudiera pintar sin necesidad de trasladarse a un estudio, de hecho este cuadro está recortado en sus cuadro lados. Se trata de unas dimensiones extraordinarias si pensamos que fue pintado por una joven “aficionada” en su casa. En octubre de ese mismo año (1929) será invitada al IX Salón de Otoño de Madrid donde expondrá el cuadro Un mundo – su obra maestra y más acentuadamente surrealista–, recibiendo de los críticos antes señalados su opinión en toda la prensa importante, convirtiéndose en un mito. Su obra atrajo a numerosos escritores y artistas. En Madrid entabló amistad con Pancho Cossío, García Lesmes, Jorge Guillén, Federico García Lorca y sobre todo Ramón Gómez de la Serna, quien aprovechó una visita a Valladolid en octubre de 1932 para conocerla. García Lorca la llevaría a la tertulia del café Pombo para que conociera a todos los intelectuales, se la pasea como un miagro, un niño prodigio y muy frágil, en un éxito súbito. También la invitarán al club feminista “Liceo” de Madrid, donde están todas las señoras importantes de Madrid: políticas, mujeres de intelectuales, las autores más cotizadas… encumbrándola dentro de la pintura femenina y finalmente, en el año 1930, se le hará una sala propia en el Salón de Otoño, algo excepcional si tenemos en cuenta la rapidez de su carrera y de su producción. A raíz del interés que suscitó su obra Un mundo, Ángeles Santos fijó su residencia en Madrid. Prueba de la importancia que los medios artísticos de vanguardia dieron a su pintura la constituye el hecho de que los organizadores del X Salón de Otoño, celebrado en Madrid en octubre de 1930, la dedicarán una sala especial en la que figuraron treinta y cuatro obras suyas, entre ellas, algunas tan expresivas y audaces como las tituladas: Niña comiendo, Pensativa, Tertulia, Familia, Un muerto… Según Manuel Abril, la primera impresión que producían aquellas obras de Ángeles Santos era risa y conmiseración por la torpeza de técnica, la ridiculez de temas y la estridencia inarmónica del color, sin olvidar el asombro que provocaban sus estrafalarias y disparatadas composiciones entre el público. Pero el mismo crítico advertía que superada esta superficial apreciación, sus cuadros destacaban por su novedad, su fuerza, su expresión honda y dramatismo. En ellos, la artista acertaba a plasmar todo un mundo de quimérico ensueño y fantasía, descubriendo la belleza de su aparente fealdad. Más tarde en su época de crisis, el año 1931, sus cuadros irán a París, a San Sebastián, a Pittsburgh, a Copenhague, a Berlín, se trata de una itinerancia por las ciudades más brillantes del mundo que la consagrarán de una manera definitiva, pero ella ya no es, ha desaparecido como pintora de genio y se ha convertido poco a poco en una mujer “normal”, que pinta pero sin esa tensión, esa angustia, quizás la felicidad sea ajena a la genialidad que la caracterizaba. En 1935 contrajo matrimonio con el pintor barcelonés Emilio Grau Sala, quien vivía por estos años en París, ciudad en la que se trasladan al año siguiente. De este matrimonio nacería en 1937 el que sería también notable pintor contemporáneo Julián Grau Santos. El estudio de Grau Sala en París Después de realizar algunas exposiciones más (como la de Galería Estilo, de 1934), Ángeles Santos se retiró de la pintura, hasta que mucho más tarde, en 1964 volvió a retomar los pinceles, reanudando su carrera artística LA OBRA Antes de hablar de su obra, hay que hacer referencia a un hecho: Ángeles Santos nunca ponía títulos a sus composiciones, ni siquiera los firmaba. Estamos ante una obra temprana, antes de su momento de plenitud, el Vaso de vino, muy relacionada con bodegones que se hacían en la época, con una mirada muy concentrada en objetos cotidianos, un poco recuperando la tradición del siglo XVII. El vaso está realizado con cierta inseguridad y con la peculiaridad de presentar un cigarrillo consumiéndose sobre una mesa de mimbre trenzado sugiere quizás la posibilidad de un incendio, el paso del tiempo o bien el consumirse de las vidas. Vaso [El vaso de vino] (1928) La marquesa de Alquibla representa a una señora que vivía por entonces en Valladolid y cuyo marido fue uno de los impulsores de la carrera de Ángeles. En sus trazos aparece esa característica incisión en los bordes que le dan esa apariencia de escultura, de biselado en sus dibujos, algo muy del momento y comparable a lo que se está haciendo en otros lugares por estos años. En esta obra traslada su rebeldía juvenil a su modelo. La Marquesa de Alquibla (1928) Niña durmiendo o pensativa muestra a una mujer en actitud de ensoñación, con unos misteriosos huevos sobre el tablero. Hay una iluminación extraña que viene de abajo, debida sin duda a su afición al cine que usaba iluminaciones trucadas, exageradas sobre todo en ciertos géneros como el negro o el de terror. Niña durmiendo [Pensativa] (1929) La aparición de lo misterioso en su obra es muy temprana, siendo una de esas primeras Niña o Anita y sus muñecas. El óleo también aparece iluminado de una forma extraña, la expresión de la niña es inquietante, las sombras de unas muñecas que eran bomboneras, de moda en la época, nada tranquilizadora. La anécdota del cuadro tiene que ver con un crimen cuya víctima fue un fabricante de estas muñecas, llamado Pablo Casado y cuyo asesinato trascendió a la prensa publicándose fotos de estas muñecas en El Norte de Castilla y que seguramente vería, produciéndose en ella una conexión entre un objeto aparentemente inocuo con una muerte dramática estimulando su imaginación para hacer esta extraña pintura. Nita [Anita y las muñecas] (1929) La familia vivía en el edificio “Calabaza” frente al Santuario Nacional de la Gran Promesa, en esta casa probablemente se pintaron sus obras maestras como La tertulia en la que se representan tres mujeres con un personaje a la derecha abajo bastante enigmático por el que le preguntaron y la propia Ángeles recordaba haberlo tomado del Greco, no era un retrato sino que únicamente cumplía la función de completar la composición, y ciertamente en el Pentecostés existe una figura en similar posición. Pero de estas mujeres, hermanas, no se sabe bien quienes son, posibles vecinas con las que tenía amistad, quizás la de la derecha fuera María Álvarez, mujer con presencia en la vida académica de Valladolid. En el cuadro las mujeres aparecen ensimismadas, sin comunicarse unas con otras, fuman, en actitudes desenvueltas, se mueven en una atmósfera que evocaría esa especie de asfixia que hay en los cuadros de Balthus y ciertos pintores vinculados a una trayectoria de carácter metafísico conectado con el surrealismo. Tertulia [El cabaret] (1929) En el retrato de María Álvarez, ésta aparece como asustada, con una mirada nada tranquilizadora, con la boca crispada, muy perfilada con una línea muy dura, parece moverse dentro de su ropa incómoda, algo que nos trasluce esa especie de inquietud característica de su momento más temprano. Retrato de María Álvarez (1929) El mundo, su obra maestra, deslumbró a todos los intelectuales españoles de la época, fascinante, un plantea cúbico que flota en un espacio con nubes y estrellas, al lado de una extraña escalera a cuyos pies una serie de personajes tocan instrumentos musicales. ¿Qué razones existes para suponer el origen de esta visión extraña? Ella comentó que esta pintura de gran formato estaba relacionada con un poema de Juan Ramón Jiménez en el que se habla de ángeles que encienden o apagan las estrellas. A parte de este planeta misterioso, en el centro aparece a la derecha una escalera por la cual bajan unas figuras que tomarían fuego del sol e irían encendiendo las estrellas, haciendo un recorrido perimetral. Un mundo (1929) El planeta es bastante sorprendente, tiene tres caras visibles, la primera cara, la horizontal, la prioritaria es un retrato de Valladolid, con su río surcado por unos extraños barcos de vela, un cementerio, edificios sin cerramiento que nos permiten ver lo que hay entre sus paredes, una sala de exposiciones, un cine, es una ciudad convertida en un símbolo. La cara de la derecha sería Portbou, donde vivió momentos de su infancia. Es una ciudad marítima, de ahí que represente la playa, un aeropuerto, una estación con sus vías, un campo de deportes, edificios sin techo, etc. Estas dos partes son bastante relacionables, en ella está hablado de los lugares donde ha permanecido más tiempo, espacios vinculados a sus recuerdos. En cambio en la tercera cara, más oscura, alude a una ciudad sintética, que refleja aquellos lugares que recorrió en su infancia. Este planeta se halla rodeado de ángeles entre nubes, deudoras éstas de las del Greco, fosforescencias que el maestro pinta a veces en sus cielos, y poblado por esas figuras que ella llaman las madres que se suponen habitan otro planeta, Marte, pues en ese momento se hablaba de viajes a Marte en la ficción, de ahí tomaría la idea de la Tierra vista desde Marte. Ha querido relaciona esta extraña visión del mundo donde hay lápidas con los nombres de grandes literatos como Stendhal, Goethe y otros, enterrados allí, en su mundo, que han muerto pero desde la tumba nos están llamado a través de sus libros, con su ansia por saber, por leer, con esa extraordinaria curiosidad que tenía. Aunque no solía realizar dibujos previos para elaborar sus cuadros, en este caso sí que los preparó, lo que nos permite ver los detalles de estas mujeres que son siempre madres al tiempo que tocan instrumentos musicales. Un mundo. Boceto (1929) La extraña pintura Alma que huye un sueño tenía que ver con versos de García Lorca y representa algo muy enraizado con su manera de sentir. El cuerpo de esta niña aparece como un estuche que se ha roto por la mitad y dejar salir el alma, la sombra del cuerpo se proyecta, no la del alma que se escapa y enciende los luceros al amanecer. Estas almas que huyen tiene quizás que ver con esa angustia suya por lo inalcanzable que atraviesa lo mejor de su obra. Sueño [Alma que huye de un sueño] (c. 1929) Otra obra de esta época muy conectada con la fantasía cósmica, es la titulada La Tierra, un pueblo primitivo. Representa un extraño planeta en el que las casas en esta ocasión son esféricas, con personaje recolectando frutas o adorando a un astro que aparece en el parte superior. Tiene que ver con El Mundo pero en esta ocasión de formato y complejidad mcho menor. Continúa en ese mundo de fantasía extraordinaria en la que ella vive. La tierra [Pueblo primitivo] (1929) En los años treinta se produce una mutación muy fuerte, llamada “expresionismo místico”, donde hay un interés por personajes medo deformes, caricaturescos, muy vinculados con la tradición expresionista centroeuropea, como La familia comiendo patatas de Van Gogh, donde se representa a unos individuos de baja extracción social, con unos rostros embotados representando una condición social primitiva o bárbara. Relacionada con esta manera de hacer está la obra, mutilada, La habitación con unas figuras femeninas en la parte de abajo que fueron suprimidas. El talante técnico es diferente, la pintura es mucho más suelta, con un toque más esponjoso que en las pinturas anteriores. Familia cenando [Cena familiar] (1930) Habitación (c. 1930) El mundo de los desasistidos también figurará en su obra, concretamente en Niños pobres. Vemos una angulación extraña, cinematográfica, los sitúa en las galerías que tenían las casas de la época, hacia el patio inferior de la manzana, donde se tendía la ropa, donde se jugaba, con dimensiones muy grandes. Niños pobres [Dos hermanos] (c. 1930) En 1930 está fechado La niña muerta o Héroe muerto. Sirve de modelo una niña mendiga que ella recogió, la figura está rodeada por unos personajes extraños. Un muerto [La Niña muerta. Héroe muerto] (1930) Un cuadro muy extraño en su producción es Niños y plantas en la que unos niños con deformidades especialmente llamativas, las manos gigantescas, ella desea representar ramas de árbol, raíces, buscando una ambigüedad que probablemente tiene que ver con los síntomas de una neurosis que se estaba apoderando de ella de una manera muy virulenta. Niños y plantas (1930) Lilas y calavera cerraría la serie de pinturas realizadas durante estos dos años, pues vuelve a una iluminación tenebrosa muy de la pintura española del siglo XVII, donde coloca junto a una jarra con lilas una serie de objetos de los cuales llama precisamente la atención, una calavera mutilada que se apoya sobre unos platos vacíos, conexión que resulta cuanto menos inquietante, mostrando esa obsesión por la muere que la llevó a un conato de suicidio. Lilas y calaveras [Naturaleza muerta] (1930) BIBLIOGRAFÍA: BRASAS ÉGIDO, José Carlos: Pintura y escultura en el siglo XX (1900-1936), Ateneo de Valladolid, Valladolid, 1988. CASAMARTINA I PARASSOLS, Josep: Ángeles Santos, un mundo insólito en Valladolid [exposición], Museo Patio Herreriano, Valladolid, 2003. PLAZA SANTIAGO, Francisco Javier de la: “La pintura vallisoletana de Ángeles Santos”, Conocer Valladolid. IV Curso de patrimonio cultural 2010/2011, Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción, Valladolid, 2011.
Andrea Kowch è stata descritta come "una voce potente che dimostra una coscienza altamente sensibile che informa un simbolismo culturalmente intreccia
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Jenny Saville (British, b. 1970), The Bride, 1992. Oil on canvas, 142.1 x 98.6 cm.
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Tate Etc., issue 24, Between terror and ecstasy; Jean-François Chevrier on Artistic Hallucination
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